¿Están las bendiciones prometidas por Dios al alcance de las personas gais?

Las bendiciones de Dios están disponibles para todos

“A veces, todos vemos nuestra vida y tratamos de evaluar: ‘¿Dónde estamos? ¿Dónde estoy en mi vida?’. Siempre digo que cuando empiezas a compararte con otra persona, eso te lleva al desánimo o al orgullo. Estas opciones no son buenas, pero es lo que pasa si las personas se comparan. Comienzan a pensar: ‘Mi situación en la vida es mejor’ o ‘mi vida es mucho peor’. No es positivo para nosotros que comparemos nuestras circunstancias a las de otros. Las bendiciones llegan en un futuro cercano o lejano; a veces las bendiciones están reservadas para nosotros, creo, después de pasar el velo en nuestra existencia posterrenal. Estamos en un espacio limitado ahora y en este no es beneficioso que tratemos de comparar la adversidad que hemos tenido o las bendiciones que tenemos.

“Recordemos cuando Adán y Eva dejaron el Jardín de Edén. Una de las cosas que encontraron cuando partieron fueron espinos y cardos, y todos los tenemos en nuestra vida; pero podemos tener confianza que estos se pueden superar, cualesquiera que sean. El Señor nos dice que habrá adversidad en nuestra vida y Él incluso nos sugiere que nuestras aflicciones serán consagradas para nuestro provecho. A veces tenemos que esperar unos años, pero al final podemos estar seguros de que la promesa de la vida eterna es para todos. Todos serán recompensados por su fidelidad por igual; si perseveran hasta el fin, serán bendecidos. Quizá sea difícil hoy y mañana y el mes próximo, pero no siempre será difícil. Pueden hacer esto mientras ejercen su fe en Jesucristo y en Su expiación.

“A veces habrá adversidades y pruebas que llegarán a nosotros y que parecerán muy difíciles de aguantar, pero entonces Él dice: ‘… no obstante, sed de buen ánimo, porque yo os guiaré’. Esa es una promesa del Señor. Sed de buen ánimo. En medio de la adversidad, sed de buen ánimo, porque yo os guiaré. Doy testimonio de que Jesucristo los guiará a lo largo de cualquier adversidad que tengan” (Gary E. Stevenson, “No hay bendiciones que se nieguen a los fieles”, LaIglesiadeJesucristo.org).