Atracción hacia personas del mismo sexo
¿Se aplica la ley de castidad a quienes experimentan atracción hacia personas del mismo sexo?


“¿Se aplica la ley de castidad a quienes experimentan atracción hacia personas del mismo sexo?”, Atracción hacia personas del mismo sexo: Personas , 2020

“¿Se aplica la ley de castidad a quienes experimentan atracción hacia personas del mismo sexo?”, Atracción hacia personas del mismo sexo: Personas

¿Se aplica la ley de castidad a quienes experimentan atracción hacia personas del mismo sexo?

La castidad se aplica a todos

La pureza sexual es una parte esencial del plan de Dios para nuestra felicidad. La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles declararon:

“El primer mandamiento que Dios les dio a Adán y a Eva se relacionaba con el potencial que, como esposo y esposa, tenían de ser padres. Declaramos que el mandamiento de Dios para Sus hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor. También declaramos que Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación han de emplearse solo entre el hombre y la mujer legítimamente casados como esposo y esposa” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”).

“La ley de castidad del Señor consiste en:

  • Abstenerse de las relaciones sexuales fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer de acuerdo con la ley de Dios.

  • Fidelidad en el matrimonio” (“La castidad y la fidelidad”, Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días , 38.6.5).

Dentro del contexto del matrimonio entre un hombre y una mujer, la expresión sexual es un aspecto importante de la unión entre los cónyuges. Sin embargo, si nos expresamos sexualmente fuera de los límites que el Señor ha establecido, no solo ponemos en peligro nuestra capacidad de elegir el bien; también rechazamos el modelo que el Señor estableció para nuestra felicidad eterna.

El presidente Dallin H. Oaks explicó: “El poder de crear vida terrenal es el poder más exaltado que Dios ha dado a Sus hijos. Su uso fue ordenado en el primer mandamiento, pero hubo otro mandamiento importante que se dio para prohibir su mal uso. El énfasis que damos a la ley de castidad se debe a nuestra comprensión del propósito de nuestros poderes de procreación en el cumplimiento del plan de Dios […].

“Fuera de los lazos del matrimonio, todas las formas de emplear el poder procreador son, en uno u otro grado, una degradación pecaminosa y una perversión del atributo más divino dado al hombre y a la mujer” (véase “El gran plan de salvación”, Liahona , enero de 1994, pág. 86).

La castidad y la pornografía

“… porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (Proverbios 23:7).

“La Iglesia condena la pornografía en cualquiera de sus formas. El uso de pornografía de cualquier clase daña la vida de las personas, a las familias y a la sociedad, además de que aleja al Espíritu del Señor. Los miembros de la Iglesia deben evitar toda forma de material pornográfico y oponerse a su producción, distribución y uso” (“La pornografía”, Manual General , 38.6.11).

El ver imágenes sexuales explícitas, incluso por curiosidad, también viola los mandamientos de Dios. La estimulación sexual tiene un efecto poderoso en nosotros. Incluso el mirar imágenes o pensar en una expresión sexual nos hace sentir placer y desear más. Al promover este estímulo, la pornografía adormece la sensibilidad a la ley moral de Dios. Lo más importante es que esto ofende al Espíritu y deja a la persona sin la guía y la protección del Espíritu Santo.

La Iglesia proporciona los siguientes recursos para ayudar a los obispos y presidentes de estaca a aconsejar a los miembros que tienen problemas con la pornografía.

A medida que utilizamos nuestro albedrío para tomar decisiones para seguir las leyes de Dios, nuestro espíritu se hace más fuerte. Si nos hallamos espiritualmente débiles, y todos lo estamos de vez en cuando, nuestro Salvador Jesucristo está allí para ayudarnos. Por medio del arrepentimiento, podemos regresar a una vida caracterizada por el autodominio.

Arrepentimiento

Las personas de cualquier orientación sexual que violen la ley de castidad pueden reconciliarse con Dios a través del arrepentimiento.

Tal como lo explicó el élder David A. Bednar:

“Algunos de los que reciban este mensaje necesitarán arrepentirse de pecados sexuales o de otro tipo. A menudo se habla del Salvador como el Gran Médico; ese título tiene importancia simbólica y literal. Todos hemos experimentado el dolor en relación a una lesión o herida física. Al sentir dolor, solemos buscar alivio y agradecemos los medicamentos y tratamientos que ayudan a calmar nuestro sufrimiento. Consideren el pecado como una herida espiritual que provoca culpa o, como lo describió Alma [a su hijo Coriantón], un ‘remordimiento de conciencia’ (Alma 42:18). La culpa es para nuestro espíritu lo que el dolor es para nuestro cuerpo: una advertencia de peligro y una protección contra daño adicional. De la expiación del Salvador proviene el reconfortante bálsamo que puede curar nuestras heridas espirituales y quitar la culpa. Sin embargo, ese bálsamo solo puede aplicarse mediante los principios de la fe en el Señor Jesucristo, el arrepentimiento y la obediencia constante. Los resultados del arrepentimiento sincero son paz de conciencia, consuelo, y sanación y renovación espirituales” (“Creemos en ser castos”, Liahona , mayo de 2013, pág. 44).

El arrepentimiento requiere un cambio de corazón. Los dones preciados del arrepentimiento y del perdón son posibles mediante la expiación de Jesucristo. Podemos ser limpios de nuevo y fortalecer nuestra capacidad de utilizar nuestro albedrío para bien.