Atracción hacia personas del mismo sexo
¿Encajo como miembro de la Iglesia?


“¿Encajo como miembro de la Iglesia?”, Atracción hacia personas del mismo sexo: Personas, 2020

“¿Encajo como miembro de la Iglesia?”, Atracción hacia personas del mismo sexo: Personas

¿Encajo como miembro de la Iglesia?

Hay un lugar para usted

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Vea el video del élder Christofferson, “¿Hay un lugar para mí?”.

Lo queremos aquí

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“Hemos reflexionado y puesto mucha atención para comprender mejor la experiencia de la atracción hacia personas del mismo sexo y asegurar que las personas que la viven y sus familias se sientan bienvenidas y parte de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Ahora hablo a los miembros de la Iglesia que sienten atracción hacia el mismo sexo o se identifican como gais, lesbianas o bisexuales. Queremos que sepan que los amamos, que son bienvenidos. Deseamos que sean parte de nuestras congregaciones. Ustedes tienen grandes talentos y habilidades que ofrecer en el Reino de Dios en la tierra y reconocemos la valiosa contribución que hacen. Si alguno de ustedes no tiene claro cuál es la posición de la Iglesia sobre estos asuntos, los invitamos a que se tomen el tiempo de ver el material publicado en [Ayuda para la vida y Autosuficiencia en LaIglesiadeJesucristo.org o en la aplicación Biblioteca del Evangelio]. Pidan en oración que el Espíritu les brinde las respuestas que buscan y tengan la certeza de que Dios ama a Sus hijos” (L. Whitney Clayton, “Dios ama a Sus hijos”, LaIglesiadeJesucristo.org).

¿Cómo puedo participar?

Dios promete que si obedecemos Sus leyes tendremos gozo eterno; y Él siempre cumple Sus promesas. Las personas que sienten atracción hacia personas del mismo sexo o que se identifican como gais pueden hacer y cumplir promesas a Dios; pueden caminar en Su luz; pueden participar plenamente en la Iglesia.

“Si miembros que se sienten atraídos hacia personas de su mismo sexo se esfuerzan por vivir la ley de castidad, los líderes los apoyan y alientan en esta determinación. Si son dignos, estos miembros pueden recibir llamamientos de la Iglesia, tener una recomendación para el templo y recibir las ordenanzas del templo. Los miembros varones pueden recibir y ejercer el sacerdocio” (“La atracción hacia personas del mismo sexo y el comportamiento homosexual”, General Handbook: Serving in The Church of Jesus Christ or Latter-day Saints [Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días], 38.6.12).

El presidente Gordon B. Hinckley dijo:

“… los amamos como hijos e hijas de Dios; puede que tengan ciertas inclinaciones que son poderosas y que sean difíciles de dominar. La mayoría de la gente tiene inclinaciones de una u otra clase en diferentes épocas. Si ellos no actúan de conformidad con esas inclinaciones, entonces pueden seguir adelante como todos los demás miembros de la Iglesia. Si violan la ley de castidad y las normas morales de la Iglesia, entonces están sujetos a la disciplina de la Iglesia, tal como los demás” (véase “¿Qué pregunta la gente acerca de nosotros?”, Liahona, enero de 1999, pág. 83).

Elevar a los demás

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Vea el video de Carol F. McConkie, “Elevar a los demás”.

Todos tenemos dones

Cualesquiera que sean las circunstancias de una persona, él o ella puede contribuir a la causa del Señor en el presente y puede esperar que su fidelidad traiga como recompensa las mismas bendiciones, aquí y en la vida venidera, que Dios promete a cualquier persona que sea igualmente fiel. El élder D. Todd Christofferson ha declarado:

“… todos tienen dones; todos tienen talentos; todos pueden contribuir al desarrollo del plan divino en cada generación. Gran parte de lo que es bueno, gran parte de lo que es esencial, incluso a veces todo lo que por ahora es necesario, se puede lograr en circunstancias que no son ideales. Muchos de ustedes hacen todo lo posible; y cuando los que llevan las cargas más difíciles de la mortalidad levantan su voz en defensa del plan de Dios para exaltar a Sus hijos, todos estamos listos para apoyarlos. Con confianza testificamos que la expiación de Jesucristo ha previsto, y al final compensará, todas las privaciones y pérdidas para aquellos que se vuelvan a Él. Nadie está predestinado a recibir menos que todo lo que el Padre tiene para Sus hijos” (“El porqué del matrimonio, el porqué de la familia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 52–53).