Capacitación sobre los cursos de estudio
Capacitación sobre la creación de una guía de ritmo de avance


“Capacitación sobre la creación de una guía de ritmo de avance”, Capacitación sobre los cursos de estudio de Seminario, 2025

hombre trabajando con una computadora

Apéndice

Capacitación sobre la creación de una guía de ritmo de avance

Introducción

En Seminario, los alumnos estudian el Evangelio de Jesucristo mediante las lecciones del Curso de las Escrituras y las de Preparación para la vida. En el cuadro siguiente se muestran las diferentes categorías asociadas a estos tipos de lecciones.

Categorías de las lecciones del Curso de las Escrituras

Categorías de las lecciones de Preparación para la vida

Categorías de las lecciones del Curso de las Escrituras

  • Lecciones relacionadas con el calendario semanal de Ven, sígueme

  • Evalúa tu aprendizaje

  • Práctica del Dominio de la doctrina

Categorías de las lecciones de Preparación para la vida

  • Dominio de la doctrina: Encontrar respuestas a mis preguntas

  • Técnicas para el estudio de las Escrituras

  • Para la Fortaleza de la Juventud: Toma de decisiones

  • Desarrollar autosuficiencia

  • La salud física y emocional

  • Cómo prepararse para la formación académica y el empleo futuros

  • Éxito en la escuela

  • Preparación misional

  • Preparación para el templo

  • Enseñanzas de los líderes de la Iglesia

A la hora de elaborar una guía de ritmo de avance, puede ser difícil saber cuándo y con qué frecuencia se deben programar estos diferentes tipos de lecciones a lo largo del año. El objetivo de esta capacitación es proporcionar orientación a los administradores, coordinadores y maestros del programa para elaborar una guía de ritmo de avance que garantice que estas categorías de lecciones se enseñen con el equilibrio adecuado.

Principios que se deben seguir para elaborar una guía de ritmo de avance

Los cuatro principios siguientes pueden ser útiles para entender y seguir a la hora de elaborar una guía de ritmo de avance.

Principio 1: Siga el calendario semanal de Ven, sígueme cuando programe las lecciones del Curso de las Escrituras

El contenido de las lecciones del Curso de las Escrituras tiene por objeto alinearse con lo que los alumnos estén estudiando individualmente y con su familia en casa. Por lo tanto, los maestros generalmente deben enseñar lecciones del curso de las Escrituras que se desarrollen en la misma semana que están programadas en el manual de Ven, sígueme. En ocasiones, las lecciones del Curso de las Escrituras pueden enseñarse en Seminario cuando no se alinean con la distribución del tiempo de Ven, sígueme, pero estas excepciones deben ser poco frecuentes y los maestros deben evitar enseñar lecciones que estén muy atrasadas o adelantadas respecto de Ven, sígueme.

Principio 2: Programe el Curso de las Escrituras y las lecciones de Preparación para la vida de manera apropiada cada semana

Las lecciones del Curso de las Escrituras (incluidas las de Práctica del Dominio de la doctrina y las de Evalúa tu aprendizaje) y las lecciones de Preparación para la vida son importantes para la experiencia de Seminario. Esfuércese por proporcionar un enfoque equilibrado cuando las programe cada semana. Por ejemplo, en los programas en los que las personas se reúnen cinco veces por semana, en promedio, normalmente se enseñan tres lecciones del Curso de las Escrituras y dos de Preparación para la vida.

Gráfica general de equilibrio sugerido

Puede haber algunas semanas en las que podría ser adecuado que se ajuste al equilibrio que se sugiere. Por ejemplo, durante el curso del Libro de Mormón, los maestros podrían dedicar más tiempo a las lecciones del Curso de las Escrituras durante la semana en que estén enseñando sobre la aparición del Salvador registrada en 3 Nefi. Es posible que haya otras semanas en las que puedan dedicarle más tiempo a las de Preparación para la vida. A fin de ayudar a los maestros y los administradores del programa a tomar estas decisiones, el curso de estudio en ocasiones incluye dos o cuatro lecciones del Curso de las Escrituras en una semana en lugar de las tres habituales. Estas semanas pueden ayudarlo a saber cuándo se podría hacer mayor hincapié en el Curso de las Escrituras o en las lecciones de Preparación para la vida. Cuando haya menos de tres lecciones del Curso de las Escrituras, esa semana podría incluir más de Preparación para la vida. Si hay más de tres lecciones del Curso de las Escrituras, esa semana podría dedicar menos tiempo a las de Preparación para la vida.

No obstante, haga todo lo posible por enseñar cada una de las lecciones de Preparación para la vida durante el año escolar. Estas se pueden encontrar en el manual después de las lecciones del Curso de las Escrituras.

Las pautas siguientes pueden ayudarlo a tomar decisiones sobre cuándo programar las diferentes categorías de lecciones de Preparación para la vida.

  • Programe una cantidad similar de lecciones de Preparación para la vida para cada mitad del curso. De este modo, ayudará a los maestros a mantener un equilibrio entre el Curso de las Escrituras y las lecciones de Preparación para la vida a lo largo del año.

  • Asegúrese de que los maestros que supervisa enseñen las mismas lecciones de Preparación para la vida en la misma mitad del curso. De esta forma se podrá evitar la duplicación de las lecciones de Preparación para la vida que recibirán los alumnos si cambian de maestro después de completar la mitad del curso.

  • Siga las instrucciones dadas por las zonas, las regiones o los programas locales. Las zonas, las regiones o los programas locales pueden proporcionar orientación sobre cuándo enseñar algunas o todas las lecciones de Preparación para la vida.

  • Consulte las sugerencias de ritmo de avance en las secciones “Reseña” de cada una de las categorías de Preparación para la vida. Cada categoría de las lecciones de Preparación para la vida incluye sugerencias de ritmo de avance en la sección “Reseña”. Estas sugerencias pueden ayudarlo a tomar decisiones en cuanto a seleccionar el mejor momento para enseñar algunas de las lecciones de Preparación para la vida. Por ejemplo, en la reseña “Cómo prepararse para la formación académica y el empleo” se sugiere enseñar la lección titulada “La importancia de la formación académica” hacia el comienzo del año escolar. Las secciones de “Reseña” también pueden proporcionar una guía sobre ciertas lecciones de Preparación para la vida que son más eficaces cuando se enseñan en secuencia o juntas.

  • Determine las épocas del año en las que los alumnos podrían beneficiarse más de ciertas lecciones de Preparación para la vida. Puede haber momentos durante el año cuando sería mejor enseñar determinadas lecciones de Preparación para la vida. Por ejemplo, podría ser mejor enseñar las lecciones de Preparación misional hacia el final del año escolar si hay alumnos en una clase de Seminario que pronto saldrán en una misión. O bien, algunas de las lecciones de Salud física y emocional podrían enseñarse durante un momento del año en que los alumnos sientan niveles de estrés más altos.

  • Seleccione las lecciones del Curso de las Escrituras que se relacionen con una de las categorías de las lecciones de Preparación para la vida. Las lecciones del Curso de las Escrituras suelen incluir contenido sobre el cual desarrollar las de Preparación para la vida. Por ejemplo, si lo desea, podría programar lecciones de Preparación para el templo cerca de bloques de Escrituras que se centren en el templo, tales como Doctrina y Convenios 95; 109–110; 124; 127–128; Éxodo 35–40; o 1 Reyes 6–9.

Principio 3: Los alumnos deben tener oportunidades frecuentes de reflexionar, compartir y demostrar lo que aprenden

El manual contiene lecciones de Evalúa tu aprendizaje y de Práctica del Dominio de la doctrina que tienen lugar periódicamente a lo largo de las lecciones del Curso de las Escrituras, las cuales son componentes importantes de la experiencia de los alumnos en Seminario. Las lecciones de Evalúa tu aprendizaje dan a los alumnos oportunidades para que expliquen la doctrina clave y reflexionen sobre la manera en que están creciendo a nivel espiritual. Participar en ellas también es un requisito para que los alumnos reciban créditos de Seminario. Las lecciones de Práctica del Dominio de la doctrina brindan oportunidades para que los alumnos trabajen a fin de lograr los resultados del Dominio de la doctrina.

Cuando elabore su guía de ritmo de avance, no omita las lecciones de Evalúa tu aprendizaje ni las de Práctica del Dominio de la doctrina que tienen lugar durante el curso de Seminario. No obstante, no es necesario que traslade las lecciones de Evalúa tu aprendizaje ni las de Práctica del Dominio de la doctrina que se llevarían a cabo cuando los alumnos no tengan escuela, como durante las vacaciones de verano o de invierno.

Principio 4: Programe las lecciones del Curso de las Escrituras que evaluará más adelante

En algunas semanas puede haber más lecciones que se pueden enseñar del Curso de las Escrituras que días disponibles para enseñarlas. Por lo tanto, a menudo será necesario tomar decisiones sobre qué lecciones programar del Curso de las Escrituras. Cuando tome esas decisiones, dé prioridad a las lecciones del Curso de las Escrituras que (1) se relacionen con lo que se tratará en las lecciones de Evalúa tu aprendizaje y que (2) contengan pasajes del Dominio de la doctrina. De ese modo será más probable que se programen las lecciones del Curso de las Escrituras más relevantes y doctrinalmente significativas.

Lo siguiente puede ayudarlo a saber cómo reconocer qué lecciones del Curso de las Escrituras se relacionan con las de Evalúa tu aprendizaje y las de Práctica del Dominio de la doctrina:

  • Seleccione las lecciones del Curso de las Escrituras que se relacionen con las de Evalúa tu aprendizaje. En estas últimas suele hacerse referencia a las actividades de varias lecciones del Curso de las Escrituras. Leer las lecciones de Evalúa tu aprendizaje que ha programado puede ayudarlo a estar al tanto de las lecciones del Curso de las Escrituras a las que podría dar prioridad en su guía de ritmo de avance.

  • Seleccione las lecciones del Curso de las Escrituras que contengan pasajes del Dominio de la doctrina. Cada curso de estudio de Seminario contiene veinticuatro pasajes del Dominio de la doctrina. Puede encontrar una lista de estos pasajes en el Documento de base sobre el Dominio de la doctrina 2023. Si sigue habiendo escuela cuando toque enseñar las lecciones del Curso de las Escrituras que contengan un pasaje del Dominio de la doctrina, se debe enseñar esas lecciones. Sin embargo, no es necesario enseñarlas cuando dichas lecciones se impartan mientras los alumnos no tengan escuela, por ejemplo, durante las vacaciones de verano o de invierno.

Ejemplo detallado para elaborar una guía de ritmo de avance

Existen diversas maneras de elaborar una guía de ritmo de avance valiéndose de los principios mencionados anteriormente. Por ejemplo, podría completar su guía de ritmo de avance mediante la secuencia siguiente:

  1. Programe las lecciones del Curso de las Escrituras, incluidas las siguientes:

    • Lecciones de Evalúa tu aprendizaje.

    • Lecciones de Práctica del Dominio de la doctrina.

    • Lecciones del Curso de las Escrituras que preparan a los alumnos para cualquiera de las lecciones mencionadas anteriormente.

  2. Programe las lecciones de Preparación para la vida.

  3. Realice los ajustes necesarios.

Caso para analizar

La hermana Mendoza es maestra de Seminario matutino. Ella y su coordinador, el hermano Amasio, están elaborando una guía de ritmo de avance para el curso de Doctrina y Convenios que comenzará en enero. La siguiente es una descripción de cómo ambos pudieron utilizar los tres pasos mencionados anteriormente para elaborar su guía de ritmo de avance.

Paso 1: Programar las lecciones del Curso de las Escrituras

La hermana Mendoza y el hermano Amasio comenzaron a elaborar su guía de ritmo de avance mediante la programación de todas las lecciones del curso de las Escrituras durante las semanas en que habría clases de Seminario. Se aseguraron de programarlas para que se alinearan con el contenido que se estudiaba en Ven, sígueme.

Revisaron las lecciones del Curso de las Escrituras y determinaron todas las lecciones de Evalúa tu aprendizaje y Práctica del Dominio de la doctrina en cada mitad del curso. Se dieron cuenta de que cinco lecciones de Evalúa tu aprendizaje se impartían cuando los alumnos tenían escuela: dos en la primera mitad del año escolar y tres en la segunda mitad.

A continuación, la hermana Mendoza y el hermano Amasio notaron que cinco lecciones de Práctica del Dominio de la doctrina se impartirán durante el curso de Seminario: tres en la primera mitad del año escolar y dos en la segunda mitad.

Luego, la hermana Mendoza y el hermano Amasio revisaron cada una de las lecciones de Evalúa tu aprendizaje que pusieron en su guía de ritmo de avance. Tomaron nota de las lecciones del Curso de las Escrituras en las que se centraba cada una de las actividades de evaluación. Escribieron una observación (*) junto a cada una de estas lecciones en la guía de ritmo de avance para que la hermana Mendoza pudiera hacer hincapié en ellas de manera adecuada e informar a los alumnos qué actividades seguirían más adelante.

A continuación, la hermana Mendoza y el hermano Amasio abordaron los veinticuatro pasajes del Dominio de la doctrina para el curso. Descubrieron que once de ellos se incluyen en las lecciones que se enseñarían durante la primera mitad del año escolar de Seminario, y que solo siete se enseñarían en la segunda mitad. Decidieron marcar en negrita el título de cada una de estas lecciones en su guía de ritmo de avance para que la hermana Mendoza supiera cuándo asegurarse de hacer hincapié en los pasajes del Dominio de la doctrina como parte de la lección.

Paso 2: Programar las lecciones de Preparación para la vida

Después de programar todas las lecciones del Curso de las Escrituras, la hermana Mendoza y el hermano Amasio comenzaron a programar las de Preparación para la vida en su guía de ritmo de avance.

Anteriormente, el hermano Amasio había dado instrucciones a todos los maestros que supervisa sobre qué lecciones de Preparación para la vida debían enseñarse durante cada mitad del curso. Lo hizo para asegurarse de que no se duplicaran las lecciones de Preparación para la vida que se enseñarían a los alumnos durante cada mitad del curso. Consideró que sería particularmente importante en caso de que se llamara a otro maestro para que enseñara durante la segunda mitad del curso.

A continuación se muestran las instrucciones del hermano Amasio.

Lecciones de Preparación para la vida que decidió incluir en la primera mitad del curso:

  • Dominio de la doctrina: Encontrar respuestas a mis preguntas (las cinco lecciones)

  • Técnicas para el estudio de las Escrituras (las cinco lecciones)

  • Éxito en la escuela (las cuatro lecciones)

  • Salud física y emocional (las siete lecciones)

  • “Preparación para la conferencia general” (se debe enseñar antes de la conferencia general de abril)

  • “Estudiar los mensajes de los siervos del Señor” (se debe enseñar al principio del curso)

  • Ocho mensajes de líderes de la Iglesia mediante la “Plantilla: Enseñanzas de los líderes de la Iglesia” (repartidos equitativamente a lo largo de la primera mitad del curso)

Lecciones de Preparación para la vida que decidió incluir en la segunda mitad del curso:

  • Desarrollar autosuficiencia (las cuatro lecciones)

  • Para la Fortaleza de la Juventud: Toma de decisiones (las seis lecciones)

  • Cómo prepararse para la formación académica y el empleo futuros (las cuatro lecciones)

  • Preparación misional (las cinco lecciones)

  • Preparación para el templo (las cuatro lecciones)

  • “Preparación para la conferencia general” (se debe enseñar antes de la conferencia general de octubre)

La hermana Mendoza y el hermano Amasio programaron todas las lecciones de Preparación para la vida en su guía de ritmo de avance. Algunas de ellas se colocaron en semanas específicas a fin de que se alinearan con las secciones de Doctrina y Convenios que se estudian en Ven, sígueme debido a las sugerencias hechas en las secciones “Reseña” para las diferentes categorías de lecciones. Programaron otras lecciones en función del momento en que consideraron que los alumnos se beneficiarían más de los temas.

Después de programar las lecciones de Preparación para la vida en su guía de ritmo de avance, todavía tenían cuatro clases en la primera mitad del curso y cuatro en la segunda mitad del curso que no tenían una lección programada. Determinaron que esas clases serían lecciones sobre discursos de líderes de la Iglesia de la conferencia general más reciente. La hermana Mendoza utilizaría la “Plantilla: Enseñanzas de los líderes de la Iglesia” para enseñarlas.

Paso 3: Realizar los ajustes necesarios

La hermana Mendoza y el hermano Amasio revisaron la guía de ritmo de avance que elaboraron juntos para ver si era necesario realizar algún ajuste. Se dieron cuenta de que habían pasado por alto una semana en la que no se impartirían clases de Seminario debido a un receso que los alumnos tendrían en su calendario escolar. Durante esa semana, los alumnos también estudiarían un pasaje del Dominio de la doctrina. Tanto el hermano Amasio como la hermana Mendoza sintieron que esta lección debía programarse para la semana anterior o la siguiente. Decidieron ubicarla en la semana anterior. Para ello, tendrían que reemplazar una de las otras lecciones programadas. Decidieron ponerla en lugar de una de las lecciones de Enseñanzas de los líderes de la Iglesia. Ese fue el único ajuste que tuvieron que hacer en su guía de ritmo de avance.

Tanto la hermana Mendoza como el hermano Amasio se sintieron bien con las decisiones que tomaron. La hermana Mendoza se sintió segura de que sus alumnos tendrían una experiencia positiva en Seminario que los acercaría más al Padre Celestial y a Jesucristo. Se sintió agradecida de que se tomaran esas decisiones antes de comenzar a enseñar, de modo que durante el año escolar pudiera concentrarse en preparar la próxima lección que enseñaría. Sintió que le quitaron un gran peso de encima, ya que no tendría que decidir qué lecciones enseñar durante la semana además de tener que prepararlas.