“El don del arrepentimiento y el gozo de llegar a estar limpio”, El don divino del perdón: Material para el maestro, 2021
“El don del arrepentimiento y el gozo de llegar a estar limpio”, El don divino del perdón: Material para el maestro
Semana 1 — Material para el maestro
El don del arrepentimiento y el gozo de llegar a estar limpio
¡Bienvenidos al curso “El don divino del perdón”! Como resultado de esta primera lección, los alumnos deberían ser capaces de expresar por qué necesitan arrepentirse y el gozo que proviene del don del arrepentimiento. También se los invitará a hacer un plan para el arrepentimiento diario.
Ideas para la enseñanza
Introducción
Los dones divinos del arrepentimiento y del perdón del Salvador son reales para aquellos que vienen a Él con íntegro propósito de corazón
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Para comenzar la clase, podría mostrar el video “Bienvenidos al curso: Introducción” (1:22), en el que el élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, da a los alumnos la bienvenida al curso y les hace una promesa. Considere invitar a los alumnos a compartir sus ideas sobre el video o lo que esperan del curso.
1:21 -
Si lo desea, invítelos a buscar enseñanzas en los siguientes pasajes de las Escrituras sobre por qué debemos arrepentirnos: Helamán 5:10–11 (para ser redimidos); Mosíah 27:24–26 (para ser cambiados); 3 Nefi 9:13–14 (para ser sanados); Alma 13:10–11 (para quedar limpios). También podría organizar esta actividad a modo de dramatización e invitar a los alumnos a turnarse para preguntar: “¿Por qué debería arrepentirme?”.
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Considere la posibilidad de leer los párrafos del 9 al 10 de la introducción (que comienzan con “El arrepentimiento no es un castigo…”) e invite a los alumnos a comentar lo que les impresionó de esos párrafos.
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Lea los párrafos del 4 al 5 de la introducción (que comienzan con “Como parte del Plan de Salvación…”) en busca de la promesa del élder Andersen. Ayude a los alumnos a encontrar una verdad similar a la del encabezamiento de esa sección. Si lo desea, invite a los alumnos a compartir sus ideas o sentimientos en cuanto a esa promesa.
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Si lo desea, repase el párrafo 16 de la introducción (que comienza con “Ruego que…”) y luego haga las siguientes preguntas:
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¿Qué reconocen, admiran o adoran de Jesucristo?
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¿Cuál de Sus características es la que más desean emular?
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El perdón es un don y el único que puede brindar ese don es el Redentor y Salvador del mundo, Jesucristo
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Considere invitar a los alumnos a leer el párrafo 11 de la introducción (que comienza con “El don divino…”) y a reconocer una verdad similar a la que se encuentra en el encabezamiento de esa sección (véase también Efesios 2:8).
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Podrían analizar una o ambas de las siguientes preguntas:
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¿Por qué creen que es importante comprender que nuestro “esfuerzo personal, sin importar cuán grande sea, palidece en comparación con el costo de la redención”? (párrafo 11 de la introducción).
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¿De qué manera ha sido el perdón un regalo para ustedes de parte de unos amorosos Padre Celestial y Salvador? (Si lo desea, invite a los alumnos a contestar esta última pregunta en parejas o en grupos pequeños).
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Podría leer el testimonio del élder Andersen que aparece en los últimos tres párrafos de la introducción. Después, podría invitar a los alumnos a expresar cualquier idea que deseen sobre el testimonio del élder Andersen.
Capítulo 1
Jesucristo tiene el poder de hacernos limpios
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Considere invitar a los alumnos a comentar lo que más les gustó del capítulo 1, cualquiera de sus pasajes predilectos o cualquier pregunta que tengan sobre lo que leyeron.
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Podría pedirles que piensen en un momento de su vida en el que estuvieron físicamente sucios. Pida a algunos de ellos que compartan su experiencia y cómo se sintieron cuando volvieron a estar limpios. Considere invitar a un alumno a leer o a resumir los primeros cinco párrafos del capítulo 1, donde el élder Andersen describe una experiencia en la que se encontró sumamente sucio y el alivio que sintió al quedar limpio.
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Considere la posibilidad de ver con los alumnos el video “Para Dios todas las cosas son posibles” (1:27). Invite a los alumnos a fijarse en la comparación que hace el élder Andersen entre la capacidad que tiene el hombre para limpiar las cosas físicamente y la capacidad que tiene Dios para limpiar a las personas espiritualmente. Enseguida podrían leer juntos los primeros cuatro párrafos de la sección “El único camino al gozo de conocer a nuestro Salvador Jesucristo” en el capítulo 1. Podría ayudar a los alumnos a localizar una verdad similar a la afirmación del encabezamiento de esta sección (véase también Isaías 1:18).
1:26 -
Considere analizar una o más de las siguientes preguntas:
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¿Qué significa para ustedes saber que, aunque parezca imposible, el Salvador puede ayudarlos a llegar a ser espiritualmente limpios?
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¿En qué ocasiones han visto evidencias de que este cambio milagroso es posible con Dios?
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El Señor revelará, en respuesta a nuestras oraciones, en qué aspectos se debe centrar nuestro arrepentimiento
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Considere leer o repasar los párrafos del 5 al 10 de la sección “El único camino al gozo de conocer a nuestro Salvador Jesucristo” en el capítulo 1 (que comienzan con las palabras “Recuerden lo que sintió Alma…”). Esos párrafos relatan los sentimientos de Alma, hijo, después de que se arrepintió de sus graves pecados (véase Alma 36:16–21). Invite a los alumnos a compartir y analizar cualquiera de las enseñanzas del élder Andersen que se hallan en esos párrafos y que les hayan llamado la atención. Podría preguntar:
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¿Por qué creen que es importante entender que, para la mayoría de nosotros, el arrepentimiento es un proceso que tiene lugar “paso a paso, centímetro a centímetro”? (párrafo 10).
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Lea los párrafos 12 y 13 de la misma sección (que comienzan con “Debemos convertirnos…”) e invite a los alumnos a encontrar una verdad similar a la declaración del encabezamiento de esta sección, que aparece más arriba (véase también Éter 12:27). Podría invitar a los alumnos a compartir ejemplos de las maneras en las que el Señor los ha ayudado a saber cómo podrían mejorar. (Concéntrese en cómo se comunicó este conocimiento en lugar de las mejoras específicas que los alumnos se sintieron alentados a realizar).
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Considere repasar los párrafos del 14 al 19 (que comienzan con “La sinceridad de nuestras oraciones…”) en la misma sección del capítulo 1 (“El único camino al gozo de conocer a nuestro Salvador Jesucristo”) e invite a los alumnos a comentar lo que les llamó la atención en cuanto a la enseñanza del élder Andersen en ese pasaje.
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Invite a los alumnos a escribir un plan sobre cómo mejorarán sus esfuerzos por arrepentirse a diario. Podría invitarlos a reflexionar sobre las siguientes preguntas para ayudarlos con sus planes:
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¿Qué haré para que el Señor me revele en qué aspectos se debe centrar mi arrepentimiento?
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¿Qué haré si el Señor me pide que haga cambios que no quiero hacer?
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¿Cómo avanzaré “centímetro a centímetro” mientras me esfuerzo por arrepentirme todos los días?
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Si el tiempo lo permite, podría invitar a algunos alumnos a dar a conocer algo sobre sus planes que ellos consideren que podría ser de provecho que los demás de la clase escucharan.
Para la próxima vez
Anime a los alumnos a estudiar los capítulos 2 y 3 como preparación para la próxima semana. En el capítulo 2, el élder Andersen comparte varias experiencias de otras personas relacionadas con el arrepentimiento y el perdón. Podría alentar a los alumnos a localizar en esos relatos las verdades que sean significativas para ellos, escribirlas o registrarlas de manera digital, y llevarlas a la clase siguiente. Mientras estudian el capítulo 3, podría animarlos a meditar en la siguiente pregunta: ¿Qué ejemplos han visto de las verdades que el élder Andersen enseña en este capítulo?