Instituto
La mortalidad y el remordimiento de conciencia


“La mortalidad y el remordimiento de conciencia”, El don divino del perdón: Material para el maestro, 2021

“La mortalidad y el remordimiento de conciencia”, El don divino del perdón: Material para el maestro

mujer triste meditando

Semana 4 — Material para el maestro

La mortalidad y el remordimiento de conciencia

En esta lección, los alumnos analizarán la mortalidad y las tentaciones y tendencias naturales que experimentamos en nuestro estado caído. También analizarán cómo el arrepentimiento abarca el volvernos con toda nuestra alma hacia Dios, lo que significa que no solo nos arrepentimos de nuestros pecados, sino de cometer pecados en general. Se invitará a los alumnos a anotar las impresiones que reciban sobre el arrepentimiento, tanto de sus pecados de comisión como los de omisión, y sobre volverse más plenamente hacia Dios.

Ideas para la enseñanza

Capítulo 6

La caída de Adán no nos define; nos ayuda a refinarnos, nos ayuda a anhelar un Redentor

  • Considere la posibilidad de invitar a los alumnos a compartir las ideas que tuvieron mientras estudiaban el capítulo 6. Podría preguntarles qué les llamó la atención o invitarlos a hacer cualquier pregunta que pudieran tener.

  • Si lo desea, muestre el video “Tenemos un propósito aquí” (2:55), en el que el élder Andersen habla de que estamos lejos de nuestro hogar celestial. Invite a los alumnos a considerar por qué el estar lejos de nuestro hogar celestial forma parte del plan de Dios. Deles un par de minutos después de ver el video para que compartan sus ideas.

    2:55

    We Have a Purpose Here

    (The Divine Gift of Forgiveness, Chapter 6) Elder Neil L. Andersen uses the analogy of a dog disoriented from traveling on an airplane to help us understand our mortal lives, far from our heavenly home.

  • Podría pedirles que respondan a la siguiente pregunta basándose en lo que aprendieron al leer la primera sección del capítulo 6: ¿Cuáles son algunos de los desafíos y oportunidades que la caída de Adán y Eva trajeron al mundo? También podría anotar las respuestas de los alumnos en la pizarra y preguntar: ¿Por qué necesitamos oposición en esta vida? (véase la sección “La oposición”).

  • Podría recordarles que Nefi se describió a sí mismo como un “miserable hombre” (2 Nefi 4:17) y que el rey Benjamín alentó a su pueblo a recordar su propia “nulidad” e indignidad (Mosíah 4:11). Podría pedirles que piensen en ocasiones en las que se hayan sentido particularmente imperfectos o “caídos” de esa manera o de formas similares. Invite a un alumno a leer el quinto párrafo de la sección “La caída de Adán y Eva” (que comienza con “Ahora usted se halla aquí en la tierra…”). Pregunte a los alumnos qué aprenden sobre sí mismos en ese párrafo. Podría ayudarlos a reconocer una verdad similar a la del encabezamiento de esta sección, que aparece más arriba. Considere invitar a los alumnos a leer 2 Nefi 4:31–34 y Mosíah 4:2, para ver cómo el reconocer su estado caído llevó a Nefi y al pueblo del rey Benjamín a confiar más plenamente en Jesucristo.

  • También podrían analizar Mosíah 3:19 en relación con esta verdad. Considere la posibilidad de repasar el sexto párrafo de la sección “La caída de Adán y Eva” (que comienza con “Al intentar comprender la Caída…”) y analizar por qué podría ser importante comprender que la maldad “natural” de la que se habla en las Escrituras no significa que seamos “intrínsicamente malos”. Considere analizar las siguientes preguntas (en grupos pequeños o como clase):

    • ¿Qué diferencia podría tener en la vida de una persona el hecho de definirse a sí misma usando su legado divino en vez de sus pecados? ¿Cómo podría influir eso en la forma en que se tratan a sí mismos y a los demás?

    • ¿De qué manera los está ayudando el Salvador a superar su naturaleza caída?

    • ¿Por qué creen que es importante entender que “[e]l arrepentimiento no es el plan de emergencia; es el único plan”? (párrafo 1 de la sección “Todos necesitamos el arrepentimiento”).

  • Podría leer el último párrafo del capítulo (que comienza con “Sé con total convicción…”) y analizar la necesidad que tenemos de un Redentor y la esperanza que brinda el Salvador a través del arrepentimiento a lo largo de toda la vida.

Capítulo 7

El pecado causa remordimiento de conciencia

  • Podría invitar a los alumnos a comentar lo que aprendieron en el capítulo 7, alguno de sus pasajes predilectos o cualquier pregunta que tengan sobre lo que leyeron.

  • Podría mostrar la frase “El pecado tiene consecuencias” y pedir a los alumnos que expliquen por qué el pecado tiene consecuencias y cuáles son algunas de ellas. Podría invitarlos a leer Alma 29:5 y averiguar cómo describe Alma las consecuencias de nuestras decisiones. Muestre la declaración del encabezamiento de esta sección, que aparece más arriba.

  • Podría analizar las preguntas siguientes:

    • ¿Por qué creen que el pecado causa remordimiento de conciencia?

    • ¿Por qué el remordimiento de conciencia es una bendición para nosotros cuando pecamos?

  • Considere la posibilidad de leer juntos los párrafos del 6 al 8 de la sección “El pecado y las leyes de Dios” (que comienzan con “Hace mucho tiempo que aprecio…”). O podrían ver una parte del discurso del élder David A. Bednar, “Creemos en ser castos” (a partir de la línea del tiempo 13:06 a 14:48), para comprender mejor por qué el remordimiento de conciencia puede ser una bendición. Considere invitar a los alumnos a compartir cualquier perspectiva que tengan después de que lo lean o lo vean.

    15:48

    Creemos en ser castos

    La obediencia a la ley de castidad aumentará nuestra felicidad en la vida terrenal y hará posible nuestro progreso en la eternidad.

  • Si lo desea, pueden analizar esta afirmación: “La buena conducta, sin importar cuán sincera y determinada sea, no podrá borrar nunca los pecados del pasado” (del penúltimo párrafo del capítulo, en la sección “Los pecados de comisión y de omisión”). También podría hablar sobre cómo únicamente el verdadero arrepentimiento puede ayudarnos a superar la culpa. A continuación, podría hacer una o ambas de las siguientes preguntas:

    • ¿Por qué creen que la buena conducta no puede borrar nuestros pecados?

    • ¿En qué forma el comprender esta verdad nos ayuda a centrar nuestro arrepentimiento en el Salvador?

  • En los dos últimos párrafos de la sección “Sentir culpa y lamentar nuestros actos” (que comienzan con “Siempre he hallado…”) se hallan varias declaraciones proféticas que pueden brindar esperanza a quienes sienten culpa y remordimiento. También podría mostrar el video “El Salvador desea perdonar” (5:49). Considere invitar a los alumnos a compartir sus ideas o sentimientos.

    5:42

    El Salvador desea perdonar

    Un exadicto y convicto recurrente comparte sus experiencias sobre la capacidad y disposición del Salvador de perdonarlo una y otra vez, incluso cuando se sentía indigno de merecerlo.

Para arrepentirnos, no debemos simplemente apartarnos de un pecado, sino ofrecer toda nuestra alma a Dios

  • Podría comenzar esta parte de la lección invitando a los alumnos a explicar la diferencia que hay entre los pecados de comisión y los de omisión. (Podría repasar los primeros dos párrafos de la sección “Los pecados de comisión y de omisión” e invitar a los alumnos a compartir sus ideas o sentimientos acerca de esos párrafos).

  • Considere leer la primera oración del cuarto párrafo de la sección “Los pecados de comisión y de omisión” (que comienza con “Una de las mayores…”) y pida a los alumnos que analicen la diferencia entre intentar arrepentirse de un pecado y arrepentirse de pecar. Podría leer el resto de ese párrafo, así como Omni 1:26, e invitar a los alumnos a buscar una verdad similar a la que se indica en el encabezamiento de esta sección, que aparece más arriba.

  • Considere también repasar el quinto y el sexto párrafos de la sección “Los pecados de comisión y de omisión” (que comienzan con “El presidente Spencer W. Kimball añadió…”) e invite a los alumnos a fijarse en cómo el arrepentirnos de nuestros pecados de omisión es necesario si queremos ofrecerle toda nuestra alma a Dios. También podría invitar a los alumnos a sugerir otras formas en las que una persona podría ofrecer toda su alma a Dios.

  • Podría invitarlos a leer los dos últimos párrafos del capítulo (que comienzan con “Aunque vencer el pecado pueda…”) y meditar en cómo los ayudará el Salvador a medida que vuelven toda su alma a Dios. Enseguida, dé a los alumnos unos minutos para meditar y escribir impresiones de lo que deben hacer para arrepentirse mejor y volverse más plenamente a Dios.

Nota: Antes de terminar la clase, podría mostrar el video “Edificar un fundamento seguro en Jesucristo” (2:47), en el que el élder Andersen habla sobre el proceso de la redacción del capítulo 8, que los alumnos leerán antes de la siguiente clase.

2:47

Building a Sure Foundation on Jesus Christ

(The Divine Gift of Forgiveness, Chapter 8) Like the renovated foundation of the Salt Lake Temple, we must sure up our foundation, built on Jesus Christ and His teachings.

Para la próxima vez

Mientras estudian el capítulo 8 como preparación para la siguiente clase, invite a los alumnos a marcar o anotar en un diario todo lo que encuentren acerca de Jesucristo que aumente su deseo de arrepentirse.

Nota: Si al final de la clase no puede mostrar el video mencionado, puede enviar a los alumnos el vínculo del video e invitarlos a verlo antes de que se lleve a cabo la clase siguiente.