“Un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios”, El don divino del perdón: Material para el maestro, 2021
“Un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios”, El don divino del perdón: Material para el maestro
Semana 9 — Material para el maestro
Un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios
En esta lección, los alumnos tendrán la oportunidad de explorar el significado de los términos “corazón quebrantado”, “espíritu contrito” y “tristeza que es según Dios”. Los alumnos explicarán por qué la pureza y la dignidad son esenciales en el servicio misional. Además, escucharán y compartirán su testimonio de la disposición del Salvador a ayudarlos a arrepentirse y cambiar.
Ideas para la enseñanza
Capítulo 15
Un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios son condiciones esenciales para el arrepentimiento
-
Podría comenzar la clase pidiendo a los alumnos que comenten las partes del capítulo 15 que les parecieron más significativas. A medida que los alumnos vayan compartiendo, usted podría identificar una verdad similar a la que se halla en el encabezamiento que aparece más arriba.
-
A fin de que los alumnos profundicen su comprensión de esta verdad, podría dividir la clase en tres grupos y asignar a cada grupo que lea uno de los siguientes pasajes del capítulo y busque lo que significan un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios.
-
El párrafo sexto del capítulo, junto con las definiciones en negrillas que están a continuación.
-
Los párrafos 14 y 15 (que comienzan con “El pecado estaría…”).
-
Los párrafos 2 y 3 de la sección “La tristeza que es según Dios”, que incluyen una cita del presidente Ezra Taft Benson.
Invítelos a compartir lo que encuentren.
-
-
Considere mostrar las ilustraciones adjuntas de Jesús con niños pequeños y de un árbol que se dobla por el viento (o de ilustraciones similares que usted encuentre).
Luego vean el video “Un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios” (3:58). Invite a los alumnos a comentar lo que aprendieron de las metáforas de los niños pequeños y de un árbol doblado por el viento, que el élder Andersen usa para enseñar acerca de estos “tres queridos amigos”.
Después, podría hacer una o varias de estas preguntas de seguimiento:
-
¿De qué maneras nos ayudan estos tres amigos (un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios) en nuestro trayecto hacia el perdón? ¿Cómo están interrelacionadas estas tres cosas? ¿En qué se diferencian?
-
¿De qué forma estos “queridos amigos” influyen en nuestra relación con Jesucristo? ¿De qué modo nos ayudan a ser algo más que simplemente quedar limpios de nuestros pecados?
-
¿Cómo podemos invitar a estos amigos a formar parte de nuestra vida diaria?
-
-
Para complementar el análisis de cómo tener un corazón quebrantado y un espíritu contrito, podrían leer 3 Nefi 9:20–22 como clase. A modo de contexto, usted podría explicar que el Salvador habló esas palabras a los descendientes de Lehi durante los tres días de oscuridad que hubo después de Su muerte. Él anunció al pueblo que, a partir de ese momento, en lugar del sacrificio de animales, ellos debían ofrecerle sus corazones quebrantados y espíritus contritos. Luego podría compartir y analizar la siguiente declaración del élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “El verdadero sacrificio personal no ha consistido nunca en poner un animal sobre el altar, sino en la disposición de poner en el altar el animal que está dentro de nosotros y ¡dejarlo que se consuma! Tal es el ‘sacrificio [al Señor de] un corazón quebrantado y un espíritu contrito’ (3 Nefi 9:20)” (Meek and Lowly, 1987, pág. 94).
-
Para aportar a su análisis sobre la tristeza que es según Dios, podrían leer juntos 2 Corintios 7:9–10 y luego hablar de las diferencias que hay entre la tristeza del mundo y la tristeza que es según Dios. Para ilustrar el contraste entre la tristeza del mundo y la tristeza que es según Dios, podría utilizar la conversación entre Kim y su obispo de la sección “Una joven que se preparaba para el matrimonio”.
-
Testifique (o invite a los alumnos a testificar) de las bendiciones de tener tres amigos que nos acompañan en nuestro trayecto hacia el perdón.
Capítulo 16
Para poder merecer la compañía del Espíritu Santo, los misioneros deben ser dignos y limpios ante el Señor
-
A fin de ayudar a cada miembro de la clase a sentir la aplicabilidad de este capítulo, podría recordarles que los profetas han alentado a cada miembro a ser un misionero y ayudar a recoger a Israel (véanse, por ejemplo, David A. Bednar, “Llegar a ser misioneros”, Liahona, noviembre de 2005, págs. 44–47; Russell M. Nelson y Wendy W. Nelson, “Juventud de Israel” [devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018], suplemento de la revista Liahona, LaIglesiadeJesucristo.org; y Russell M. Nelson, “La participación de las hermanas en el recogimiento de Israel”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 68–70).
-
Invite a los alumnos a imaginar que los han llamado a servir al Señor como misioneros y deben comenzar en un mes. ¿Qué harían para prepararse? Considere repasar algunos de los preparativos que hizo el élder Andersen para servir en una misión cuando era joven (véanse los párrafos 4–7 del capítulo 16, que comienza con “El Señor indicó…”). Considere leer además los párrafos 9 y 10 (que comienzan con “A lo largo de su preparación…”). Ayude a los alumnos a identificar una verdad similar a la expresada en el encabezamiento de esta sección, que aparece más arriba.
-
Pregunte a los alumnos por qué piensan que es esencial ser digno y limpio, si deseamos ayudar en la gran obra de Dios de recoger a Israel. Podrían ver el video “Mantente dentro de los límites” (5:10) para hacer más profundo el análisis.
-
Alma predicó al pueblo de Zarahemla en una época en que tenían gran necesidad de arrepentirse. Examinen su propio corazón mientras leen algunas de las preguntas que él les hizo, tal como se registra en Alma 5:6, 14–29. Luego, podrían analizar cómo el estudiar y meditar con espíritu de oración esas preguntas podría ayudar a una persona a tener un cambio en su corazón.
-
Considere invitar a los alumnos a comentar cualquier cosa que les haya resultado particularmente significativa de las dos cartas que se incluyen en el capítulo 16. Si los alumnos no tienen mucho que decir, podría concederles unos minutos para repasar una de las cartas y, entonces, invitarlos a compartir sus ideas, sentimientos e impresiones. Podría preguntar sobre lo que los dos jóvenes analizados en las cartas llegaron a comprender y entender sobre Jesucristo, Su carácter y Su poder.
El Señor nos fortalecerá y nos ayudará a arrepentirnos
-
Podría pedirles a los alumnos que repasen los párrafos 10–15 de la sección “Todo misionero ha de ser digno” (que comienzan con “Si tienen dudas …”) y busquen promesas y palabras de aliento que puedan infundir esperanza a alguien que tenga miedo de confesar sus pecados a un líder del sacerdocio. Ayude a los alumnos a identificar una verdad similar a la expresada en el encabezamiento de esta sección, que aparece más arriba. También podría invitar a los alumnos a testificar de esta verdad (sin que divulguen pecados anteriores). Pida a los alumnos que comenten cómo el confiar en estas promesas ha influido en su relación con el Salvador y en el amor que sienten por Él.
-
Considere hacer una o más de las preguntas siguientes hacia el final de la clase:
-
¿Qué hemos leído o analizado hoy que hayan sentido con intensidad o de lo que ustedes tienen un testimonio?
-
¿De qué manera los han ayudado los capítulos que analizamos hoy a entender o conocer mejor a nuestro Salvador Jesucristo?
-
¿Qué hemos leído o analizado hoy que les dio esperanza en el futuro o gratitud por el evangelio de Jesucristo?
-
-
También podrían leer los últimos tres párrafos del capítulo (que comienzan con “Si desea servir…”) para finalizar la clase con el testimonio del élder Andersen.
Para la próxima clase
Aliente a los alumnos a estudiar los capítulos 17 y 18 como preparación para la semana próxima. En cuanto al capítulo 17, podría invitarlos a fijarse en la función que pueden desempeñar los ángeles en nuestro arrepentimiento. También podría alentarlos a reflexionar sobre cómo su arrepentimiento podría afectar a sus antepasados y a sus descendientes. Y en cuanto al capítulo 18, podría invitar a los alumnos a considerar cómo la sinceridad y la insinceridad pueden afectar sus esfuerzos por arrepentirse y ser perdonados.