Sección 100
Revelación dada a José Smith el Profeta y a Sidney Rigdon en Perrysburg, Nueva York, el 12 de octubre de 1833. Estos dos hermanos, habiéndose alejado de sus familias durante varios días, sintieron alguna inquietud en cuanto a ellas.
1–4, José y Sidney han de predicar el Evangelio para la salvación de almas; 5–8, Les será dado en la hora precisa lo que deban decir; 9–12, Sidney ha de ser el portavoz y José será un revelador, y potente en testimonio; 13–17, El Señor levantará a un pueblo puro, y los obedientes serán salvos.
1 De cierto, así os dice el Señor a vosotros, mis amigos Sidney y José, vuestras familias están bien; están en mis manos y haré con ellas como me parezca bien, porque en mí se halla todo poder.
2 Por tanto, seguidme y escuchad los consejos que os daré.
3 He aquí, tengo mucha gente en este lugar, en las regiones inmediatas; y se abrirá una puerta eficaz en las regiones circunvecinas en estas tierras del este.
4 Por consiguiente, yo, el Señor, os he permitido venir a este lugar; pues así me era conveniente para la salvación de almas.
5 Por tanto, de cierto os digo, alzad vuestra voz a este pueblo; expresad los pensamientos que pondré en vuestro corazón, y no seréis confundidos delante de los hombres;
6 porque os será dado en la hora, sí, en el momento preciso, lo que habéis de decir.
7 Mas os doy el mandamiento de que cualquier cosa que declaréis en mi nombre se declare con solemnidad de corazón, con el espíritu de mansedumbre, en todas las cosas.
8 Y os prometo que si hacéis esto, se derramará el Espíritu Santo para testificar de todas las cosas que habléis.
9 Y me es prudente que tú, mi siervo Sidney, seas portavoz para este pueblo; sí, en verdad, te ordenaré para este llamamiento, sí, de ser portavoz de mi siervo José.
10 A él lo facultaré para ser potente en testimonio;
11 y a ti te facultaré para ser potente en explicar todas las Escrituras, a fin de que seas su portavoz; y él será para ti un revelador, para que sepas la certeza de todas las cosas pertenecientes a mi reino sobre la tierra.
12 Continuad, pues, vuestro viaje, y regocíjense vuestros corazones, porque he aquí, estoy con vosotros hasta el fin.
13 Y ahora os doy una palabra concerniente a Sion. Aunque sea disciplinada por un corto tiempo, Sion será redimida.
14 Vuestros hermanos, mis siervos Orson Hyde y John Gould, están en mis manos; y si guardan mis mandamientos, se salvarán.
15 Por tanto, consuélense vuestros corazones, porque todas las cosas obrarán juntamente para el bien de los que andan en rectitud, así como para la santificación de la iglesia.
16 Porque levantaré para mí un pueblo puro que me servirá en rectitud.
17 Y todos los que invoquen el nombre del Señor y guarden sus mandamientos, serán salvos. Así sea. Amén.