Ser salvos, tanto de la muerte física como de la muerte espiritual. Todos se salvarán de la muerte física por la gracia de Dios y mediante la muerte y resurrección de Jesucristo. Toda persona también puede salvarse de la muerte espiritual por la gracia de Dios, mediante la fe en Jesucristo, la cual se manifiesta llevando una vida de obediencia a las leyes y a las ordenanzas del Evangelio, y de servicio a Cristo.
Jehová es mi luz y mi salvación, Sal. 27:1 .
Él solamente es mi roca y mi salvación, Sal. 62:2 .
Nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación, Mal. 4:2 .
El evangelio es poder de Dios para salvación, Rom. 1:16 (DyC 68:4 ).
Ocupaos en vuestra salvación con temor, Filip. 2:12 .
Dios os ha escogido para salvación, mediante la santificación, 2 Tes. 2:13 .
Jesucristo es el único nombre mediante el cual vendrá la salvación, Moisés 6:52 (Hech. 4:10–12 ).
Creemos que por la expiación de Cristo, todo el género humano puede salvarse, AdeF 1:3 .
La salvación de los niños pequeños
Los niños pequeños también tienen vida eterna, Mos. 15:25 .
El bautismo de los niños pequeños es una abominación, y los niños pequeños viven en Cristo por motivo de la Expiación, Moro. 8:8–24 .
Los niños pequeños son redimidos mediante el Unigénito; Satanás no puede tentarlos, DyC 29:46–47 .
Los padres deben enseñar el Evangelio a los niños y estos deben ser bautizados cuando tengan ocho años de edad, DyC 68:25–28 .
Los niños pequeños son santificados mediante Jesucristo, DyC 74:7 .
El hombre llegó a quedar de nuevo en su estado de infancia, inocente delante de Dios, DyC 93:38 .
Todos los niños que mueren antes de llegar a la edad de responsabilidad se salvan en el reino de los cielos, DyC 137:10 .