La excomunión es la medida disciplinaria más severa de la Iglesia. Una persona que ha sido excomulgada deja de ser miembro de la Iglesia. Las autoridades de la Iglesia excomulgan a una persona solamente cuando esta ha decidido vivir de manera contraria a los mandamientos del Señor y, por lo tanto, se descalifica a sí misma para seguir siendo miembro de la Iglesia.