Divorcio
La finalización del matrimonio por medio del poder civil o la ley eclesiástica. Según el Nuevo Testamento, Dios permitió el divorcio bajo ciertas condiciones por causa de la dureza del corazón de la gente, pero según lo explicó Jesús, “al principio no fue así” (Mateo 19:3–12). En general, en las Escrituras se recomienda que no se recurra al divorcio, y se aconseja al marido y su mujer que se amen con rectitud (1 Cor. 7:10–12; DyC 42:22).