Sacerdocio de Melquisedec
El Sacerdocio de Melquisedec es el sacerdocio mayor, mientras que el Sacerdocio Aarónico es el sacerdocio menor. En el Sacerdocio de Melquisedec están comprendidas las llaves de las bendiciones espirituales de la Iglesia. Por medio de las ordenanzas del sacerdocio mayor, se manifiesta a los hombres el poder de la divinidad (DyC 84:18–25; 107:18–21).
Fue Adán el primero a quien Dios le reveló el Sacerdocio de Melquisedec, y los patriarcas y profetas de cada dispensación han tenido esta autoridad (DyC 84:6–17). Primeramente se le llamó el Santo Sacerdocio según el Orden del Hijo de Dios, pero después se le conoció como el Sacerdocio de Melquisedec (DyC 107:2–4).
Cuando los hijos de Israel no pudieron cumplir con los privilegios y convenios del Sacerdocio de Melquisedec, el Señor retiró ese sacerdocio mayor y les dejó un sacerdocio y una ley menores (DyC 84:23–26), llamados el Sacerdocio Aarónico y la ley de Moisés. Cuando Jesús vino a la tierra, restauró el Sacerdocio de Melquisedec a los judíos y comenzó a establecer la Iglesia entre ellos; sin embargo, ese sacerdocio y la Iglesia volvieron a perderse por causa de la apostasía, siendo posteriormente restaurados mediante José Smith, hijo, (DyC 27:12–13; 128:20; JS—H 1:73).
El Sacerdocio de Melquisedec comprende los oficios de élder, sumo sacerdote, patriarca, Setenta y Apóstol (DyC 107), y siempre formará parte del reino de Dios sobre la tierra.
El Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es presidente del sumo sacerdocio o Sacerdocio de Melquisedec y posee todas las llaves que corresponden al reino de Dios sobre la tierra. Este llamamiento de Presidente lo desempeña solamente un hombre a la vez, y él es la única persona sobre la tierra que tiene la autoridad de ejercer todas las llaves del sacerdocio (DyC 107:64–67; 132:7).