Declaración Oficial 2
Declaración doctrinal que ahora se encuentra en las páginas finales de Doctrina y Convenios y que indica quiénes pueden poseer el sacerdocio de Dios. A principios de junio de 1978, el Señor le reveló al presidente Spencer W. Kimball que se debía dar el sacerdocio a todo varón que fuera miembro digno de la Iglesia. Con ello se pusieron al alcance de todo varón digno las bendiciones del sacerdocio, y las bendiciones del templo al alcance de todo miembro digno, sean cuales sean su raza y su color. El 30 de septiembre de 1978, esta declaración se presentó a los miembros en la conferencia general de la Iglesia y se aceptó con unanimidad.