Capítulo 12
En los últimos días, Miguel liberará a Israel de sus angustias — Daniel habla de las dos resurrecciones — Los entendidos conocerán los tiempos y los significados de sus visiones.
1 Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está a favor de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que existen las naciones hasta entonces; pero en aquel tiempo será liberado tu pueblo, todos los que se hallen inscritos en el libro.
2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y desprecio perpetuo.
3 Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento, y los que lleven a muchos a la rectitud, como las estrellas, por toda la eternidad.
4 Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará.
5 Y yo, Daniel, miré, y he aquí, otros dos que estaban allí, uno a este lado de la orilla del río y el otro al otro lado de la orilla del río.
6 Y dijo uno al varón vestido de lino que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas?
7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, quien alzó su mano derecha y su mano izquierda al cielo y juró por el que vive por los siglos que será por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
8 Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Oh Señor mío, ¿cuál será el final de estas cosas?
9 Y dijo: Anda, Daniel, porque estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
10 Muchos serán purificados, y emblanquecidos y refinados; pero los malvados actuarán con maldad, y ninguno de los malvados entenderá, pero entenderán los entendidos.
11 Y desde el tiempo en que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días.
12 Bienaventurado el que espere y llegue hasta mil trescientos treinta y cinco días.
13 Mas tú, sigue hasta el fin, y reposarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.