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¿Crees en Cristo y en lo que Él puede ayudarte a hacer?
La autora vive en Angola.
Creer en Jesucristo es una cosa, pero creer en lo que Él puede ayudarnos a lograr es un asunto completamente diferente.
Yo tenía catorce años cuando falleció mi abuela y, durante ese tiempo, la tristeza no me era desconocida. Yo quería saber dónde estaba ella y si alguna vez la volvería a ver; necesitaba saber cómo superar el dolor que sentía. Durante dos años, esas preguntas me pesaron mucho en la mente.
Un día, mi papá invitó a los misioneros a nuestra casa y ellos me enseñaron acerca del Evangelio restaurado. Me enseñaron a encontrar el poder sanador de la Expiación de Jesucristo. Sus enseñanzas sobre el Plan de Salvación penetraron mi corazón con fuerza y contestaron mis preguntas, y esas respuestas me brindaron la paz que estaba buscando.
¡Cuanto más me acercaba a Jesucristo, más quería compartir lo que estaba aprendiendo acerca de Él! La Iglesia era muy pequeña en Angola y yo no veía la hora de ayudarla a crecer contándole a la gente lo que sabía. Aunque mis esfuerzos por compartir el Evangelio no siempre fueron bien recibidos, seguí intentándolo. Con el tiempo, mi deseo de compartir la felicidad, la esperanza y la paz del Evangelio se hizo aún más fuerte.
Decidí servir en una misión y compartir lo que había en mi corazón.
¿Podía en verdad tener fe?
Fui llamada a la Misión Ghana Acra, donde hablaría inglés en lugar de mi lengua materna, el portugués. ¡Estaba muy nerviosa de aprender inglés! No podía creer que iba a tener que hablar un idioma imposible [de aprender].
Sin embargo, durante nuestra primera clase en el CCM, la maestra escribió la palabra “Créelo” en la pizarra, refiriéndose a creer que todo lo podemos en Cristo (véase Filipenses 4:13).
Lo creía, pero no creía que se extendiera a mi capacidad de aprender un nuevo idioma en solo seis semanas. ¡No sabía cómo podría lograr algo que parecía tan imposible!
Después de ese primer día de clase, me arrodillé en oración en mi habitación. Le dije al Padre Celestial que confiaría en Él y, aunque no estaba segura de mi capacidad para aprender inglés, actuaría con fe tanto como pudiera. Le dije que elegiría creer que con la ayuda del Salvador podría lograrlo.
A medida que pasaban las semanas, de forma lenta pero segura, sentía que estaba aprendiendo ese idioma imposible [de aprender].
Fue un milagro.
Elegir creer
Desde que aprendí acerca de Jesucristo, siempre he creído en Él, pero creer en lo que Él y el Padre Celestial pueden ayudarnos a lograr es algo diferente y algo en lo que tuve que esforzarme. Sin fe, los milagros pueden parecer meras coincidencias, pero al elegir tener fe en Cristo y combinar eso con mis esfuerzos por aprender, sentí que Él magnificaba mis habilidades y capacidad.
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Los milagros se realizan de acuerdo con su fe en el Señor. Es fundamental para esa fe que confíen en Su voluntad y en Su tiempo, en cómo y cuándo los bendecirá con la ayuda milagrosa que desean. Solo su incredulidad evitará que Dios los bendiga con milagros para mover los montes de su vida”.
Si pudiera compartir algo de mi historia, sería esto: Créelo. No solo que puedes aprender un nuevo idioma o salir de lo que estás acostumbrado a hacer para servir en una misión o tener el valor de hacer lo que sabes que es correcto incluso cuando nadie a tu alrededor esté de acuerdo.
Cree que Jesucristo es nuestro Salvador y que, cuando confiamos en Él, podemos lograr lo que parece imposible.