Vivimos en un mundo ocupado. Tenemos mucha información a nuestra disposición, tanto buena como mala. Puede resultar difícil saber cómo mantener a nuestros hijos a salvo mientras exploran, aprenden y crecen.
Pero, como en todas las cosas, el Espíritu Santo puede ayudarnos a usar la tecnología sabiamente. Oren para saber el tipo de normas relacionadas con la tecnología que deben establecerse en su familia. ¡Pueden empezar con algunas ideas de las páginas 20–22!