De la Primera Presidencia
¡Ha resucitado!
Adaptado de “Ha resucitado”, Liahona, abril de 2013, págs. 4–5.
La resurrección de Jesucristo nos da esperanza. Me dio esperanza el día de verano de 1969 en el que murió mi madre. Yo estaba triste porque me encontraba separado temporalmente de ella.
Sin embargo, me sentí feliz cuando el Espíritu Santo me dijo que la Resurrección es real. Puedo imaginar cómo será volver a ver a mi madre y a otros seres queridos algún día.
Jesucristo resucitó; gracias a Él, todos los hijos de nuestro Padre Celestial que nazcan en el mundo resucitarán en un cuerpo que nunca morirá.
El relato de la Pascua de Resurrección
Recorta las tarjetas y pégalas en papel. Perfora los círculos y ata las tarjetas juntas con un cordón delgado. ¡Ahora tienes un libro con el relato de la Pascua!
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Jesucristo entró en la ciudad de Jerusalén en un pollino. Las personas lo alababan y colocaban hojas de palma en el suelo (Véase Marcos 11:1–11).
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Jesús visitó el templo. Sanó a las personas que estaban cojas o ciegas (Véase Mateo 21:12–14).
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Algunos sacerdotes celosos le pagaron a uno de los discípulos de Jesucristo, Judas Iscariote, treinta monedas de plata para que lo entregara a ellos (Véase Mateo 26:14–16).
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Jesús comió la cena de Pascua con Sus discípulos. Les dio la Santa Cena para ayudarlos a recordarlo. (Véase Mateo 26:19–20, 26–28).
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Jesús fue a Getsemaní para orar a nuestro Padre Celestial. Allí comenzó a sufrir por nuestros pecados. Vinieron personas con espadas y lo arrestaron. (Véase Mateo 26:36–50).
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Jesús sufrió y murió en la cruz. Colocaron su cuerpo en un sepulcro con una piedra grande frente a la puerta. (Véase Mateo 27:27–35, 57–60).
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Unos ángeles quitaron la piedra. Dijeron a María Magdalena y a otras mujeres que Jesús había resucitado. Jesús se apareció a las mujeres y ellas lo adoraron. (Véase Mateo 28:1–10).
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Jesús se apareció a Sus discípulos. Ellos tocaron Su cuerpo resucitado. Él les dijo que enseñaran a todos Su evangelio. Jesucristo resucitó, ¡así que nosotros también lo haremos! (Véanse Lucas 24:36–43; Mateo 28:16–20).