¡Sin empujoncitos!
Cait y Lily son amigas. Les gusta el columpio y bajar por el tobogán.
A Lily le gusta empujar con el dedo a Cait, pero a Cait no le gusta.
¡Empujoncito, empujoncito!
¿Te divertiste jugando con Lily?
A Lily le gusta empujarme con el dedo, pero a mí no me gusta.
Si no te gusta, deberías decírselo.
Pero ¿qué pasa si Lily se pone triste?
Si tú no te estás divirtiendo, está bien decirle que deje de hacerlo.
El Padre Celestial quiere que cuidemos y protejamos nuestro cuerpo.
Si alguien te toca y no te gusta, puedes decirle que no.
Tal vez podría inventar algo nuevo para jugar con Lily.
¡Estupenda idea!
¡Los mejores juegos son aquellos en los que todos se divierten!