“Los jóvenes guerreros”, El Amigo, agosto de 2024, págs. 26–27.
Relatos de las Escrituras
Los jóvenes guerreros
Ilustraciones por Andrew Bosley
Las personas a las que Ammón y sus hermanos enseñaron deseaban seguir a Jesucristo. Enterraron sus armas y prometieron a Dios que nunca volverían a luchar.
Pero pronto tuvieron que proteger a sus familias. Los padres que enterraron sus armas no querían quebrantar la promesa que habían hecho a Dios, así que sus hijos se prepararon para ir a luchar en su lugar. Se les llamó los dos mil jóvenes guerreros, ya que apenas eran unos muchachos.
Los jóvenes guerreros nunca habían luchado en una guerra, pero sus madres los ayudaron a prepararse y les enseñaron a confiar en Dios.
Escogieron a Helamán para que fuera su líder. Fueron valientes y Dios los ayudó. Todos ellos resultaron heridos, pero se ayudaron mutuamente. Dios honró su fe, ¡y todos sobrevivieron!