“En Porto Alegre, Brasil”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2021, págs. 22–23.
Cómo adoramos
En Porto Alegre, Brasil
Fotografía de Getty Images
Olá! Me llamo Helaman B. Y yo soy Julia Felix O. Somos de Porto Alegre. Porto Alegre es la capital de Rio Grande do Sul, un estado en el sur de Brasil.
Helaman B.
Vivo con con mis padres, mi bisabuela y mi hermano mayor. Tengo otro hermano que está sirviendo actualmente en una misión en Hungría. Porto Alegre es una ciudad muy grande en la que me he perdido más de una vez.
El invierno es normalmente desde mayo hasta agosto, y el verano es de noviembre hasta marzo. ¡Cada año llueve unos 1397 mm (55 pulgadas)!
En mi escuela hay otros dos miembros de la Iglesia, pero no tengo contacto con ellos en un día normal de clases. Eso sí, tengo otros amigos en la escuela que no son miembros; son buenas personas.
En un día normal despierto a las 6:45 h, me preparo y camino a la escuela. Las clases terminan alrededor de las 12:30 h y voy rápido a casa para almorzar. Después del almuerzo leo las Escrituras, toco el piano y estudio japonés. Luego, tengo seminario desde las 6:30 hasta las 7:30 de la tarde y me voy a la cama a las 10 de la noche.
Me encanta tocar himnos en el día de reposo. Tocarlos en el piano siempre me acerca al Espíritu, sin duda.
Julia Felix O.
Nací en São Paulo y me mudé a Porto Alegre cuando tenía tres años. Mi padre prestó servicio como misionero de tiempo completo en Porto Alegre. Actualmente vivo con mi madre, mi padre y mi hermano de un año.
A la gente de Porto alegre le encanta comer carne asada a la parrilla, también llamada churrasco, pero mis comidas favoritas son estrogonofe (una carne a la Stroganoff brasileña) y pizza.
En mi escuela tengo dos amigas de la Iglesia que asisten a otras clases. Tratamos de ser buenos ejemplos de Jesucristo para todas las personas que nos rodean.
El Templo de Porto Alegre está a 30 minutos de mi casa. Siempre me encanta ir al templo y ayudar con los bautismos. Me hace feliz poder ayudar a las personas que se encuentran al otro lado del velo.