2022
Vivir mis normas
Junio de 2022


“Cumplir mis normas”, Para la Fortaleza de la Juventud, junio de 2022.

El lema y yo

Los jóvenes comparten la manera en que viven las palabras de los lemas de las Mujeres Jóvenes y de los cuórums del Sacerdocio Aarónico.

Vivir mis normas

“Me esfuerzo por ser merecedora de la exaltación”.

Una joven

Fotografía por Christina Smith

He notado que algunas personas en mi escuela suelen buscar reconocimiento por todo lo que hacen, pero yo quiero tener la actitud de hacer algo simplemente porque es correcto en lugar de recibir reconocimiento por ello. Sé que es importante escoger lo correcto y guardar los mandamientos. En mi vida personal, me alegro mucho de ser fiel a mis normas, porque eso me ha beneficiado a la larga.

En mi escuela solo hay otro miembro de la Iglesia. Trato de ser un ejemplo para mis amigos porque represento a la Iglesia. Quiero que sepan que el Evangelio me hace ser una persona feliz.

Escucho malas palabras en mi escuela continuamente, incluso algunos de mis maestros las utilizan, pero yo elijo cumplir todas las normas de la Iglesia, aunque sean difíciles de seguir. Otras normas, como la Palabra de Sabiduría o el vestir con modestia, me resultan más fáciles de cumplir. Sé que obedecer la Palabra de Sabiduría me mantendrá a salvo. También he desarrollado mi propia forma de vestir, así que siempre puedo encontrar algo para ponerme que sea modesto y esté a la moda. No tengo que sacrificar mi estilo de vestir para cumplir mis normas.

A veces puedes enfrentarte a obstáculos que tratan de impedirte lograr algo bueno, pero puedes elegir ser feliz. He tenido pruebas, pero trato de tener una actitud positiva en esos momentos y el Evangelio me ayuda a hacerlo.

Me encanta hacer ejercicio; he hecho gimnasia [deportiva] toda la vida, pero tuve que dejarlo porque sufrí varias lesiones. Me resultó difícil dejarlo porque pasé de ejercitarme muchas horas a la semana a cero horas. No podía hacer ejercicio como solía hacerlo, así que decidí intentar correr. Me encanta correr por la ciudad y correr también me ayuda a reducir el estrés.

No siempre es fácil ser miembro de la Iglesia, pero no estás solo. ¡Haz todo lo que puedas para mantener una actitud positiva y optimista!

La autora vive en Nueva York, EE. UU.