2022
Mira al cielo
Octubre de 2022


“Mira al cielo”, Para la Fortaleza de la Juventud, octubre de 2022.

Mira al cielo

La búsqueda de asteroides y exoplanetas es solo una de las maneras en que Laysa P., de Brasil, fija su mirada en el cielo.

Una joven

Ilustraciones por Peter Bollinger; fotografías por Barbara Leite

A menudo, contemplar el cielo nocturno llena a las personas de asombro: tantas estrellas y tanta inmensidad. Laysa P., de dieciocho años, de Minas Gerais, Brasil, ha mirado al cielo toda la vida.

Cuando era niña, “sentía curiosidad acerca del universo y sobre cómo funcionan las cosas”, dice. Le encantaban la astronomía, La guerra de las galaxias y Star Trek, vio Cosmos, de Carl Sagan, y leyó libros de Stephen Hawking.

Esa curiosidad la guio hasta un emocionante viaje a las estrellas, aunque nunca haya salido de la atmósfera terrestre.

Puntos en el espacio

Laysa pertenece a un grupo de aficionados a la astronomía de Brasil. Un día, un miembro del grupo compartió un vínculo con una oportunidad de analizar imágenes de telescopio a fin de buscar asteroides para la NASA, y Laysa se inscribió.

“Envían imágenes del telescopio Pan-STARRS de la Universidad de Hawái”, explica. “Utilicé software astrométrico para analizar esas imágenes y buscaba algún movimiento de puntos con las características de un asteroide”.

Después de examinar las imágenes y enviar informes para su análisis, un día recibió una confirmación: había encontrado un asteroide. De momento, se llama PLS0003, pero con el tiempo Laysa tendrá la oportunidad de escoger un nombre permanente para él.

Una joven

Esa experiencia ha provocado que desee investigar más. “Quiero encontrar algún exoplaneta, es uno de mis mayores sueños”.

Además, esto ha avivado su deseo de continuar con sus estudios científicos. En la actualidad, cursa una licenciatura en Física en una universidad federal.

Sin embargo, la astrofísica no es lo único que ayuda a Laysa a dirigir su mirada al cielo.

Espacio creativo

Aunque Laysa se enorgullece de su condición de cerebrito científico, explica que la palabra que la describe mejor es creativa.

“La música es una parte importante de quién soy”, dice ella. Desde pequeña, toca algún instrumento musical, primero el piano y luego el violín, el cual toca ahora en una orquesta estatal. Le encanta la asignación mensual del director de componer una breve pieza musical.

Una joven tocando el piano
Una joven tocando el violín

La literatura impulsa también su creatividad. “Me gusta leer obras clásicas de todo el mundo y me gusta escribir relatos y poemas; siempre estoy escribiendo algo”.

Este impulso de crear forma parte de la perspectiva que tiene de la vida. “Creo de verdad en el poder de la creatividad y la imaginación. Me encanta ser creativa en todos los ámbitos de la vida, incluso en física”.

Esta creatividad la ayuda a mirar al cielo. “Cuando estoy creando algo, estoy más cerca de mi Salvador y de mi Creador. Recuerdo a mi Padre Celestial, el conocimiento que Él me dio y esas oportunidades de aprender, y me siento muy agradecida”.

Buscar ayuda y guía del cielo

Para Laysa, el medio más importante de mirar al cielo consiste en orar y estudiar regularmente las Escrituras.

Por ejemplo, sobre su preparación para el examen de admisión a la universidad, dice: “Lo primero que hacía era orar y leer las Escrituras con anticipación. Pude ver al Señor ayudándome a aprender y a concentrarme mejor”.

Laysa se inspira en el ejemplo de Nefi. Cuando sus hermanos no oraban porque no creían que recibirían respuestas, Nefi les recordó la promesa del Señor: “… Si no endurecéis vuestros corazones, y me pedís con fe, creyendo que recibiréis, guardando diligentemente mis mandamientos, de seguro os serán manifestadas estas cosas” (1 Nefi 15:11).

“Cuando leo esto, me siento inspirada a preguntar a mi Padre Celestial lo que deseo saber, lo que debo saber para mi vida y para el momento actual”, dice Laysa.

Además, afirma esto en cuanto a la oración y al estudio de las Escrituras: “Me ayudan a ser fuerte y a tener una perspectiva optimista sobre el futuro”. Sabe que Dios está ahí y que la guiará y la ayudará.

Una joven

Ayudar a los demás a mirar al cielo

Cuanto más bendecida es por mirar al cielo, más desea Laysa ayudar a los demás a hacer lo mismo, comenzando por su casa.

“Quiero ayudar a mi familia, sobre todo a mi hermano menor, a seguir a Jesucristo”. Solo Laysa, su hermano y su abuela han estado activos en la Iglesia. Por eso, explica que ser un buen ejemplo y ayudar a su familia “es una de las metas más importantes de mi vida”.

También le encanta compartir el Evangelio con sus amigos. Una de sus amigas incluso fue bautizada después de que Laysa la invitara a que los misioneros le enseñaran. “Deseo hacer esto toda la vida, compartir la inspiración y el conocimiento que tenemos con otras personas. Necesitan tener esta felicidad, este consuelo, estas respuestas que nosotros tenemos”.

No resulta sorprendente, pues, que tenga planes de servir en una misión cuando cumpla diecinueve años, para poder compartir el evangelio de Jesucristo con aún más personas.

Además, quiere trabajar en su historia familiar para ayudar a recoger a Israel al otro lado del velo también. Ha ido ya al Templo de Campinas, Brasil, y está entusiasmada por el templo que se ha anunciado más cerca de su casa, en Belo Horizonte.

Jesucristo en una barca, mirando las estrellas

Calm and Stars [Calma y estrellas], por Yongsung Kim, Havenlight.com

Seguir mirando al cielo

Si Laysa pudiera compartir un mensaje con todos, dice que sería este: “No te rindas”.

“No te rindas en las cosas que te encantan, en las cosas justas que deseas”, dice. “Si seguimos intentándolo, si seguimos creyendo y estudiando, podemos contar con la ayuda del Señor”.

Ella ha visto esto en su familia porque, cuando tenía diez años, se le pidió que ofreciera un testimonio del bautismo en la presentación de la Primaria en la reunión sacramental. Sin embargo, ella aún no había sido bautizada, su mamá no le había dado permiso. Por ello, Laysa no estaba segura de lo que diría en el testimonio, pero siguió adelante. Entonces, sucedió un milagro. “Mi mamá estaba en la Iglesia ese día. No esperaba que ella fuera a estar allí. Ese mismo día, me dio permiso para ser bautizada”.

“En mi familia hemos progresado mucho en el Evangelio”. Su hermano ha sido bautizado e incluso leen las Escrituras con su mamá y, a veces, ella asiste a la Iglesia.

Debido a experiencias como estas, Laysa sabe que “Dios puede efectuar milagros en nuestra vida”.

“Creo que es así de sencillo: no te rindas y confía en el Señor. Él nos llevará a un lugar que no podemos ni tan siquiera imaginar”.