“Establecer un hogar más celestial”, Para la Fortaleza de la Juventud, octubre de 2022.
El lema y yo
Los jóvenes comparten la manera en que viven las palabras de los lemas de las Mujeres Jóvenes y de los cuórums del Sacerdocio Aarónico
Establecer un hogar más celestial
“Me prepararé para ser un […] esposo fiel y padre amoroso al ser un verdadero discípulo de Jesucristo”.
Al vivir el Evangelio, aprendo a servir a los demás, especialmente en mi casa. Cuando ayudo a mi mamá, ella se siente menos abrumada y las tareas domésticas son más ligeras para ella.
Mi mamá siempre nos dice que mantengamos la casa ordenada. Esto puede ser difícil con siete personas en casa, pero cuando estamos en una casa ordenada y limpia, podemos sentirnos más cerca de Dios.
Los profetas enseñan que el mejor lugar para aprender acerca del Evangelio es nuestro hogar. Normalmente estudiamos las Escrituras en familia; a veces es difícil, pero con esfuerzo logramos estudiar. Eso ayuda a que el Espíritu esté más presente en nuestro hogar y puede ayudarnos a resistir los ataques del mundo contra las familias.
Otra cosa que realmente fortalece a nuestra familia es hacer actividades juntos. Pueden ser cosas sencillas, como sentarnos fuera de la casa para hablar o salir a comer algo. Cuando hacemos eso, todos nos sentimos bien y nuestras relaciones familiares se fortalecen.
He aprendido que el ser un poseedor del sacerdocio es una gran responsabilidad. Hay mucho que puedo hacer para servir y bendecir a mis vecinos y, especialmente, para servir a mi familia por medio del sacerdocio. El ser responsable en mi llamamiento también es importante. Cada vez que se me llama a servir, trato de hacerlo de la mejor manera posible. Sé que lo mismo sucederá cuando tenga la gran responsabilidad de ser padre.
Al poner en práctica estas cosas y seguir el ejemplo de nuestro Salvador Jesucristo, me estoy preparando para ser un buen esposo y padre en el futuro. El ayudar a mi mamá y el esforzarme por vivir el Evangelio me lo han enseñado. Sé que Dios me ama y que desea que un día pueda guiar a mi familia con honor.
El autor vive en Rio Grande do Sul, Brasil.