“¿Cómo mantengo la esperanza cuando no recibí las bendiciones que esperaba?”, Para la Fortaleza de la Juventud, octubre de 2022.
Preguntas y respuestas
“¿Cómo mantengo la esperanza cuando no recibí las bendiciones que esperaba?”
Ten fe y confianza
“Podemos mantener nuestra esperanza teniendo fe y poniendo nuestra confianza en Dios. Aunque no seamos bendecidos en este momento, podemos obtener esas bendiciones con el tiempo”.
Poerani S., 15 años, Tahití
Ora pidiendo consuelo
“Puedo mantener la esperanza al orar sinceramente pidiendo consuelo al Padre Celestial. También puedo leer discursos de conferencia o testimonios de otras personas que han vivido situaciones similares, para ver cómo lograron mantener la esperanza”.
Heinarii S., 16 años, Tahití
Céntrate en Jesucristo
“Es importante tener esperanza, especialmente cuando esa esperanza se centra en Jesucristo. A veces las bendiciones que esperamos no llegan cuando queremos que lleguen. Cuando tenemos esperanza en el Señor —y no solo en las bendiciones que deseamos recibir de Él—, recibimos aun más de lo que esperábamos”.
Nilton R., 19 años, Argentina
Mantén una perspectiva eterna
“A veces, eso resulta triste y está bien. Mira hacia delante y mantén una perspectiva eterna; eso ayuda a mantener una actitud positiva. Hubo una época en la que no logré entrar en el equipo de baloncesto de la escuela y fue difícil, pero a medida que avanzaba el año, me di cuenta de que hubiera tenido más dificultades con el baloncesto que sin él. Mira más profundamente y fíjate en las pequeñas bendiciones que puedes recibir al hacerlo”.
Candice N., 16 años, Utah, EE. UU.
Saber que Él tiene un plan
“Mantengo mi esperanza al saber que el Padre Celestial todavía me ama y me bendice de otras maneras. Antes de que mi hermano falleciera, oré para que viviera, pero sabía que el Padre Celestial tenía un plan diferente para él y para mí. El Padre Celestial me bendijo con paz y sé que volveré a ver a mi hermano”.
Aaron P., 12 años, Utah, EE. UU.
Dios nos da lo que necesitamos
“Recordar que Dios nos dará lo que necesitamos, no siempre lo que deseamos, me sirve de ayuda. Podemos ver ejemplos de personas en las Escrituras a quienes se les negaron las bendiciones que pensaban que deseaban, pero más tarde recibieron las bendiciones que realmente necesitaban, las bendiciones más adecuadas para ellos”.
María B., 18 años, Uruguay