“Comparte lo que amas”, Para la Fortaleza de la Juventud, junio de 2023.
Comparte lo que amas
Tu amor por el Evangelio, por los demás y por el Señor te da poder para compartir el Evangelio.
Visité por primera vez el río Ribble, cerca de Preston, Inglaterra, cuando era un joven misionero que prestaba servicio en la Misión Británica. En julio de 1837, el apóstol y misionero Heber C. Kimball bautizó allí a los primeros conversos a la Iglesia restaurada de Jesucristo fuera de Norteamérica.
Mientras me encontraba en un puente sobre el río y pensaba en lo que había ocurrido allí, recibí un testimonio sobrecogedor de Jesucristo y Su evangelio restaurado.
Mi misión fue una experiencia maravillosa y decisiva en mi vida. Hoy en día, con frecuencia reflexiono sobre el gozo que ha sido para mí dedicar gran parte de mi vida a compartir el evangelio de Jesucristo. No puedo pensar en nada más importante.
La necesidad de compartir el Evangelio
Imagina que fueras un discípulo de Jesucristo en la época de Su resurrección. ¿Cuán maravilloso habría sido verlo y escuchar Su mensaje?
El impactante mensaje del Señor resucitado fue la invitación y el mandato de compartir Su evangelio. Él dijo: “[I]d y haced discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19), e “[i]d por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15).
El presidente Russell M. Nelson declaró que “el evangelio de Jesucristo nunca ha sido tan necesario como lo es actualmente […]. Tenemos la sagrada responsabilidad de compartir el poder y la paz de Jesucristo con todos los que escuchen y todos los que permitan que Dios prevalezca en su vida”1.
El Señor te necesita ahora
Vives en una época única y crucial: la última dispensación antes de la segunda venida de Jesucristo. El profeta José Smith profetizó que, antes de que el Señor regrese de nuevo, “la verdad de Dios seguirá adelante valerosa, noble e independientemente, hasta que haya penetrado en todo continente, visitado toda región, abarcado todo país y resonado en todo oído, hasta que se cumplan los propósitos de Dios y el gran Jehová diga que la obra está concluida”2.
¿Quién va a ayudar a lograr eso? ¡Tú!
No es necesario que seas misionero de tiempo completo para compartir el Evangelio. El Señor te necesita ahora para que el compartir Su gozoso y eternamente significativo Evangelio en palabra y obra sea un modo de vida y una parte de quién eres.
Céntrate en el amor
La razón más importante por la que compartimos el Evangelio es que el Señor nos lo ha pedido. A veces puede ser difícil, pero te aseguro que, a medida que te centres en el Señor Jesucristo, en cuánto lo amas y en cuánto te ama Él a ti, se te guiará en tus esfuerzos.
Tu amor por el Evangelio, por los demás y, lo más importante, tu amor por el Señor te darán poder para aceptar Su invitación divina de compartir Su evangelio.
Ama el Evangelio
El Señor ha dicho: “Aprende de mí” (Doctrina y Convenios 19:23; véase Mateo 11:29). Cuanto más estudies el Evangelio y aprendas sobre Jesucristo y Su sagrada misión como el Salvador y Redentor, más crecerá tu amor por el Evangelio.
Compartes tu amor por el Evangelio al vivirlo. El apóstol Pablo enseñó: “[S]é ejemplo de los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en espíritu, en fe y en pureza” (1 Timoteo 4:12). Con frecuencia, las personas se muestran receptivas al Evangelio debido a que han tenido experiencias positivas con miembros de la Iglesia. Por favor, no vivas con un camuflaje espiritual. Deja que “alumbre [tu] luz” (Mateo 5:16) y muestra a los demás que el Evangelio es una parte importante de quién eres y de lo que haces.
Ama a los demás
Piensa en tus amigos. ¿Compartes con ellos las películas, la música y la comida que te gusta? ¿Compartes tus talentos y pasatiempos? Tal vez te hayas preguntado si responderán positivamente al Evangelio si lo compartes con ellos. Nunca lo sabrás a menos que lo intentes. El presidente Nelson enseñó: “Todos merecen la oportunidad de saber en cuanto al evangelio restaurado de Jesucristo”3.
Acércate con amor a tus amigos, familiares, vecinos, compañeros de clase y otras personas —recordando que son tus hermanos y hermanas, e hijos amados de tu Padre Celestial— y te resultará más fácil compartir el Evangelio con ellos.
Ama al Señor
¡Como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nuestro mensaje al mundo es que Jesús vive! Él ha hecho posible que cada uno de nosotros obtenga la salvación y la exaltación.
Sentirás el amor que el Señor te tiene al meditar en todo lo que Él ha hecho por ti. Tu alma se llenará de amor por Él y descubrirás que no podrás evitar compartir las maravillosas verdades que has recibido de Él.
Grande será tu gozo
Mi experiencia espiritualmente inspiradora en el puente sobre el río Ribble cuando era un joven misionero me brindó el gozo eterno que se promete a quienes comparten el Evangelio (véase Doctrina y Convenios 18:15).
Como apóstol del Señor Jesucristo, estoy aún más seguro hoy en día de que compartir el Evangelio es un gozo y una expresión profunda de nuestro amor por el Evangelio restaurado, por los hijos de Dios y por el Señor.
Testifico que al aceptar la invitación del Señor y compartir lo que amas, lo ayudas a edificar Su Iglesia y a preparar al mundo para Su regreso, cuando “Él regirá como Rey de reyes y reinará como Señor de señores”4. Ruego que lo sigas a Él y compartas Su evangelio a lo largo de tu vida.