Suficiente para mí

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Mujer joven

Cuando me mudé a Irlanda, mis creencias me hicieron sentir diferente a los demás. Me di cuenta de que necesitaba entender por qué hacía lo que hacía. Después de estudiarlo un poco, llegué a la conclusión de que era feliz al vivir los mandamientos.

Pero entonces, el año pasado, me pasó lo mismo otra vez. Empecé a pensar en lo que quiero hacer cuando me gradúe, como por ejemplo, si iba a ir o no a la misión. Sabía que si servía en una misión, debía creer en las cosas que enseñaría a las personas.

Comencé a profundizar en mi estudio de la religión. Lo más importante es que comencé un estudio profundo del Libro de Mormón. Era la primera vez que leía el Libro de Mormón sin prisa y con espíritu de oración. Esperaba saber en forma repentina que el libro era verdadero, como le sucedió a mi papá cuando se unió a la Iglesia. Sabía que cuando lo leía, me sentía feliz y más cerca de Dios, pero no tenía ese mismo sentimiento intenso.

Esperé para leer el último capítulo con los misioneros de nuestra zona. Sin saber cómo me sentía, uno de ellos comenzó a hablar de cómo había tenido una experiencia similar. Él dijo que para algunas personas, obtener un testimonio es como encender un interruptor de luz, pero para otras, es como el sol al amanecer. “Y eso es suficiente para mí”, dijo él.

Yo no soy perfecta. No leo algunos días, simplemente porque me olvido, o a veces porque busco excusas para no leer. Mi testimonio del Libro de Mormón todavía está creciendo, pero creo que es verdadero. Siento mucho amor por el Libro de Mormón. Cuanto más lo leo, más crece ese amor y mis preguntas son contestadas.

Y por ahora, eso es suficiente para mí.

Meka S., 17 años, Dublín, Irlanda

Le gusta dibujar, hacer ganchillo y tocar la guitarra.