El presidente Hinckley dedica el Templo de Snowflake, Arizona
El 3 de marzo, el presidente Gordon B. Hinckley dedicó en cuatro sesiones el Templo de Snowflake, el segundo del estado de Arizona y el número 108 de la Iglesia.
“Estamos agradecidos por los que establecieron los fundamentos de ésta y de las demás comunidades cercanas”, dijo el presidente Hinckley en su oración dedicatoria, refiriéndose a los primeros colonizadores Santos de los Últimos Días que llegaron a la región de Snowflake en 1878 a petición del presidente Brigham Young. “Ellos lucharon durante mucho tiempo en contra de adversidades de toda clase. Ahora, los de su posteridad disfrutan de los dulces frutos de sus esfuerzos, y todo lo corona este magnífico y hermoso templo”.
Acompañaron al presidente Hinckley el élder Neal A. Maxwell, del Quórum de los Doce Apóstoles y el élder Dale E. Miller, de los Setenta, Segundo Consejero de la Presidencia del Área Norteamérica Suroeste.
Al nuevo templo asistirán los miembros de la Iglesia del noreste de Arizona y una pequeña parte del oeste de Nuevo México. El distrito del templo también incluye los miembros que viven en las reservas apache, hopi, navajo y zuni. El interior del templo ha sido decorado con diseños y mobiliario típico de los indios americanos, como tapetes, cestos de mimbre y cerámica hechos a mano.
Snowflake y la población aledaña de Taylor fueron colonizados en 1878 como parte de la empresa de colonización que inició el presidente Brigham Young. En 1880, el élder Wilford Woodruff, en aquel entonces miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, alentó a los atribulados santos a perseverar al mencionar la posibilidad de que hubiera un templo entre ellos. Las declaraciones proféticas posteriores se atribuyen a los Presidentes de la Iglesia John Taylor (1808–1887) y Joseph F. Smith (1838–1918). Los fieles santos se aferraron a esas promesas, transmitiéndolas de generación en generación.
“La historia y las leyendas de Snowflake están repletas de esos relatos”, afirmó el presidente del templo Leon T. Ballard, originario de Snowflake. “Me crié escuchando esas cosas; es por esa razón que lo considero un templo profético”.
“Este templo es la respuesta a profecías que fueron hechas”, dijo Dean Porter, coordinador del comité del Templo de Snowflake, Arizona. “Es un tributo, no tanto a nosotros, sino a nuestros antepasados pioneros a quienes se les pidió abandonar sus hogares en Utah y forjarse una nueva vida aquí”.
A la dedicación del templo asistieron más de 11.000 miembros. Aunque la región de Snowflake tiene una población de sólo 9.000 personas, más de 94.000 asistieron al programa de puertas abiertas que se llevó a cabo del 2 al 16 de febrero. El presidente Ballard dijo que muchos de los visitantes habían ido debido a los lazos que sus antepasados habían tenido con ese lugar. “Y en su entusiasmo, trajeron a sus amigos”, dijo. El entusiasmo por el nuevo templo no ha disminuido desde que fue dedicado. “Efectuamos 24 sesiones a la semana, y casi todas han estado totalmente llenas”, afirmó el presidente Ballard.