Mensaje de las Maestras Visitantes
Deseemos aprender durante toda la vida
Lean lo siguiente con las hermanas a las que visiten y comenten las preguntas, los pasajes de las Escrituras y las enseñanzas de los líderes de la Iglesia. Compartan sus experiencias y testimonios e inviten a las hermanas a hacer lo mismo.
Presidente Gordon B. Hinckley: “Pertenecen a una iglesia que apoya la educación… En el perfeccionamiento de la mente existe una esencia divina. ‘La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad’ (D. y C. 93:36). ‘Cualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección’ (D. y C. 130:18)… El obtener una educación es una inversión que nunca deja de pagar sus dividendos, ya sea de una forma u otra” (“Alcanzad vuestro potencial divino”, Liahona, enero de 1990, pág. 96).
D. y C. 88:118: “Y por cuanto no todos tienen fe, buscad diligentemente y enseñaos el uno al otro palabras de sabiduría; sí, buscad palabras de sabiduría de los mejores libros; buscad conocimiento, tanto por el estudio como por la fe”.
Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles : “Buscamos conocimiento al estudiar la sabiduría acumulada en las distintas ciencias y artes y al utilizar el poder de razonamiento que nuestro Creador nos ha dado. También debemos buscar conocimiento por la fe en Dios, el dador de la revelación… Los investigadores que han pagado el precio con su sudor han sido iluminados por la inspiración. La adquisición de conocimiento por revelación es un premio extra para los que investigan las ciencias y las artes, pero es el método fundamental para los que quieran conocer a Dios y las doctrinas de Su Evangelio. En esta área de conocimiento, la erudición y la razón no son suficientes” (“Las voces distintas”, Liahona, julio de 1989, págs. 36–37).
D. y C. 88:77–79: “Y os mando que os enseñéis el uno al otro la doctrina del reino. Enseñaos diligentemente, y mi gracia os acompañará, para que seáis más perfectamente instruidos en teoría, en principio, en doctrina, en la ley del evangelio, en todas las cosas que pertenecen al reino de Dios, que os conviene comprender; de cosas tanto en el cielo como en la tierra, y debajo de la tierra; cosas que han sido, que son y que pronto han de acontecer; cosas que existen en el país, cosas que existen en el extranjero; las guerras y perplejidades de las naciones, y los juicios que se ciernen sobre el país; y también el conocimiento de los países y de los reinos”.
Presidente Spencer W. Kimball (1895–1985): “Debemos capacitarnos para aclarar las mentes, sanar los corazones quebrantados y edificar hogares… en los que se pueda nutrir la salud mental y espiritual… La instrucción que recibimos debiera enseñarnos no sólo cómo construir un puente que nos permita cruzar el río Niágara o uno como el ‘Golden Gate’, sino que debiera instruirnos sobre cómo cruzar las profundas lagunas de la falta de entendimiento, el odio y la discordia del mundo” ( The Teachings of Spencer W. Kimball, editado por Edward L. Kimball, 1982, pág. 391).
Presidente Brigham Young (1801–1877): “Nunca dejaré de aprender mientras viva ni cuando llegue al mundo de los espíritus, pero allí aprenderé con mayor facilidad; y cuando una vez más reciba mi cuerpo, aprenderé mil veces más rápido en mil veces menos tiempo; y aun entonces no cesaré de aprender” ( Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young, 1997, pág. 206).
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El comprender el significado de la frase “línea sobre línea” (D. y C. 98:12), ¿por qué nos puede servir de guía en nuestros esfuerzos por aprender durante toda la vida?
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Al cumplir con el mandato de seguir aprendiendo durante toda la vida, ¿cómo podemos motivar a nuestra familia y a todos aquellos sobre quienes ejerzamos cierta influencia para que hagan lo mismo?