2003
Preparémonos para resistir la tentación
julio de 2003


Mensaje de las Maestras Visitantes

Preparémonos para resistir la tentación

Por medio de la oración, seleccione y lea de este mensaje los pasajes de la Escrituras y las enseñanzas que satisfagan las necesidades de las hermanas a las que visite. Comparta sus experiencias y su testimonio e invite a las hermanas a las que enseñe a hacer lo mismo.

¿Cómo puede una perspectiva eterna ayudarnos a resistir la tentación?

Alma 34:39: “[Estad] continuamente prontos para orar para que no seáis desviados por las tentaciones del diablo, para que no os venza, ni lleguéis a ser sus súbditos en el último día; porque he aquí, él no os recompensa con ninguna cosa buena”.

Presidente Howard W. Hunter (1907–1995): “Sin tentación, enfermedades, dolor y pesares, no podría haber bondad, ni virtud ni aprecio alguno por el bienestar ni por la felicidad. La ley de la oposición hace posible la libertad de elección; por lo tanto, nuestro Padre Celestial ha mandado a Sus hijos: ‘Elegid hoy servir a Dios el Señor que os hizo’ (Moisés 6:33). Él nos ha aconsejado que cedamos el paso a Su Espíritu y que opongamos resistencia a la tentación” (“¡Dios probará a Su pueblo!”, Liahona , julio de 1980, pág. 35).

Coleen K. Menlove, presidenta general de la Primaria: “Aun dentro de la Iglesia hay personas que no son felices, y que personas que suelen ser felices tienen momentos de estrés, de preocupaciones, de desafíos y desánimo. Eso también forma parte del gran plan de felicidad. La vida terrenal es una etapa de prueba, lo cual significa que debe haber momentos de dolor y de incomodidad. Sin embargo, si confiamos con paciencia en el plan eterno, podremos experimentar felicidad a diario y tener la esperanza de ser ‘felices para siempre jamás’ ” (“Vivir felices para siempre jamás”, Liahona , julio de 2000, pág. 14).

¿Cómo podemos prepararnos para resistir la tentación?

Mateo 26:41: “Velad y orad, para que no entréis en tentación”.

Presidente Thomas S. Monson, Primer Consejero de la Primera Presidencia: “Mientras amemos el templo, encontremos gozo en él y asistamos al templo, nuestra vida será un reflejo de nuestra fe. Al entrar en esas santas casas de Dios y recordar los convenios que concertamos en su interior, seremos capaces de soportar toda prueba y vencer toda tentación” ( Be Your Best Self , 1979, pág. 56).

Presidente James E. Faust, Segundo Consejero de la Primera Presidencia: “El temor al poder de Satanás no debe paralizarnos. Él no puede ejercer poder sobre nosotros a menos que se lo permitamos. Él es un cobarde y, si somos firmes, retrocederá” (“El gran imitador”, Liahona , enero de 1988, pág. 35).

Élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Si adoptas una postura firme a favor de lo que es justo, si estableces valores personales y haces convenio de observarlos, cuando vengan las tentaciones y actúes de acuerdo con tus valores, te verás fortalecido y recibirás fuerzas más allá de tu propia capacidad si hay necesidad de ello. La dificultad aparece cuando entras en batalla con la tentación sin un plan determinado” (“Haz tú lo justo”, Liahona , marzo de 2001, pág. 14).

¿Qué podemos hacer cuando sucumbimos a la tentación?

Presidente Gordon B. Hinckley: “Tal vez en ocasiones tropecemos, pero doy gracias al Señor por los grandes principios del arrepentimiento y del perdón. Cuando dejamos caer la pelota, cuando cometemos un error, viene a nosotros la palabra del Señor de que Él perdonará nuestros pecados y no los recordará más” (“No dejemos caer la pelota”, Liahona , enero de 1995, pág. 55).