2008
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Abril de 2008


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Bálsamo sanador

La revista Liahona es realmente una brújula en mi vida. Es un bálsamo sanador de mis heridas y me da esperanza cuando estoy desanimada. Los artículos contienen respuestas a mis preguntas y disipan mis dudas. Conforme leo los testimonios, los discursos de la conferencia y los comentarios, mi fe en el Creador crece y me siento más cerca de los miembros de la Iglesia, quienes irradian su luz por medio de la revista.

Carmen Moscoso, Suiza

Números dedicados a un solo tema

He observado que a veces hay números especiales de la revista Liahona. Dos ejemplos de ello son el número para los nuevos conversos (octubre de 2006), que valoro profundamente, y el número para los que se están preparando para servir en una misión (marzo de 2007).

¿Podrían publicar un número para los investigadores y los familiares de los nuevos conversos? Es difícil para mí compartir el Evangelio con mi familia porque piensan que no creemos en Dios ni en Jesucristo. Me gustaría tener material disponible que les abra los ojos, que disipe sus dudas y que les ayude a respetar la decisión que he tomado.

Héctor Leal Reyes, México

De mayor valor que el oro

Descubrí por primera vez la revista Liahona cuando me uní a la Iglesia hace varios años. Al principio no le di mucha importancia, pero con el transcurso del tiempo llegó a convertirse en una de las cosas más maravillosas de mi vida y la clave de mi éxito. Fortaleció mi testimonio del Evangelio restaurado y me ayudó a mantenerme fuerte en la Iglesia. Gracias a esa fuerza, pude resistir las tentaciones y dar un buen ejemplo a un compañero de trabajo, que con el tiempo fue bautizado y confirmado.

Es maravilloso estudiar y compartir la revista Liahona. Será una ayuda para mí el resto de mi vida y estoy muy agradecido de recibir los mensajes del profeta y de los apóstoles del Señor cada mes. La revista Liahona es más dulce para mí que la miel y de más valor que el oro.

Aldemir Guanacoma Ave, Bolivia

Pequeños misioneros

El artículo “Anillos HLJ en el despacho de la directora” (marzo de 2007), que trata de una niña que le habló a la directora de su escuela sobre la Iglesia cuando ésta le preguntó en cuanto al anillo HLJ que llevaba puesto, inspiró a mi hijo de cinco años y a otros niños de la Primaria de nuestra rama a siempre llevar puestos sus anillos HLJ.

Mi hijo y otro niño tuvieron su primera experiencia misional cuando sus maestras de la escuela les preguntaron en cuanto a los anillos y ellos pudieron hablarles sobre la Iglesia.

Aleksey Dobrovolskyy, Ucrania

Un tesoro para el alma

Cuando tenía poco tiempo de haberme bautizado, una hermana me invitó a suscribirme a la revista Liahona. Al principio no la leía mucho, pero con el tiempo me di cuenta del inmenso valor que tiene. Sus mensajes han fortalecido mi espíritu y han sido la contestación a mis oraciones. Lo primero que leo es el mensaje de la Primera Presidencia y el de las maestras visitantes. También he compartido la sección de los niños con mi hijo Ricardo y estoy muy contenta de tener la revista actualmente.

Por medio de la revista Liahona, he aprendido y he progresado de muchas formas, tanto emocional como espiritualmente. Sin duda alguna, vale la pena hacer el esfuerzo de escudriñarla. Es un tesoro para el alma y una guía en los momentos de oscuridad, tal como las Escrituras. Tengo una mejor idea de cómo enfrentar el mundo en éstos, los últimos días, y estoy agradecida por haberla podido disfrutar durante 14 años.

Sylvia Figueroa-Ostolaza, Puerto Rico