Trabaja para fortalecer a tu familia
“Por mi familia eterna hoy debo trabajar” (“Mi familia eterna”, Bosquejo de la Presentación por los niños en la reunión sacramental y del Tiempo para compartir 2009, págs. 10–11).
¿Has pensado alguna vez en todas las familias de las que formas parte? Todas las familias que se describen en estas páginas son importantes y te ayudan a crecer. Para cada familia, busca dos escenas de abajo que muestren una manera en la que puedes edificar a tu familia.
La familia del Padre Celestial
Tienes padres celestiales perfectos e inmortales que te aman de una manera perfecta y que saben todo lo que ocurre en tu vida. Siempre serás parte de esa familia, así como también lo serán todos los otros hijos del Padre Celestial procreados en espíritu. Eso significa que todas las personas de la tierra son tus hermanos o hermanas en espíritu.
Tu familia
Éstas son las personas a las que conoces mejor: mamá, papá, tus hermanos y hermanas. El Padre Celestial te puso en una familia para que tuvieras a personas que te amen, te enseñen y te ayuden a crecer.
Tus parientes
Los abuelos, primos, tías y tíos son algunos de tus parientes. ¡Eso te da aún más personas a quienes amar!
Tu futura familia
La persona con la que te cases algún día y los hijos que tendrás serán parte de esa familia tan importante. Haz planes de sellarte en el templo y de vivir el Evangelio en tu hogar para que tu familia pueda estar junta para siempre.
Tu familia de la Iglesia
Los miembros de tu barrio o rama son como miembros de una familia que se preocupan los unos por los otros y tratan de ayudarse mutuamente. Los miembros de la Iglesia se llaman unos a otros “hermano” y “hermana” porque han aceptado el evangelio de Jesucristo por medio del bautismo. Todos los miembros de la Iglesia alrededor del mundo son una gran familia.