Nuestra página
Con oración, el miedo y el dolor pasan pronto
Un domingo, un gato enfermo entró en nuestra casa; maulló muy fuerte y de forma extraña, y no salía de la casa. Yo le tenía miedo, de modo que decidí orar. Cuando terminé la oración, mamá había podido sacar el gato de la casa.
Hace poco, mamá se sometió a una operación dolorosa y oré mucho para que la operación saliera bien. Cuando ella llegó a casa del hospital, la vi llorando y dijo que tenía dolor. Le pregunté si le gustaría que yo ofreciera una oración y dijo que sí. Me arrodillé y le pedí al Padre Celestial que se le pasara el dolor. Cuando terminé la oración, mi madre estaba sonriendo y me abrazó y me besó.
Sé que el Padre Celestial es amoroso y bondadoso; sé que cuando tengo miedo o dolor, puedo orar y el miedo y el dolor pasarán pronto.
Helaman F., 5 años, Brasil
Helaman y su hermano Ezra, de 10 años