¿Piensas más en recibir o en dar?
¿Te has detenido a pensar en por qué prestas servicio a los demás y guardas los mandamientos? Este mes sería una buena ocasión para pensar en ello mientras aprendes en tus clases de la Iglesia sobre cómo edificar el Reino de Dios. Puedes preguntarte: ¿me motiva más lo que puedo recibir o lo que puedo dar?
Las preguntas que ves arriba te ayudarán a determinar si tiendes a mirar hacia adentro (a pensar en ti) o hacia afuera (a pensar en los demás).
No está mal pensar en las bendiciones que recibirás, pero si descubres que tiendes más a mirar hacia ti que hacia los demás, intenta elevar la vista. El presidente Thomas S. Monson nos ha enseñado: “Recuerden que esta obra no es de ustedes ni mía solamente. Podemos alzar la mirada y pedir la ayuda divina” (“Cumple tu deber: Eso es lo mejor”, Liahona, noviembre de 2005, pág. 58).