2021
Él nos espera en la gloria del sol
Agosto de 2021


Páginas Locales

Él nos espera en la gloria del sol

Como única miembro de la Iglesia en mi familia, siempre he sido fuerte y constante a mis convenios. Durante un tiempo me había sentido vacía; no sabía el porqué. Tal vez porque sentía que todo se había desmoronado; necesitaba crecer y madurar.

Mientras me sentía de esa forma, nunca dejé de orar; magnificaba mi llamamiento, buscaba consuelo en las Escrituras, en mi bendición patriarcal y en nutrirme espiritualmente cada domingo; pero aun así, ¡me hacía falta algo!

La Conferencia General de octubre de 2019 fue espectacular, y el mensaje que estremeció mi corazón fue el de la Hna. Reyna I. Aburto, “En sol y sombra, Señor acompáñame”, donde nos compartió que todas nuestras aflicciones serán consumidas en el gozo de Cristo.

Y fue así. Me había sentido vacía y no sabía por qué; y era porque la tristeza y la ansiedad en mi vida me invadían. No podía asimilar muchas cosas en mi vida, situaciones y personas. Nunca había sentido tanta tristeza en mi vida. Había olvidado mis metas durante un tiempo y una de ellas era poder recibir mis investiduras en el templo.

El mensaje “En sol y sombra, Señor acompáñame” era claro y preciso; tenía que expresarme más abiertamente a mi Salvador cómo me sentía, elevar mi corazón a Dios; y Él me abrazó. Me recordó que nunca me dejaría; recordé mis convenios, mi propósito, y que mi felicidad depende de mí; que independientemente de la situación, debo ofrecer amor y percibir la luz que Jesucristo me brinda.

Y fue así; Él preparó el camino para mí, sanó mi corazón. Sabía que durante el tiempo difícil que vivimos era necesario que yo aprendiera y fuera aún mucho más fuerte actualmente.

El Salvador me invitó a tener una nueva y mejor versión de mí, dándome la oportunidad de progresar más y amar las cosas sencillas y difíciles de la vida.

El presidente Russell M. Nelson nos compartió que nosotras las mujeres tenemos acceso directo al cielo, y aquellas hermanas que hemos sido investidas “han recibido y han hecho convenios sagrados con Dios en Su templo. De esos convenios fluye sobre ustedes una investidura del poder del sacerdocio de Él”.

Y he sido bendecida, y con amor sé que Él nos espera ansiosamente en la gloria del sol.