“Ministrar con mayor conocimiento”, Liahona, enero de 2023.
Principios de ministración
Ministrar con mayor conocimiento
No hace falta tener todas las respuestas, pero llegar a conocerlo a Él mejor nos ayudará a ministrar como lo hizo el Salvador.
Jesús nos mostró un modelo de aprendizaje
A medida que el Salvador crecía, “se fortalecía y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él” (Lucas 2:40). Se usa el termino se fortalecía,dando a entender que crecía gradualmente, como cuando la luna crece durante el transcurso del mes. Lucas agrega que “Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52). Jesús no obtuvo de repente una plenitud de conocimiento, sino que lo fue adquiriendo con el tiempo (véase Doctrina y Convenios 93:12–14).
Cuando Jesús tenía doce años, Sus padres lo encontraron en el templo, el lugar central de adoración en Jerusalén, “sentado en medio de los doctores de la ley, y estos le oían y le hacían preguntas” (Traducción de José Smith, Lucas 2:46 [en Lucas 2:46, nota b al pie de página]). Debido a que el aprendizaje había sido una parte importante de Su crecimiento, cuando llegó la oportunidad de enseñar a los que se hallaban en el templo, Él estaba preparado. Su enseñanza allí ejerció un efecto asombroso en aquellas personas y en Sus padres.
Utilizar el conocimiento en la ministración
A continuación se presentan tres maneras en que el desarrollo del atributo cristiano del conocimiento puede ayudarnos en nuestra ministración:
-
A medida que lleguemos a conocer al Salvador y aprendamos acerca de Sus atributos, sabremos mejor lo que Él haría para ministrar si estuviera en nuestro lugar.
-
Al aumentar el conocimiento y la comprensión del Evangelio, estaremos en una posición más favorable para que el Espíritu Santo nos recuerde lo que necesitemos en el momento preciso (véase Juan 14:26). Esto puede ayudarnos a entender las necesidades de aquellos a quienes ministramos y a responder a sus preguntas o preocupaciones.
-
A medida que aumentemos nuestra capacidad de aprender, mejoraremos nuestra capacidad de conectarnos mejor con los demás o de prestarles servicio. Tal vez aprendamos más sobre algún tema para relacionarnos con un amigo que esté interesado en él, o quizás aprendamos ciertas habilidades que podrían ayudar a satisfacer una necesidad.
Adquirir conocimiento nos puede ayudar a ministrar de muchas maneras. Además, “[c]ualquier principio de inteligencia que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección” (Doctrina y Convenios 130:18).
Desarrollar conocimiento
¿Cómo podemos desarrollar el atributo cristiano del conocimiento? A continuación se dan algunas ideas:
-
Recuerde que aun Jesús aprendió gradualmente a lo largo del tiempo. Sea diligente, pero tenga paciencia consigo mismo. El aprendizaje tiene lugar “línea por línea, precepto por precepto” (2 Nefi 28:30).
-
Aprenda a distinguir las fuentes confiables de información (véase “Encontrar la verdad en la era de la desinformación”, en la versión digital de la revista Liahona de octubre de 2022).
-
Sea curioso. Aprenda acerca de lo que está sucediendo a su alrededor todos los días, haga preguntas, lea buenos libros y manténgase informado (véanse Doctrina y Convenios 88:79, 118; 90:15).
-
Aprenda por el estudio y por la fe (véase Doctrina y Convenios 88:118). Su capacidad para entender la verdad en cualquier tema mejorará al combinar el máximo esfuerzo intelectual con el máximo esfuerzo espiritual. Viva de manera que pueda contar con la ayuda del Espíritu Santo.