“Agradecido por los profetas y apóstoles vivientes”, Liahona, octubre de 2023.
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Agradecido por los profetas y apóstoles vivientes
Con la muerte de los apóstoles del Señor y el inicio de la Gran Apostasía, el mundo se sumió en una era de oscuridad espiritual. Después, siglos antes de la época de José Smith, el Señor comenzó a establecer las bases para la restauración de la plenitud del Evangelio.
La invención de la imprenta, el Renacimiento, la Reforma, el descubrimiento de América por parte de los europeos y otros acontecimientos fueron todos preparatorios para lo que ocurriría en la Arboleda Sagrada “por la mañana de un día hermoso y despejado, a principios de la primavera de 1820” (José Smith—Historia 1:14). En aquella mañana de primavera, volvió a haber en la tierra un profeta de Dios y ¡la era de oscuridad espiritual finalmente terminó!
En la revista Liahona de este mes, el presidente Dallin H. Oaks, Primer Consejero de la Primera Presidencia, nos enseña sobre la función indispensable de los profetas y apóstoles modernos, sus llaves y su autoridad del sacerdocio, y su función como testigos especiales del nombre de Jesucristo (página 4).
Un elemento clave de ser testigos es el carácter y los atributos divinos del Salvador, y el hacerse eco de Su invitación de ser “aun como yo soy” (3 Nefi 27:27).
En la página 10, comparto algunas reflexiones sobre la forma en que cada uno de nosotros puede “practicar la virtud” (Doctrina y Convenios 46:33) en nuestros esfuerzos por llegar a ser más como Jesucristo.
¡Cuán agradecido estoy por los profetas y apóstoles vivientes, que son testigos especiales de Jesucristo!
Élder Lynn G. Robbins
Setenta Autoridad General emérito