“Las pruebas del apóstol Pablo”, Liahona, octubre de 2023.
Las pruebas del apóstol Pablo
¿Qué ayudó a Pablo a sobrellevar la adversidad?
Except for These Chains [Excepto estas cadenas], © Pacific Press, bajo licencia de GoodSalt.com
¿Qué pruebas sobrellevó Pablo?
Pablo escribió: “Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado a la deriva en alta mar” (2 Corintios 11:25); y a pesar de todo ello, dijo: “… me gloriaré de lo que es mi debilidad” (versículo 30).
Pablo fue tratado “a modo de malhechor” (2 Timoteo 2:9) y encarcelado por un total de más de cinco años por predicar el Evangelio, pero eso no le impidió escribir cartas de aliento a sus amigos y a los líderes de la Iglesia. Tuvo el desafío de tener “un aguijón en [la] carne, un mensajero de Satanás que [lo] abofete[ara]” (2 Corintios 12:7). Dios no le quitó esa prueba, pero ayudó a Pablo a hallar fortaleza en su debilidad (véanse los versículos 8–10).
Paul Dictating Letter [Pablo dicta una carta], por Arthur Twidle, © Providence Collection, bajo licencia de GoodSalt.com
¿Qué motivaba a Pablo?
A pesar de los azotes y los encarcelamientos injustos, Pablo escribió: “… he aprendido a contentarme con lo que tengo” (Filipenses 4:11). Él perseveró a causa de su profunda esperanza y confianza en Jesucristo.
Pablo escribió que “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12), pero también reconoció que las pruebas “nos produce[n] un cada vez más y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:17). Pablo buscó una “corona de justicia” (2 Timoteo 4:8) y el “premio del supremo llamamiento de Dios” (Filipenses 3:14).
¿Cómo podemos perseverar como lo hizo Pablo?
Aunque nuestras pruebas no incluyan naufragios, azotes ni encarcelamientos, podemos emular la perseverancia de Pablo al mirar hacia Cristo. El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “El apóstol Pablo nos aconsejó que estuviéramos arraigados, fundamentados y firmes en nuestro amor por el Salvador y nuestra determinación de seguirlo”1.
En cuanto a su llamamiento apostólico, Pablo escribió: “… no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído” (2 Timoteo 1:12). Independientemente de cuáles sean nuestras pruebas, podemos recordar en quién creemos a medida que “nutramos, reforcemos y fortalezcamos más plenamente las raíces de nuestra fe en Jesucristo”2.