Voces de los miembros
Sirviendo en el templo
Cuando cumplí dieciocho años estaba preparándome para servir en una misión. Mi padre me invitó a servir como obrero en el templo los meses previos a mi partida.
El primer día que asistí estaba muy emocionado, hasta me dieron un gafete con mi nombre. Los días pasaron y fui comprendiendo que estaba haciendo una gran obra. Además, tenía la oportunidad de ayudar a muchos jóvenes y adultos a realizar sus ordenanzas.
Quiero testificar que esto fue algo único, es una experiencia que atesoraré por siempre. Espero que muchos padres motiven a sus hijos a poder participar en la obra que se realiza en los templos.