Misionero de servicio
Integrar la vida misional y la vida no misional


“Integrar la vida misional y la vida no misional”, Adaptarse a la vida misional de servicio: Cuadernillo de recursos, 2020

“Integrar la vida misional y la vida no misional”, Adaptarse a la vida misional de servicio

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Misioneros y miembros dan servicio vistiendo chalecos de Manos que Ayudan

Integrar la vida misional y la vida no misional

Uno de los propósitos de las misiones de servicio es “ayudar a cada misionero de servicio a prepararse para una vida de servicio” (“Misiones de servicio para jóvenes misioneros”, documento adjunto a la carta de la Primera Presidencia del 16 de noviembre de 2018). Usted puede cumplir ese propósito a medida que lleve a cabo su asignación de servicio mientras vive en su casa. No obstante, hacer esas cosas al mismo tiempo podría constituir un reto. Tendrá que administrar su tiempo cuidadosamente. Conforme sirva en la misión, también aprenderá a hacer cosas que la vida le requerirá después de la misión. Tendrá que buscar el equilibrio entre el trabajo, la familia, los estudios, la Iglesia, otro servicio que preste y el tiempo libre.

Su misión de servicio le brinda el momento y el entorno ideales para adquirir aptitudes de administración del tiempo. Tendrá flexibilidad y una estructura de apoyo para determinar y desarrollar sus talentos únicos. Después, podrá valerse de ellos para servir a los demás.

Hable con su líder de misión de servicio y su presidente de estaca en cuanto a metas que podría fijarse. Sus líderes también lo ayudarán a determinar cuáles son sus talentos. Debe incluir el desarrollo de sus talentos en las metas que se fije. Esas metas forman parte de su plan misional personalizado y lo ayudarán a equilibrar sus prioridades. Usted será el principal diseñador de su plan, ya que será su plan. Se personaliza de acuerdo con sus puntos fuertes, sus talentos, su capacidad actual y sus esperanzas y sueños futuros. Su equipo de apoyo le puede dar consejos y ánimo, pero usted es quien toma las decisiones.

Con ese equipo de apoyo, usted fijará metas alcanzables para después de su misión y elaborará planes a fin de lograrlas. Las aptitudes que desarrolle los bendecirán a usted y a otras personas el resto de su vida. Usted puede llegar a ser la persona que su amoroso Padre Celestial desea que sea. El Señor también lo ayudará a lo largo de este apasionante trayecto.

Si aprende a utilizar su tiempo con sabiduría, se preparará para toda una vida de servicio. Podrá vivir los dos grandes mandamientos, los cuales son: “… Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:37, 39).

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