“Mirad hacia mí”, Adaptarse a la vida misional de servicio: Cuadernillo de recursos, 2020
“Mirad hacia mí”, Adaptarse a la vida misional de servicio
Mirad hacia mí
Recuerde que el Salvador lo ama. Deposite su confianza en Él y en el poder que tiene para sanarlo y redimirlo. Dios tiene un plan perfecto para Sus hijos imperfectos. Esas son las buenas nuevas que usted demuestra al mundo por medio de su servicio y ejemplo. Recuerde estas promesas:
“De cierto, de cierto os digo, como dije a mis discípulos: Donde estén dos o tres congregados en mi nombre, respecto de una cosa, he aquí, allí estaré yo en medio de ellos, así como estoy yo en medio de vosotros.
“No tengáis miedo […] de hacer lo bueno, porque lo que sembréis, eso mismo cosecharéis. Por tanto, si sembráis lo bueno, también cosecharéis lo bueno para vuestra recompensa.
“Así que, no temáis, rebañito; haced lo bueno; aunque se combinen en contra de vosotros la tierra y el infierno, pues si estáis edificados sobre mi roca, no pueden prevalecer.
“He aquí, no os condeno; id y no pequéis más; cumplid con solemnidad la obra que os he mandado.
“Mirad hacia mí en todo pensamiento; no dudéis; no temáis.
“Mirad las heridas que traspasaron mi costado, y también las marcas de los clavos en mis manos y pies; sed fieles; guardad mis mandamientos y heredaréis el reino de los cielos” (Doctrina y Convenios 6:32–37).