Lección 7

¿Cómo podemos prepararnos para volver a estar juntos como familia?

El propósito de esta lección es ayudar a las familias de militares a comprender cómo los momentos de separación pueden hacerlas cambiar y cómo pueden prepararse para volver a estar juntos.

grupo familiar en picnic

Recursos

A continuación encontrará una lista de recursos que puede utilizar para estudiar este tema.

• Karen Sandberg Woodson, “Staying Connected”, Ensign, diciembre de 2014, págs. 52–55.

• Claigh H. Jensen, “About Trauma”, Ensign, febrero de 2008, pág. 49.

• “Supporting Military Families”, LDS.org

• “Family Readiness: Essential to Mission Readiness—Unit Deployment Guide for Families,” marineparents.com

• Doctrina y Convenios 121:7–8 — Sobrellevar las pruebas.

• Doctrina y Convenios 121:41–46 — El sacerdocio y los poderes del cielo.

Videos:

• “Nunca estamos solos”, Mensajes Mormones, LDS.org.

• “Soy mormón, optimista y soldado herido en la guerra”, LDS.org.

• “Let Not Your Heart Be Troubled”, en “Instructions to Priesthood Leaders”, lds.org/callings/military-relations/organization-leader-responsibilites.

• “I’m a Mormon and Wife of a Fallen Soldier”, LDS.org.

• “Life after War and Overcoming Post-Traumatic Stress”, AddictionRecovery.lds.org/videos.

Reseña de aprendizaje

“Cuando ambos estábamos esforzándonos por vivir cerca del Espíritu, mi esposo y yo descubrimos que también nos sentíamos unidos espiritualmente el uno al otro. Yo oraba y hasta ayunaba para seguir sintiéndome cerca de mi esposo, para que ambos sintiésemos consuelo mientras estuviéramos separados, y para poder volver a comunicarnos rápida y cómodamente cuando estuviésemos juntos de nuevo” (Karen Sandberg Woodson, “Staying Connected”, Ensign, diciembre de 2014, págs. 54–55).

Principio 1: Los tiempos de separación pueden aumentar su capacidad y fortalecerlo.

mujer de pie sola

“Ha sido difícil; no tengo a nadie en quién apoyarme. Algunas cosas las puedo hacer solo yo, y a veces no tengo la fuerza suficiente. Una noche, antes de la hora en que los niños se van a la cama, yo quería acostarme, pero aún tenía que preparar la cena, leer las Escrituras como familia, acostar a los niños [y] prepararme para la lección de Seminario de la mañana siguiente, y todavía no estaba segura de cuándo debía ducharme”.

—Martha Willis, esposa de James E. Willis, Ejército de los Estados Unidos

El tiempo que usted y su cónyuge estén separados puede ayudarlo a aumentar su capacidad de sobrellevar la pruebas. La separación estimulará cambios, y podría serle útil tener esto en mente al prepararse para volver a estar juntos como familia. Tanto usted como su cónyuge habrán soportado grandes presiones, y dichas presiones tal vez hayan provocado cambios significativos. Muchos de esos cambios serán para bien: quizás haya aumentado su capacidad de afrontar los desafíos o tal vez sienta más aprecio y gratitud por la vida y la familia. Conforme acudan al Señor, el tiempo que estén separados puede ayudarlos a fortalecerse y a prepararse para seguir estableciendo su familia cuando vuelvan a estar juntos.

¿Qué cambios desea realizar durante el tiempo que estén separados? Escriba dos o tres oportunidades de progreso personal que desee lograr.

Con el tiempo, las emociones que usted sienta al inicio del emplazamiento militar se estabilizarán dentro de una gama de emociones más controlables. Sus pensamientos se tornarán en una mentalidad más independiente, y usted se centrará mejor en sus responsabilidades. Eso indica que se está adaptando a sus circunstancias, y es una buena señal. Esos cambios son una parte normal del ciclo emocional del emplazamiento.

El Ciclo Emocional de un Emplazamiento Militar

etapa 4 del ciclo

Sin embargo, los momentos de separación también pueden provocar cambios perjudiciales. Usted puede evitar esa trampa aferrándose a los principios del Evangelio y a sus convenios. Debido a que tendrá un contacto limitado con su cónyuge, tal vez no sienta tanta responsabilidad de mantenerlo al tanto de lo que hace ni de cómo pasa el tiempo. No obstante, usted siempre es responsable ante su cónyuge y ante Dios de guardar sus convenios.

¿Qué puede hacer para seguir dando cuenta de sus decisiones a su cónyuge y a Dios? ¿Cómo continuará confiando en el Salvador durante el emplazamiento militar?

¿Cuáles son los desafíos de vivir con rectitud para el cónyuge que parte hacia una zona de operación militar y para el que se queda en casa?

Lea Doctrina y Convenios 121:7–8.

¿Cómo se aplica ese pasaje de las Escrituras a usted durante los momentos en que se encuentre separado de los miembros de su familia? ¿Qué significa sobrellevarlo bien?

Las siguientes declaraciones describen maneras en que los cónyuges pueden mantenerse en contacto y crecer espiritualmente durante los momentos de separación. La primera contiene sugerencias para el cónyuge que se queda en casa, y la segunda para el que parte hacia la zona de operación militar. Lea las declaraciones y considere cómo puede fortalecerse y permanecer cerca de su familia mientras estén separados:

“Yo… hallé paz al leer las Escrituras y las revelaciones modernas en busca de ayuda para saber cómo sobrellevar las pruebas y mantener una perspectiva eterna: el matrimonio es para siempre, ¡y este tiempo en que estamos separados solo es temporal! Además, tuve la oportunidad de desarrollarme espiritualmente de nuevas maneras, ya que tuve que apoyarme más en el Señor debido a que no podía apoyarme en mi esposo tanto como lo habría hecho en otro momento” (Karen Sandberg Woodson, “Staying Connected”, Ensign, diciembre de 2014, págs. 54–55).

“Aunque no esté presente físicamente, el miembro que se encuentra en una zona de operación militar puede ayudar a preparar las lecciones de la noche de hogar, tener consejos familiares, estudiar las Escrituras y participar en las oraciones familiares a través de correo electrónico, teléfono y otros medios de comunicación. Compartir anotaciones del diario personal es otra buena manera de estar cerca mientras se encuentra separado físicamente. Cuando un militar se comunica regularmente mientras está lejos, la familia experimenta menos problemas a su regreso” (“Supporting Military Families”, LDS.org).

Haga planes para hacer que la separación de los miembros de su familia sea un tiempo para fortalecerse. ¿Qué puede hacer para permanecer en contacto con su familia?

“Estar lejos de casa siempre ha sido más difícil para nosotros que estar de regreso. Sin duda existe la posibilidad de [un] tiempo de transición incómodo, pero normalmente nos acostumbramos bien a estar en presencia de la otra persona. Es importante jamás intentar minimizar ni hacer comparaciones que compitan con las pruebas que el cónyuge experimentó mientras uno estaba lejos. Se puede hacer mucho daño y causar resentimiento si uno invalida los desafíos del cónyuge simplemente porque usted fue la persona que partió a una zona de operación militar”.

—Sean Boyd, Marina de los Estados Unidos

Mire el video “Nunca estamos solos”, en el que Elaine S. Dalton, quien fue Presidenta General de la Mujeres Jóvenes, comparte la forma en que correr un maratón le enseñó acerca de la fortaleza que Dios nos da para sobrellevar las pruebas.

¿Cuáles de los principios que señala la hermana Dalton puede usted aplicar a su vida? La hermana Dalton señala que, sin importar cuánto nos hayamos preparado, siempre habrá obstáculos y desafíos. ¿Qué tipo de obstáculos espera tener debido al emplazamiento militar?

Principio 2: La preparación puede ayudar a crear una transición tranquila entre la separación y el reencuentro.

Usted debe entender que existe un ciclo emocional del reencuentro, tal como hay un ciclo emocional de la separación. Lea la siguiente información acerca de las diferentes etapas del regreso y el reencuentro.

El Ciclo Emocional de un Emplazamiento Militar

etapa 5 del ciclo

etapa 6 del ciclo

etapa 7 del ciclo

Lea Doctrina y Convenios 121:41–46.

¿Cómo se aplica ese pasaje de las Escrituras al período de adaptación luego de que su familia vuelve a estar junta? ¿Cuáles de las virtudes que se mencionan en ese pasaje de las Escrituras le gustaría aplicar más eficazmente a su propia vida?

“Había cosas que [mi esposo] debía resolver, y estaba dispuesto a recibir terapia para superar algunas de ellas.

“Estaba asustadizo; incluso cuando iba a la escuela primaria para algún evento, se ponía muy nervioso y miraba para todos lados cuando se movían las sillas.

“Teníamos que apoyarlo; teníamos que estar al tanto porque estábamos en nuestro mundo normal, y él estaba tratando de hacer lo que normalmente hacemos y debía tomarse el tiempo para volver a ser un hombre de familia. Aún necesitábamos seguir el programa de [la noche de hogar], las Escrituras, la oración, comunicándonos cuando las cosas se ponían difíciles y orando el uno por el otro sobre cosas específicas”.

—Felila Montoya, esposa de James Montoya, Guardia Nacional del Ejército (EE. UU.)

A continuación hay algunos consejos que podrían ayudarle durante ese período de transición:

• Tómeselo con calma; no trate de recuperar el tiempo perdido.

• Reconozca que las cosas serán difíciles.

• Hablen entre ustedes acerca de las experiencias difíciles, así como también de las alegres.

• Dediquen tiempo a volver a conocerse el uno al otro.

• Reconozca que su cónyuge pudo haber cambiado y aprenda a apreciar esos cambios.

• Prepárese: es probable que la realidad sea diferente a lo que usted había imaginado.

• Comuníquese abiertamente con su cónyuge y su familia.

• Planifique actividades familiares.

• Bríndeles confianza a sus hijos y dedique tiempo a cada uno de ellos.

• Planifique pasar tiempo con sus parientes.

• Absténgase de tomar el control.

• Realicen la oración familiar y el estudio familiar de las Escrituras todos los días, así como la noche de hogar cada semana.

Principio 3: Los sucesos traumáticos pueden conducir a un progreso extraordinario.

dos hombres hablando

“Para la mayoría de los militares, la reintegración a su familia ocurre sin mayores problemas. Sin embargo, algunos tienen reacciones graves a las experiencias que tuvieron en la guerra, las cuales pueden continuar después de su regreso a casa. Según las estadísticas, el 30 por ciento de los veteranos de guerra que regresan a casa continúan presentando reacciones a las experiencias traumáticas de la guerra. Si no se tratan, esas dificultades pueden convertirse en una enfermedad conocida como trastorno de estrés postraumático” (“Supporting Military Families,” LDS.org).

Si usted ha estado en una zona de operación militar y está experimentando síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT), tenga confianza en que, con la ayuda del Señor y de su familia —así como con la ayuda de un terapeuta profesional, si fuere necesario—, pronto podrá experimentar el crecimiento postraumático (CPT).

El crecimiento postraumático es la capacidad de experimentar cambios positivos en la vida como resultado del proceso de lucha contra un suceso o una crisis grave. Muchas personas que se ven afectadas por un trauma logran volver a tener una vida normal, pero es posible que primero necesiten un tiempo para adaptarse. Aquellos que experimentan dicho crecimiento manifiestan algunos de los siguientes cambios positivos:

1. Relacionarse con los demás de maneras más positivas. Por ejemplo, tal vez se acreciente su agradecimiento por las relaciones familiares.

2. Estar abierto a nuevas posibilidades: estar dispuesto a cambiar y a probar experiencias nuevas.

3. Descubrir y llegar a comprender sus fortalezas personales. Por ejemplo, su confianza en que puede manejar situaciones difíciles se ve acrecentada.

4. Experimentar un mayor crecimiento espiritual y desarrollar una fe más fuerte en Dios.

5. Tener más gratitud y una mayor sensibilidad por la importancia y el valor de su vida.

Tenga presente que el progreso que sigue a los sucesos traumáticos no implica que usted evitará todos los efectos negativos de sus experiencias. Dese tiempo para sanar, y apóyese en su Salvador y en su familia durante ese tiempo. Además, la sanación no significa que usted debe aceptar que su trauma es una buena experiencia. Aunque esas experiencias pueden producir cambios positivos en su vida, lo bueno que hay en ellas es una manifestación de la gracia y los milagros de Dios, y no una declaración en cuanto a si dichas experiencias fueron, en sí mismas, “buenas”. Recuerde que es normal querer evitar ese tipo de experiencias. Sin embargo, no siempre podemos controlar lo que nos sucede, por lo que debemos aprender a emplear hábitos que promueven la capacidad de recuperación y a ser sanados. (Véase Claigh H. Jensen, “About Trauma”, Ensign, febrero de 2008, pág. 49).

Escriba dos o tres aspectos en los que desee mejorar y progresar personalmente a causa de sus experiencias.

¿Cuáles son algunos obstáculos que evitan el progreso, y dónde puede encontrar el apoyo que necesita para sanarse?

El élder Robert C. Oaks, de los Setenta, dio valiosos consejos a aquellos que están en el proceso de sanarse de un trauma:

“Si ven que sus mejores esfuerzos por sacar esas imágenes de su mente no dan resultado, apóyense más plenamente en el Señor mediante la oración, el ayuno y la asistencia al templo. De ese modo, podrán hallar la paz que ustedes y sus familias se merecen. Participar en la comunidad, la Iglesia, la familia o en proyectos personales de servicio puede ser de gran ayuda para dejar atrás aquellas partes incómodas del pasado” (en “Let Not Your Heart Be Troubled” [video], lds.org/callings/military-relations).

Lea Doctrina y Convenios 98:1–3.

¿Cuál es el principio clave que usted puede destacar del consejo del Señor al profeta José Smith?

Mire el video “Soy mormón, optimista y soldado herido en la guerra”.

¿De qué manera pueden sus experiencias ayudar a definirlo en vez de destruirlo?

¿De qué manera Dios está al tanto de los detalles de su vida?

Decídase a actuar

Cree un plan para llevar a cabo lo que desee lograr durante el tiempo que esté alejado de los miembros de su familia.

¿A quién puede acudir en los momentos difíciles durante su emplazamiento militar y después de volver a estar junto con su familia?

¿Qué puede hacer para apoyar a otras personas que se encuentren en situaciones parecidas?

¿Qué puede hacer para superar los sentimientos de soledad?

Al final de la semana

¿Qué aprendió de esa experiencia?

Resumen de los puntos clave de la lección 7

1. Los períodos de separación pueden fortalecerlo de forma personal y como familia.

2. Existe un ciclo emocional del reencuentro, así como también de la separación. Ser consciente de esas emociones puede ayudarle a prepararse para experimentar una transición sin inconvenientes.

3. Algunos soldados pueden experimentar TEPT a su regreso; sin embargo, con ayuda y apoyo, pueden hacer que sus experiencias traumáticas conduzcan a un crecimiento positivo.

Notas