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Introducción a Fundamentos de la Restauración: Manual para el maestro (Religión 225)


Introducción a Fundamentos de la Restauración: Manual para el maestro (Religión 225)

¿Qué se espera de un maestro de religión?

Al prepararse para enseñar, es importante comprender el objetivo de Seminarios e Institutos de Religión:

“Nuestro propósito es ayudar a los jóvenes, y a los jóvenes adultos, a confiar en las enseñanzas y en la expiación de Jesucristo, a entenderlas, a hacerse merecedores de las bendiciones del templo y a prepararse a sí mismos, a sus familias y a los demás para la vida eterna con su Padre Celestial” (véase La enseñanza y el aprendizaje del Evangelio: Manual para maestros y líderes de Seminarios e Institutos de Religión, 2011, pág. x).

Usted puede alcanzar este propósito al vivir diligentemente el Evangelio, al enseñar eficazmente el Evangelio a sus alumnos y al administrar su clase o programa de manera apropiada. Al prepararse y al enseñar el Evangelio de esa manera, se hará merecedor de recibir la influencia del Espíritu Santo (véase D. y C. 42:14).

Usted tiene la oportunidad de ayudar a los alumnos a aprender por el Espíritu para que puedan fortalecer su fe y profundizar su conversión. Puede apoyarlos para que logren ese objetivo al ayudarlos a reconocer, comprender y sentir la veracidad y la importancia de doctrinas y principios significativos del evangelio de Jesucristo, así como a ponerlos en práctica.

El manual La enseñanza y el aprendizaje del Evangelio es un recurso esencial para entender el proceso de la enseñanza y aprender la manera de tener éxito en el salón de clases. Consúltelo a menudo.

¿Cuáles son los objetivos de este curso?

Este curso, Fundamentos de la Restauración (Religión 225), ofrece a los alumnos la oportunidad de estudiar las revelaciones fundamentales, la doctrina, los acontecimientos históricos y las personas de interés para el desarrollo de la Restauración de la Iglesia de Jesucristo tal como se encuentra en los libros canónicos, las enseñanzas de los profetas de los últimos días y la historia de la Iglesia. El curso proporcionará a los alumnos la base doctrinal y el contexto histórico necesarios para obtener una comprensión exacta de la doctrina y la historia de la Iglesia. Los alumnos aumentarán su capacidad de buscar la verdad, evaluar la validez y confiabilidad de las fuentes de información, y discernir la verdad del error. Los alumnos estudiarán las Escrituras, la doctrina de la Iglesia y la historia de la Iglesia de maneras que se relacionan con su vida y sus circunstancias. El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) testificó acerca de la realidad de la Restauración:

President Gordon B. Hinckley

“Ésta es la Iglesia restaurada de Jesucristo. Nosotros somos Santos de los Últimos Días. Testificamos que los cielos se han abierto, que se ha partido el velo, que Dios ha hablado y que Jesucristo se ha manifestado a Sí mismo…

“Gracias sean dadas a Dios por Su maravilloso otorgamiento de testimonio, autoridad y doctrina relacionados con ésta, la Iglesia restaurada de Jesucristo.

“Éste debe ser nuestro grandioso y singular mensaje al mundo, el cual no ofrecemos con jactancia. Testificamos con humildad, pero con solemnidad y absoluta sinceridad” (“El maravilloso fundamento de nuestra fe”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 81).

A medida que los alumnos desarrollen una mayor fe en Jesucristo y testimonios más firmes del Evangelio restaurado, aumentarán su compromiso de hacer convenios sagrados y guardarlos y estarán mejor preparados para compartir el mensaje de la Restauración.

¿Qué se espera de los alumnos?

Para recibir crédito para graduarse de instituto, a los alumnos se les requiere que lean los pasajes de las Escrituras, los discursos de las conferencias generales y otros materiales indicados en la sección “Material de lectura para el alumno” de cada lección. Los alumnos también deben cumplir con los requisitos de asistencia y demostrar que son competentes en el material del curso.

¿Cuál es la estructura de las lecciones de este manual?

Este curso está diseñado para durar un semestre; contiene 28 lecciones para períodos de clase de 50 minutos. Si la clase se reúne dos veces a la semana, enseñe una lección en cada período de clase. Si la clase se reúne sólo una vez por semana de 90 a 100 minutos, enseñe dos lecciones en cada período de clase. Cada lección contiene cuatro secciones:

  • Introducción

  • Lectura preparatoria

  • Sugerencias para la enseñanza

  • Material de lectura para el alumno

Introducción

Esta sección ofrece una breve introducción de los temas y objetivos de la lección.

Lectura preparatoria

Esta sección recomienda recursos, tales como los mensajes de profetas de los últimos días, que pueden ayudarlo a comprender más plenamente las doctrinas, los principios y las verdades del Evangelio que se analizan en la lección.

Sugerencias para la enseñanza

La sección “Sugerencias para la enseñanza” contiene información para ayudarlo a saber qué enseñar y cómo enseñarlo (véanse también las secciones 4.3.3 y 4.3.4 del manual La enseñanza y el aprendizaje del Evangelio). Las actividades sugeridas para el aprendizaje están diseñadas para ayudar a los alumnos a reconocer, comprender y poner en práctica verdades sagradas. Puede usar todas o algunas de las sugerencias y adaptarlas a su propio estilo de enseñanza y a las necesidades y circunstancias de sus alumnos. Al considerar cómo adaptar los materiales de las lecciones, siga este consejo del élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

Elder Dallin H. Oaks

“En ocasiones en que he estado presente, el presidente Packer ha enseñado que primero debemos adoptar y luego adaptar. Si conocemos bien la lección prescrita, entonces podemos seguir el Espíritu para adaptarla. Pero es una tentación, al hablar de esta flexibilidad, de empezar adaptando, en vez de comenzar adoptando. Debe haber equilibrio. El desafío es constante, pero el método de primero adoptar y luego adaptar es una buena forma de permanecer en terreno seguro” (“Mesa redonda con el élder Dallin H. Oaks”, transmisión vía satélite de Seminarios e Institutos de Religión, 7 de agosto de 2012, lds.org/broadcasts).

Este curso incluye declaraciones de los líderes de la Iglesia que es probable que estén disponibles en varios idiomas. Al prepararse para enseñar, usted puede adaptar las lecciones mediante el uso de otras declaraciones disponibles de líderes de la Iglesia que sean relevantes para el tema a tratar.

La sección “Sugerencias para la enseñanza” contiene la declaración de por lo menos una doctrina o principio, que aparece en negrita. Conforme los alumnos descubran esas doctrinas y principios y compartan lo que hayan aprendido, sus palabras tal vez difieran de las que aparecen en el manual. Cuando eso suceda, asegúrese de no insinuar que sus respuestas son incorrectas. Sin embargo, si una declaración podría ser más acertada, ayúdelos con mucho cuidado a clarificar su entendimiento.

Este curso de estudio muestra cómo incorporar los fundamentos de la enseñanza y el aprendizaje del Evangelio a un curso temático (véase La enseñanza y el aprendizaje del Evangelio, págs. 10, 24–32, 38–41). En los próximos meses, Seminarios e Institutos publicará un documento llamado “La enseñanza y el aprendizaje de las Escrituras en los Institutos de Religión”, el cual explicará con más detalle la manera de incorporar los fundamentos de la enseñanza y el aprendizaje del Evangelio en un curso temático.

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, describió algunos de los beneficios que provienen del estudio temático del Evangelio:

“Mientras que la lectura de un libro de las Escrituras de principio a fin ofrece una amplitud básica de conocimiento, el estudio temático aumenta la profundidad de nuestro conocimiento. El escudriñar las revelaciones buscando conexiones, modelos y temas incrementa nuestro conocimiento espiritual… extiende nuestra perspectiva y comprensión del Plan de Salvación.

“A mi juicio, el escudriñar diligentemente para descubrir conexiones, modelos y temas es parte de lo que significa ‘deleitarse’ en la palabras de Cristo. Este enfoque puede abrir las compuertas de la reserva espiritual, iluminar nuestro entendimiento por medio de Su Espíritu y producir una profundidad de gratitud por las Sagradas Escrituras y un grado de compromiso espiritual que no se puede recibir de ninguna otra manera. El escudriñar nos permite edificar sobre la roca de nuestro Redentor y resistir los vientos de maldad en estos últimos días“ (véase “Una reserva de agua viva”, charla fogonera del SEI para jóvenes adultos, 4 de febrero de 2007, págs. 2–3, lds.org/broadcasts).

Parte del material de este manual se basa en material del Manual de seminario de Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia.

Material de lectura para el alumno

Esta sección contiene una lista de pasajes de las Escrituras, discursos de líderes de la Iglesia y otros materiales que ampliarán el entendimiento de los alumnos con respecto a los temas en los que se hace énfasis en las lecciones. Asigne y anime a los alumnos a leer estos materiales antes de cada lección. Al estudiar esos materiales inspirados, no sólo estarán más preparados para participar en los análisis de la clase, sino que obtendrán un conocimiento mayor y más profundo de los temas del curso. Al principio del semestre, entregue a los alumnos una lista de todos los materiales de lectura para el alumno.

¿Cómo puedo prepararme para enseñar?

Conforme se prepare para enseñar, el Señor le ayudará. Al prepararse, tal vez le parezca útil plantearse las siguientes preguntas:

  • ¿He orado para recibir la guía del Espíritu Santo?

  • ¿He estudiado los bloques de Escrituras asignados y la lectura preparatoria?

  • ¿He leído el curso de estudio y determinado si hay algo que debo adaptar para que se ajuste a las necesidades de mis alumnos?

  • ¿Cómo puedo dar seguimiento a los alumnos para asegurarme de que estén aprovechando al máximo las lecturas asignadas?

  • ¿Cómo puedo ayudar a cada uno de mis alumnos a participar plenamente en la lección?

Las siguientes sugerencias también podrían serle útiles:

  • Aliente a los alumnos a leer los pasajes de las Escrituras y los artículos asignados antes de cada clase.

  • Tenga la expectativa de que los alumnos cumplirán su función de aprendices.

  • Brinde a los alumnos oportunidades frecuentes de explicar doctrinas y principios en sus propias palabras, de compartir experiencias pertinentes y de testificar de lo que saben y sienten.

  • Varíe las actividades de aprendizaje y la manera de enseñar durante cada lección y también de un día para otro.

  • Cree un ambiente de aprendizaje que invite al Espíritu y que les dé a los alumnos el privilegio y la responsabilidad de enseñar y de aprender unos de otros (véaseD. y C. 88:78, 122).

El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

Elder Richard G. Scott

“Asegúrense de que haya una abundante participación, porque ese uso del albedrío por parte de los alumnos permite al Espíritu Santo enseñar… Cuando los alumnos expresan verdades verbalmente, éstas se confirman en su alma y fortalecen su testimonio personal” (véase “El comprender la verdad y vivir de acuerdo con ella”, Una velada con una Autoridad General, Richard G. Scott, 4 de febrero de 2005, pág. 3).

¿Cómo puedo adaptar las lecciones para las personas que tienen alguna discapacidad?

Al prepararse para enseñar, tenga presente a los alumnos con necesidades particulares. Adapte las actividades y las expectativas para ayudarlos a alcanzar sus metas.

Para obtener más ideas y recursos, visite la página de recursos para asistir a personas con discapacidades en disabilities.lds.org y el manual “Seminaries and Institutes of Religion policy manual” [manual de normas de Seminarios e Institutos de Religión] en su sección titulada “Adapted Classes and Programs for Students with Disabilities” [Clases y programas adaptados para alumnos con discapacidades].