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Lección 23: La sucesión en la Presidencia


Lección 23

La sucesión en la Presidencia

Introducción

Cerca del final de su vida, José Smith confirió las llaves del sacerdocio de esta dispensación a los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles. Después del martirio del Profeta, en una reunión que se llevó a cabo el 8 de agosto de 1844, muchos santos recibieron una manifestación espiritual que les confirmó que Brigham Young, que era el Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, era quien debía dirigir la Iglesia. Cuando los alumnos lleguen a comprender los principios relacionados con la sucesión en la Presidencia de la Iglesia, tendrán la confianza de que el Señor ha elegido y preparado a cada persona que llega a ser Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Lectura preparatoria

  • “Succession in the Presidency”, capítulo 3 de Teachings of the Living Prophets Student Manual, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2010, págs. 28–41.

  • “La responsabilidad del reino recae sobre los Doce”, capítulo 23 de La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual del alumno, 2ª edición, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, págs. 313–324.

  • Brent L. Top y Lawrence R. Flake, “‘The Kingdom of God Will Roll On’: Succession in the Presidency”, Ensign, agosto de 1996, págs. 22–35.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 107:33; 112:30–32

Los apóstoles poseen las llaves de esta dispensación

Haga la siguiente pregunta:

  • ¿En qué aspectos difiere el proceso de selección de un nuevo Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la manera en que se eligen los líderes en otras organizaciones?

Informe a los alumnos que esta lección examinará la transferencia del liderazgo de la Iglesia después de la muerte del profeta José Smith. Explique que varios años antes de su muerte, el Profeta había recibido revelaciones concernientes a la Primera Presidencia y al Cuórum de los Doce Apóstoles. Pida a los alumnos que estudien Doctrina y Convenios 107:33 y 112:30–32 en busca de la descripción que hace el Señor de la autoridad del sacerdocio que poseen los miembros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce.

  • ¿De qué manera describió el Señor la autoridad de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles? (Asegúrese de que los alumnos comprendan el siguiente principio: Los miembros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles poseen las llaves del sacerdocio de esta dispensación, y los Doce funcionan bajo la dirección de la Primera Presidencia).

handout, Succession in the Presidency

handout iconDistribuya a cada alumno una copia del volante que se encuentra al final de la lección. Explique que José Smith pasó los últimos meses de su vida reuniéndose frecuentemente con los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles a fin de prepararlos para dirigir la Iglesia. Pida a un alumno que lea en voz alta la sección del volante que se titula “Reunión con los Doce Apóstoles, marzo de 1844”. Diga a los alumnos que este es un breve relato de una reunión celebrada por el profeta José Smith con los apóstoles y otros líderes de la Iglesia, según lo contó el presidente Wilford Woodruff, quien en ese momento era apóstol. Después de la lectura, pregunte:

  • ¿De qué forma ayudó este otorgamiento de las llaves a los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles a prepararlos para el tiempo en que el profeta José Smith ya no estaría con ellos? (Ellos recibieron las mismas llaves del sacerdocio que poseía el profeta José).

  • ¿Por qué fue importante que José Smith confiriera esas llaves del sacerdocio a los apóstoles antes de su muerte? (En ese momento, José Smith era el único que poseía todas las llaves del sacerdocio de esta dispensación. Si él no hubiera conferido esas llaves a otras personas, entonces tendrían que haber venido ángeles a la tierra nuevamente para restaurarlas).

Doctrina y Convenios 124:127–128

Brigham Young sucedió a José Smith como Presidente de la Iglesia

Explique que cuando el Cuórum de los Doce Apóstoles se organizó por primera vez en 1835, el orden de antigüedad fue determinado por la edad. Thomas B. Marsh, quien en ese momento se creía que era el apóstol de mayor edad, fue considerado el de mayor antigüedad (desde ese entonces se ha sabido que en realidad el apóstol de mayor edad era David W. Patten).

Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 124:127–128 en voz alta. Explique que, en octubre de 1838, el presidente Marsh apostató y dejó la Iglesia, y David W. Patten murió. Brigham Young se convirtió entonces en el apóstol de mayor antigüedad, como se explica en esos versículos. Después de la selección inicial de los apóstoles y continuando hasta el presente, la antigüedad en el Cuórum de los Doce Apóstoles se ha determinado por la fecha de ordenación.

Explique que cuando José y Hyrum Smith fueron asesinados el 27 de junio de 1844, los Doce, a excepción de John Taylor y Willard Richards, se encontraban sirviendo misiones en el este de Estados Unidos. Sin embargo, en menos de tres semanas todos los apóstoles se habían enterado de la trágica noticia y se habían apresurado a regresar a Nauvoo. Cuando los apóstoles llegaron, encontraron confusión entre los miembros de la Iglesia acerca de quién dirigiría la Iglesia. Algunos miembros de la Iglesia creían que el liderazgo le correspondía debidamente al Cuórum de los Doce Apóstoles. Durante los meses siguientes, varios hombres alegaron tener el derecho de dirigir la Iglesia. Pida a dos alumnos que lean en voz alta las secciones del volante tituladas “Las afirmaciones de Sidney Rigdon” y “Las afirmaciones de James Strang”. Mientras la clase escucha, pídales que piensen en las preocupaciones que podrían haber tenido acerca de esas afirmaciones si hubieran estado en Nauvoo en ese momento.

Dé seguimiento mediante estas preguntas:

  • ¿Por qué no eran legítimas las afirmaciones hechas por estos hombres? (Quizás deba señalar que aunque Sidney Rigdon era miembro de la Primera Presidencia, José no le había conferido llaves del sacerdocio a él).

Pida a un alumno que lea en voz alta la sección del volante que se titula “7 de agosto de 1844”. Analice la siguiente pregunta con la clase:

  • ¿Por qué fue importante el testimonio de Brigham Young en cuanto a las llaves del apostolado? (Una vez que hayan respondido los alumnos, escriba la siguiente doctrina en la pizarra: Los apóstoles poseen todas las llaves del sacerdocio necesarias para presidir la Iglesia).

Pida a un alumno que lea en voz alta la sección del volante que se titula “8 de agosto de 1844, 10:00 h”.

  • ¿De qué manera bendijo el Señor a los santos para que supieran a quién había escogido Él para dirigir la Iglesia?

  • ¿Cómo podemos saber que los líderes actuales de la Iglesia han sido llamados por Dios? (Una vez que los alumnos hayan respondido, escriba el siguiente principio en la pizarra: Por medio del Espíritu Santo podemos recibir un testimonio de que quienes dirigen la Iglesia han sido llamados por Dios).

  • ¿En qué ocasión han sentido que el Espíritu les testificaba que el Presidente de la Iglesia en la actualidad es llamado por Dios?

Explique que durante la reunión que se llevó a cabo a las 14:00 h del 8 de agosto, Brigham Young y otros apóstoles hablaron. Pida a un alumno que lea en voz alta la sección del volante que se titula “8 de agosto de 1844, 14:00 h”.

Explique que cuando murió José Smith, Brigham Young, como el apóstol de mayor antigüedad, pudo ejercer de inmediato todas las llaves del sacerdocio. Durante más de tres años después del martirio del Profeta, el Cuórum de los Doce Apóstoles presidió la Iglesia, bajo la dirección de Brigham Young. Entonces, el 5 de diciembre de 1847, Brigham Young fue sostenido como Presidente de la Iglesia, y la Primera Presidencia fue reorganizada.

Sidney Rigdon se mudó a Pittsburgh, Pensilvania, y organizó una Iglesia de Cristo con apóstoles, profetas, sacerdotes y reyes. Dicha iglesia dejó de existir en 1847. Y aun cuando las pretensiones de James Strang a la presidencia eran falsas, tres de los primeros Doce Apóstoles —William E. McLellin, John E. Page y William Smith— lo apoyaron. Strang fue asesinado en 1856 por seguidores desafectos.

Para ayudar a los alumnos a entender el proceso de la sucesión en la Presidencia de la Iglesia en la actualidad, muestre la siguiente declaración del presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, acerca de lo que ocurrió después de la muerte del presidente Gordon B. Hinckley. Pida a un alumno que lea la declaración en voz alta:

President Boyd K. Packer

“…No había duda ni vacilación en cuanto a lo que debía hacerse. Sabíamos que el apóstol de más antigüedad era el Presidente de la Iglesia; y en esa sagrada reunión, Thomas Spencer Monson fue sostenido por el Cuórum de los Doce Apóstoles como Presidente de la Iglesia… Ahora bien, como se estipula en las Escrituras, él es el único hombre sobre la tierra que tiene el derecho de ejercitar todas las llaves, aunque todos las poseemos en calidad de apóstoles. Entre nosotros, hay un hombre llamado y ordenado, y él llega a ser el Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (“Los Doce”, Liahona, mayo de 2008, pág. 83).

  • Tras la muerte del Presidente de la Iglesia, ¿quién se convertirá siempre en el siguiente Presidente de la Iglesia? (El apóstol de mayor antigüedad, que es el Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles).

Algunos alumnos podrán preguntarse en qué momento recibe el Presidente de la Iglesia las llaves necesarias para presidir la Iglesia. Explique que a cada apóstol se le confieren todas las llaves cuando se le ordena como apóstol. Pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008):

President Gordon B. Hinckley

“Sin embargo, la autoridad para ejercer esas llaves se limita al Presidente de la Iglesia. Cuando este fallece, esa autoridad para ejercerlas pasa al apóstol con más antigüedad, el que entonces es nombrado, apartado y ordenado como Profeta y Presidente por el resto del Consejo de los Doce” (véase “Venid y participad”, Liahona, julio de 1986, pág. 45).

  • ¿Qué sentimientos tienen cuando se dan cuenta de que el reino del Señor sobre la tierra seguirá adelante con la mínima interrupción tras la muerte de un Presidente de la Iglesia?

Si lo desea, puede concluir esta lección testificando que las mismas llaves del sacerdocio y los mismos poderes que José Smith confirió a Brigham Young y a los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles están actualmente en manos del Presidente de la Iglesia, sus consejeros de la Primera Presidencia y los miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles. También podría relatar cómo obtuvo su testimonio de que los líderes de la Iglesia son llamados por Dios. Invite a los alumnos a que procuren, con espíritu de oración, obtener o fortalecer su testimonio de las verdades analizadas en la clase de hoy.

Material de lectura para el alumno

La sucesión en la Presidencia de la Iglesia

Fundamentos de la Restauración—Lección 23

Reunión con los Doce Apóstoles, marzo de 1844

El presidente Wilford Woodruff (1807–1898) rememoró:

President Wilford Woodruff

“…Recuerdo el último discurso que [José Smith] nos dio antes de su muerte… Estuvo de pie durante unas tres horas. El cuarto estaba lleno de lo que parecía un fuego inextinguible, su rostro era tan claro como el ámbar y se hallaba revestido con el poder de Dios. Nos explicó nuestro deber; nos presentó la plenitud de esta gran obra de Dios, y en sus palabras nos dijo: ‘Se han sellado sobre mi cabeza toda llave, todo poder, todo principio de vida y salvación que Dios haya dado a cualquier hombre que haya vivido sobre la faz de la tierra. Y estos principios y este sacerdocio y poder corresponden a esta grande y última dispensación que el Dios del cielo ha puesto Su mano para establecer en la tierra. Ahora’, dijo, dirigiéndose a los Doce, ‘he sellado sobre su cabeza toda llave, todo poder y todo principio que el Señor ha sellado sobre mi cabeza’…

“Después de hablarnos de esa manera, dijo: ‘Les digo que la carga de este reino descansa ahora sobre sus hombros; deben llevarlo adelante a todo el mundo’” (citado en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 566–567).

Las afirmaciones de Sidney Rigdon

Sidney Rigdon, Primer Consejero de la Primera Presidencia, llegó a Nauvoo procedente de Pittsburgh, Pensilvania, el 3 de agosto de 1844. Convocó una reunión especial para el martes 6 de agosto, para que los miembros de la Iglesia pudieran escoger a un guardián de la Iglesia. Parece ser que Sidney Rigdon intentó celebrar esa reunión para que los miembros de la Iglesia ratificaran su posición como guardián de la Iglesia antes de que los Doce Apóstoles regresaran de sus misiones en el este de los Estados Unidos. Afortunadamente, gracias al esfuerzo del élder Willard Richards y del élder Parley P. Pratt, la reunión se aplazó hasta el jueves 8 de agosto de 1844 y, para entonces, la mayoría de los apóstoles había regresado a Nauvoo.

Sidney Rigdon declaró que, como previamente había sido llamado y ordenado como portavoz de José Smith (véase D. y C. 100:9), tenía la responsabilidad de “asegurarse de que la Iglesia fuera gobernada de manera correcta” (en History of the Church, tomo VII, pág. 229).

Las afirmaciones de James Strang

Después de la muerte de José Smith, James Strang, que se había bautizado en febrero de 1844, afirmó haber recibido una carta de José Smith que indicaba que José había nombrado a Strang como su sucesor. La carta era un falsificación, pero parecía incluir la firma de José Smith y, cuando Strang la mostró, engañó a algunos miembros de la Iglesia. Strang también dijo que había sido visitado por un ángel, que le había otorgado llaves.

7 de agosto de 1844

Los élderes John Taylor, Willard Richards, Parley P. Pratt y George A. Smith ya estaban en Nauvoo cuando llegó Sidney Rigdon. La mayor parte del resto de los apóstoles, entre ellos Brigham Young, regresó a Nauvoo la noche del 6 de agosto de 1844. Al día siguiente, el 7 de agosto, los apóstoles se reunieron en consejo en la casa de John Taylor. Posteriormente, esa misma tarde, se reunieron los Doce Apóstoles, el sumo consejo y los sumos sacerdotes. El presidente Young pidió a Sidney Rigdon que comunicara su mensaje a los santos. Sidney Rigdon osadamente declaró que él había visto una visión y que ningún hombre podría suceder a José Smith como Presidente de la Iglesia. Entonces, propuso que él fuese nombrado el guardián del pueblo.

Después de que Sidney Rigdon concluyó su discurso, Brigham Young (1801–1877) dijo:

President Brigham Young

“No me importa quién dirija la Iglesia… pero hay algo que debo saber y es lo que Dios tenga que decir al respecto. Poseo las llaves y los medios para averiguar cuál es la voluntad de Dios en cuanto a esto…

“Antes de que lo arrebataran de entre nosotros, José confirió sobre nuestra cabeza todas las llaves y todos los poderes pertinentes al apostolado que él mismo poseía; ningún hombre ni grupo de hombres puede interponerse entre José y los Doce, ni en este mundo ni en el venidero.

“¡Cuántas veces dijo José a los Doce: ‘He colocado el cimiento y ustedes deben edificar sobre él, porque sobre sus hombros descansa el reino!’” (en History of the Church, tomo VII, pág. 230).

8 de agosto de 1844, 10:00 h

El 8 de agosto de 1844, los santos de Nauvoo se reunieron a las 10 de la mañana para escuchar a Sidney Rigdon reivindicar su pretensión de convertirse en guardián de la Iglesia. Él habló a los miles de santos allí reunidos durante una hora y media, y explicó por qué él debía ser el guardián de la Iglesia. Varias personas describieron su discurso como carente de inspiración.

El presidente Brigham Young habló brevemente y dijo que él hubiera preferido haber regresado a Nauvoo para llorar al Profeta en vez de tener que nombrar a un nuevo líder. Anunció que más tarde, ese mismo día, se celebraría una asamblea de líderes y miembros, a las dos de la tarde. Varios miembros de la Iglesia testificaron posteriormente que, mientras Brigham Young hablaba, vieron que su aspecto cambiaba y oyeron cómo cambiaba su voz, y que adoptó el aspecto y la voz del profeta José Smith.

Emily Smith Hoyt recordó: “La forma de razonar, la expresión del rostro, el sonido de la voz estremeció toda mi alma… Yo sabía que José estaba muerto. Y, sin embargo, a menudo me sobresaltaba y miraba involuntariamente al estrado para ver si no era José. No lo era; era Brigham Young” (citado en Lynne Watkins Jorgensen, “The Mantle of the Prophet Joseph Passes to Brother Brigham: A Collective Spiritual Witness”, BYU Studies, tomo XXXVI, Nº 4, 1996–1997, pág. 142).

Wilford Woodruff escribió: “Si no lo hubiera visto con mis propios ojos, nadie habría podido convencerme de que no era José Smith, y cualquiera que conocía a esos dos hombres puede testificar de esto” (en History of the Church, tomo VII, pág. 236).

8 de agosto de 1844, 14:00 h

A las 2 de la tarde, miles de santos se reunieron para lo que sabían que sería una reunión importante. Brigham Young habló con franqueza acerca de la propuesta de Sidney Rigdon de ser guardián de la Iglesia y del distanciamiento de este con respecto a José Smith durante los dos años anteriores, y luego dijo:

“Si la gente desea que el presidente Rigdon los dirija, puede tenerlo; pero yo les digo que el Cuórum de los Doce Apóstoles posee las llaves del Reino de Dios en todo el mundo.

“Los Doce son nombrados por el dedo de Dios. Acá tienen a Brigham, ¿le han flaqueado alguna vez las rodillas?, ¿le han temblado los labios? Ahí tienen a Heber [C. Kimball] y al resto de los apóstoles, un cuerpo autónomo que tiene las llaves del sacerdocio, las llaves del Reino de Dios para todo el mundo: y esto es verdad, pongo a Dios por testigo. Ellos siguen a José y son como la Primera Presidencia de la Iglesia” (en History of the Church, tomo VII, pág. 233).

Muchas santos comentaron que, al hablar Brigham Young esa tarde, tenía la apariencia de José Smith y sonaba como él. Además de ese milagro, muchos de los santos sintieron también que el Espíritu Santo les testificaba que Brigham Young y el Cuórum de los Doce habían sido llamados por Dios para dirigir la Iglesia. Al concluir esa reunión, los santos de Nauvoo votaron unánimemente a favor de sostener al Cuórum de los Doce Apóstoles, con Brigham Young a la cabeza, para que dirigiera la Iglesia. No obstante, al final no todos los miembros de la Iglesia decidieron seguir a los apóstoles. Algunas de las personas decidieron seguir a personas como Sidney Rigdon y James Strang, quienes formaron cada uno su propia iglesia.