Lección 24
La salida de Nauvoo y el éxodo hacia el Oeste
Introducción
Bajo el liderazgo inspirado de Brigham Young, los santos terminaron la construcción del Templo de Nauvoo, donde hicieron convenios sagrados antes de comenzar el arduo viaje a su nuevo hogar en las Montañas Rocosas. Esos convenios del templo proporcionaron a los santos fortaleza e inspiración al enfrentarse a dificultades en el camino. Como herederos del legado de esos fieles santos, podemos aprender de su ejemplo y preparar el camino para que otros puedan gozar de las bendiciones del Evangelio.
Lectura preparatoria
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Gordon B. Hinckley, “Leales a la fe”, Liahona, julio de 1997, págs. 73–76.
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M. Russell Ballard, “Nada deben temer de la jornada”, Liahona, julio de 1997, págs. 67–69.
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La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual del alumno, 2ª edición, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, págs. 331–344, 362–370.
Sugerencias para la enseñanza
La finalización del Templo de Nauvoo
Muestre una imagen del Templo de Nauvoo original, o utilice una imagen del nuevo Templo de Nauvoo, Illinois (véase el Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, Nº 118). Diga a los alumnos que después de que los Santos de los Últimos Días dejaron Nauvoo, el templo que habían construido fue destruido por un incendio en 1848 y luego casi completamente derribado por un tornado en 1850. Unos 150 años después, se edificó un nuevo templo de apariencia muy similar al original, y fue dedicado en junio de 2002.
Explique que después del martirio de José Smith, los santos trabajaron bajo la dirección del Cuórum de los Doce Apóstoles para completar el Templo de Nauvoo original lo más rápido posible. Muestre las siguientes declaraciones y pida a un alumno que las lea en voz alta. Pida a los alumnos que presten atención a los sacrificios que hicieron los santos para construir el Templo de Nauvoo:
“…más de mil hombres donaron uno de cada diez días de mano de obra. Louisa Decker, una jovencita, se asombró al ver que su mamá vendió su vajilla de porcelana y un acolchado fino para contribuir con dinero para el templo. Otros miembros donaron caballos, carromatos, vacas, puercos (cerdos) y grano para ayudar en la construcción del templo. A las mujeres de Nauvoo se les pidió que contribuyeran con monedas de uno y diez centavos para el fondo del templo” (Nuestro Legado: Una breve historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1996, pág. 59).
Elizabeth Terry Kirby Heward entregó la única posesión que tenía para dar: el reloj que había sido de su esposo, quien tenía poco tiempo de haber muerto. “Lo doné para ayudar con el Templo de Nauvoo, junto con todo lo demás de lo que podía prescindir y el último dinero que tenía en el mundo, que en conjunto ascendieron a casi 50 dólares” (citado en Carol Cornwall Madsen, In Their Own Words: Women and the Story of Nauvoo, 1994, pág. 180).
Explique que debido a la creciente persecución de los santos y las amenazas de los enemigos de la Iglesia, los líderes anunciaron, el 24 de septiembre de 1845, que los santos abandonarían Nauvoo en la primavera siguiente. Pregunte a los alumnos:
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¿Cómo creen que la decisión de marcharse de Nauvoo pudo haber influido en el esfuerzo de los santos por terminar el templo?
Explique a los alumnos que aun cuando los santos sabían que tendrían que marcharse de Illinois, aumentaron sus esfuerzos para terminar el templo antes de irse. Los cuartos del templo se dedicaron a medida que se completaban, de manera que las ordenanzas pudieran efectuarse lo antes posible. Antes de su muerte, el profeta José Smith había administrado la ceremonia de investidura del templo a un pequeño grupo de hombres y mujeres. El 10 de diciembre de 1845, esos hombres y mujeres comenzaron a administrar las ordenanzas del templo a otros miembros en los cuartos dedicados del templo. Pida a un alumno que lea en voz alta los siguientes dos párrafos, los cuales describen los esfuerzos de los santos y sus líderes por asegurar que tantas personas como fuera posible recibieran las ordenanzas del templo antes de marcharse de Nauvoo:
De 1844 a 1846, el presidente Brigham Young y los Doce Apóstoles hicieron de la finalización del Templo de Nauvoo una prioridad urgente. Allí se efectuaron investiduras y sellamientos incluso antes de que la construcción hubiera terminado. Brigham Young (1801–1877) escribió: “Ha sido tal el anhelo de los santos de recibir las ordenanzas [del templo], y tal el nuestro de administrárselas, que me he dedicado por completo a la obra del Señor en el templo día y noche, no durmiendo generalmente más de cuatro horas por día y yendo a mi casa solo una vez por semana” (en History of the Church, tomo VII, pág. 567).
Además de los hombres que trabajaban en el templo, “treinta y seis mujeres se convirtieron en obreras de ordenanzas del Templo de Nauvoo, trabajando día y noche durante el invierno [boreal] de 1845–1846 para administrar las ordenanzas a tantos como fuera posible antes del éxodo. ‘Trabajé en el templo todos los días sin cesar hasta que lo cerraron’, recordó Elizabeth Ann Whitney, una de las treinta y seis. ‘Me entregué a mí misma a esa misión; le di mi tiempo y mi atención’. Muchas otras mujeres lavaban la ropa y preparaban los alimentos que sostuvieron físicamente esa notable labor” (Carol Cornwall Madsen, “Faith and Community: Women of Nauvoo”, en Joseph Smith: The Prophet, The Man, ed. Susan Easton Black y Charles D. Tate Jr., 1993, págs. 233–234).
Explique que entre el 10 de diciembre de 1845 y el 7 de febrero de 1846, la fecha en que los santos comenzaron a salir para su viaje al oeste, aproximadamente 5.615 santos recibieron la ordenanza de la investidura en el Templo de Nauvoo, y muchas familias allí fueron selladas.
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¿Qué podemos aprender de los sacrificios que hicieron los santos para completar el templo, aun cuando sabían que pronto abandonarían Nauvoo? (Es posible que los alumnos mencionen diversos principios, tales como el siguiente: La recepción de las ordenanzas del templo merece todo esfuerzo y sacrificio que hagamos en rectitud. Considere la posibilidad de escribir esto en la pizarra para dar énfasis).
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¿En qué sentido creen que el recibir las ordenanzas del templo puede haber preparado a los que abandonaban Nauvoo para su viaje de más de 1600 kilómetros a fin de encontrar refugio en el oeste de los Estados Unidos?
Para ayudar a responder esta pregunta, muestre las siguientes declaraciones de la hermana Sarah Rich y del élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a un alumno que las lea en voz alta:
“…si no hubiera sido por la fe y el conocimiento que se nos concedieron en aquel templo por la influencia y ayuda del Espíritu del Señor, esa jornada hubiera sido como un salto en la oscuridad” (Sarah Rich, citada en Hijas en Mi reino: La historia y la obra de la Sociedad de Socorro, 2011, pág. 34).
“Nuestros antepasados pioneros fueron sellados como familias en Nauvoo; los convenios que hicieron con el Señor en el Templo de Nauvoo fueron una protección para ellos durante el trayecto hacia el oeste, tal como lo es para cada uno de nosotros hoy día y a lo largo de nuestra vida…
“Para esos primeros santos, el participar en las ordenanzas del templo fue esencial para su testimonio al enfrentar las tribulaciones, las chusmas enfurecidas, el ser expulsados de sus cómodos hogares en Nauvoo, y el largo y difícil trayecto que tenían por delante. Habían sido investidos con poder en el santo templo; los esposos fueron sellados el uno al otro; los hijos fueron sellados a sus padres. Muchos perdieron familiares a lo largo del camino, pero sabían que para ellos eso no era el fin; habían sido sellados en el templo por toda la eternidad” (Robert D. Hales, “Las bendiciones del templo”, Liahona, febrero de 2014, pág. 54).
Pregunte a los alumnos:
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¿Qué impacto tuvo el recibir las ordenanzas del templo en los primeros Santos de los Últimos Días que se vieron obligados a hacer el largo viaje hacia el oeste? (A medida que los alumnos compartan sus respuestas, ayúdeles a comprender el siguiente principio: Las ordenanzas del templo nos pueden brindar protección y fortaleza cuando nos enfrentamos a tiempos de dificultad y adversidad).
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¿De qué manera la adoración en el templo les ha protegido y fortalecido a ustedes o a las personas que conocen durante momentos de pruebas?
Anime a los alumnos a meditar en lo que podrían hacer para hallar mayor protección y fortaleza espirituales mediante la adoración en la Casa del Señor.
Doctrina y Convenios 136
Las instrucciones del Señor a los que viajaron al oeste
Pida a los alumnos que se dirijan al mapa “El Desplazamiento de la Iglesia hacia el Oeste de los Estados Unidos” (Mapas de la historia de la Iglesia Nº 6, bajo “Ayudas para el estudio” en escrituras.lds.org) o al mapa “Los Estados Unidos de América en 1847” (mapa Nº 12, ubicado al final de Doctrina y Convenios), y pídales que localicen Nauvoo y Winter Quarters. Explique que debido a las abundantes lluvias y las escasas provisiones, los santos que salieron de Nauvoo en febrero de 1846 tardaron cuatro meses en hacer el recorrido de 480 km a través de Iowa. Durante ese tiempo más de 500 hombres Santos de los Últimos Días, que llegaron a ser conocidos como el Batallón Mormón, atendieron el llamado del presidente Brigham Young a alistarse en el ejército de Estados Unidos para servir durante la guerra entre Estados Unidos y México. A algunos de los hombres los acompañaron su esposa y sus hijos. Por medio de su servicio ganarían dinero para ayudar a los miembros de la Iglesia empobrecidos a realizar el viaje al oeste, pero muchas familias se quedaron sin esposo y padre durante parte de su viaje hacia el oeste. Por esas razones, los líderes de la Iglesia decidieron no continuar hacia el oeste a las Montañas Rocosas hasta la primavera de 1847. Los santos se establecieron en un lugar al que llamaron Winter Quarters. Fue allí que Brigham Young recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 136.
Pida a algunos alumnos que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 136:1–5, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque las instrucciones del Señor a los santos para que se prepararan a fin de continuar su viaje al oeste.
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¿Cómo debían organizarse las compañías? ¿De qué manera creen que esa organización ayudó a los santos durante su viaje?
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¿En qué sentido se parece esa organización a la manera en que la Iglesia está organizada hoy en día? (Una vez que los alumnos hayan respondido, usted podría anotar esta verdad en la pizarra: El Señor organiza a Sus santos en grupos a fin de que se guíe y se cuide a cada persona).
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¿Qué sugiere el versículo 4 acerca de la manera en que los santos recibirían fortaleza en sus esfuerzos por llevar a cabo la voluntad del Señor?
Asigne a los alumnos que estudien en silencio Doctrina y Convenios 136:6–11 y que busquen formas en que los santos debían organizarse para atender las necesidades mutuas y para ayudar a los pobres y necesitados durante el viaje hacia el oeste. Tras concederles tiempo suficiente, considere la posibilidad de realizar las siguientes preguntas para dirigir el análisis:
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¿Qué palabras o frases de los versículos 6–11 indican la forma en que los santos debían cuidarse mutuamente y atender a los necesitados? (Podría hacer hincapié en las palabras relacionadas con “preparar” de los versículos 6, 7 y 9. Esto atraerá la atención hacia la técnica de estudio de las Escrituras que consiste en aprender a reconocer las repeticiones).
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De acuerdo con el versículo 11, ¿cuáles son las promesas del Señor a los que procuran ayudar a otras personas y prepararles el camino? (A medida que los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: El Señor nos bendecirá cuando ayudemos a otras personas y les preparemos el camino).
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¿Quién ha preparado el camino para que ustedes disfruten de las bendiciones del Evangelio? ¿Qué hicieron a fin de prepararles a ustedes el camino?
Si lo desea, explique que la palabra pionero puede definirse como aquel que va adelante para preparar o abrir el camino para que otras personas lo sigan, lo que significa que todos nosotros podemos ser pioneros en algunos aspectos. Conceda un momento a los alumnos para que reflexionen sobre lo que pueden hacer para ayudar a los demás y prepararles el camino para que puedan gozar de las bendiciones del Evangelio. Invite a algunos alumnos a compartir sus sentimientos. Exprese su testimonio de que el Señor desea que nos esforcemos a lo largo de nuestra vida por ayudar a preparar el camino a fin de que cada uno de Sus hijos reciba el Evangelio y vuelva a vivir con Él.
Explique que los santos obedecieron los mandatos del Señor al ayudarse el uno al otro y al preparar el camino para quienes venían después de ellos. El primer grupo de pioneros salió de Winter Quarters el 5 de abril de 1847. Viajaron más de 1.600 kilómetros y llegaron al Valle del Lago Salado a finales de julio de 1847. El 24 de julio de 1847, el presidente Brigham Young entró en el valle y recibió la confirmación de que los santos habían encontrado su nuevo hogar.
Muestre la siguiente declaración del élder William R. Walker, quien fue miembro de los Setenta, y pida a un alumno que la lea en voz alta:
“Ya sean ustedes descendientes o no de los pioneros, la herencia de fe y sacrificio de los mormones pioneros es su herencia. Es la noble herencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” (“Vivir firmes en la fe”, Liahona, mayo de 2014, pág. 97).
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¿Por qué piensan que es importante que cada miembro de la Iglesia comprenda que la “herencia de fe y sacrificio de los mormones pioneros” es su herencia, sin importar su linaje?
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¿De qué manera puede el aprender sobre el viaje de los pioneros mormones inspirar a los miembros de la Iglesia en la actualidad en su esfuerzo por servir a los demás y ayudarles en su viaje de regreso a nuestro Padre Celestial?
Muestre la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) y pida a un alumno que la lea en voz alta:
“Hoy recibimos los frutos del gran esfuerzo de [los pioneros]. Confío en que les estemos agradecidos. Espero que alberguemos en el corazón un profundo sentimiento de gratitud por todo lo que hicieron por nosotros…
“…Mis amados hermanos y hermanas, ¡qué bendecidos somos! ¡Qué asombroso patrimonio tenemos! Este supuso sacrificio, sufrimiento, muerte, visión, fe, conocimiento y un testimonio de Dios el Padre Eterno y de Su Hijo, el resucitado Señor Jesucristo…
“Honraremos de la mejor forma a los que nos han precedido si servimos bien en la causa de la verdad” (“Leales a la fe”, Liahona, julio de 1997, págs. 75, 76).
Recuérdeles a los alumnos que cada miembro de la Iglesia ha sido bendecido por otras personas que prepararon el camino para que ellos disfruten de las bendiciones del Evangelio. Anime a los alumnos a meditar en lo que podrían hacer para preparar a otras personas, entre ellas su posteridad, para vivir con fe y obediencia al Padre Celestial y a Jesucristo.
Material de lectura para el alumno
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Gordon B. Hinckley, “Leales a la fe”, Liahona, julio de 1997, págs. 73–76.