Capítulo 3
Cómo iniciar la investigación de la historia familiar
Introducción
El presidente Gordon B. Hinckley (1910-2008) dijo lo siguiente en cuanto a aquellos que han fallecido: “No me gusta referirme a ellos diciendo ‘los muertos’. Creo que gracias al grandioso plan de nuestro Padre Eterno y a la expiación de Jesucristo, ellos viven; aunque hayan muerto en lo que respecta a su cuerpo terrenal, han conservado su identidad individual. Son personas como nosotros y con el mismo derecho a recibir todas las bendiciones pertinentes a la vida eterna” (“Regocijaos en esta gran época de construir templos”, Liahona, enero de 1986, pág. 45). El comprender la existencia de las personas que han pasado de esta vida mortal al mundo de los espíritus puede aumentar nuestro deseo de investigar sobre nuestros antepasados y proporcionarles las ordenanzas salvadoras del Evangelio.
En esta lección usted ayudará a los alumnos a fortalecer el vínculo que existe entre ellos y sus antepasados. Ellos pueden acelerar el proceso mediante la recopilación de registros que tengan en sus hogares, inscribiéndose en el sitio web de historia familiar de la Iglesia (disponible a partir de la página de inicio de LDS.org) e investigando la historia de sus antepasados en las bases de datos electrónicos de la Iglesia.
Los alumnos entenderán que al proporcionar las ordenanzas vicarias a sus antepasados llegan a ser instrumentos para extenderles todas las bendiciones del sacrificio expiatorio del Salvador. Los alumnos también entenderán que, al trabajar en la historia familiar, deben utilizar el tiempo con sabiduría a fin de prestar la debida atención a otras prioridades importantes en su vida.
Algunas doctrinas, principios y verdades del Evangelio
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Llegamos a ser “salvadores en el Monte de Sión” cuando proporcionamos ordenanzas salvadoras a nuestros antepasados fallecidos.
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Podemos comenzar la obra de historia familiar recopilando nuestra propia información personal y enfocándonos en las primeras generaciones.
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El sitio web de FamilySearch de la Iglesia es un recurso importante para obtener registros e información sobre historia familiar.
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Se debe utilizar sabiduría para determinar cuánto tiempo y esfuerzo debemos invertir en la investigación de historia familiar.
Sugerencias para la enseñanza
Llegamos a ser “salvadores en el Monte de Sión” cuando proporcionamos ordenanzas salvadoras a nuestros antepasados fallecidos
Para comenzar la clase, pida a los alumnos que canten un himno que usted haya elegido, que quizá sea un himno sacramental que mencione lo que el Salvador hizo por nosotros que no podemos hacer por nosotros mismos. Luego, pregúnteles:
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¿Qué hizo el Salvador por nosotros que no podemos hacer por nosotros mismos? (Escriba las respuestas de los alumnos en la pizarra).
Entregue a cada alumno una hoja de papel e invíteles a tomar unos minutos para anotar sus sentimientos hacia el Salvador y el sacrificio que Él hizo por ellos. Después de unos minutos, explíqueles que más adelante en la lección les pedirá que se refieran a lo que escribieron.
Lea la siguiente declaración a la clase:
“La única manera de salvarnos es permitir que alguien nos rescate. Necesitamos a alguien que satisfaga las demandas de la justicia tomando nuestro lugar, que asuma el peso de la Caída y pague el precio de nuestros pecados. Jesucristo siempre ha sido la única persona capaz de hacer un sacrificio de esa naturaleza” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 82).
Pida a los alumnos que lean Artículos de Fe 1:4 y Doctrina y Convenios 138:32–33. Después pregunte:
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¿Cuál es la diferencia entre la forma en que se hace referencia al bautismo en el cuarto Artículo de Fe y en Doctrina y Convenios 138? (La palabra vicario se relaciona con la palabra bautismo en D. y C. 138:33).
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¿Por qué es necesaria esta diferencia en la sección 138? (El bautismo por las personas que se encuentran en el mundo de los espíritus debe realizarse de manera vicaria por medio de alguien con vida en la tierra).
Explique que dentro de la Iglesia, la palabra vicario significa hacer algo por otra persona, lo cual ésta no puede hacer por sí misma. La expiación del Salvador fue un sacrificio “vicario” por nosotros. La obra que hacemos en el templo por personas que están en el mundo de los espíritus es también una obra vicaria, ya que ellas no pueden hacerla por sí mismas.
Pregunte a los alumnos cuántos de ellos han participado en bautismos por los muertos. Invite a dos o tres alumnos a compartir sus sentimientos sobre la experiencia. (Si no han tenido esa oportunidad, usted podría compartir sus propios sentimientos acerca de su experiencia al efectuar bautismos por los muertos).
Pida que un alumno lea Abdías 1:21. Pida a los alumnos que expliquen la forma en que sus experiencias al realizar bautismos por los muertos podrían relacionarse con este versículo. Lea con los alumnos los encabezamientos “La obra del templo es como el espíritu del sacrificio del Salvador” (3.1.2) y “Esta obra recae sobre los Santos de los Últimos Días” (3.1.4) en el Manual para el alumno. Invite a los alumnos a compartir lo que les haya llamado la atención en esas declaraciones.
Invítelos a leer en silencio lo que escribieron al principio de la lección en cuanto a sus sentimientos por el Salvador. Pídales que tomen un momento para reflexionar sobre la forma en que las personas que se encuentran en el mundo de los espíritus podrían tener sentimientos de gratitud similares hacia aquellos que vicariamente participan en las ordenanzas salvadoras a su favor en el templo.
Podemos comenzar la obra de historia familiar recopilando nuestra propia información personal y enfocándonos en las primeras generaciones
Lea la declaración del presidente Hinckley en la introducción de este capítulo. Pregunte a los alumnos si tienen abuelos (o bisabuelos) que hayan fallecido, pero que aún los recuerden. Invite a uno o dos alumnos a que hablen brevemente de un recuerdo que tengan de uno de sus abuelos. Explique que cuando empezamos a recopilar registros genealógicos, debemos considerar esos registros como una representación de personas que tienen su propia personalidad y su propia vida, y que cada una de ellas necesita al Salvador tanto como nosotros.
Un punto de partida en la investigación de historia familiar es buscar los registros que estén más a la mano en nuestros propios hogares. Pida a los alumnos que se imaginen que son detectives que fueron contratados para buscar evidencias de que alguien podría estar viviendo en una casa en particular.
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¿Qué tipo de pruebas o documentos buscarían para determinar si una persona específica estaba viviendo allí? (Escriba sus respuestas en la pizarra. Las respuestas pueden incluir fotos, registros escolares, certificados de nacimiento, matrimonio o defunción, álbumes de recuerdos, diarios, registros o certificados eclesiásticos, cartas, obituarios, testamentos, escrituras, registros militares, recortes de periódicos, pasaportes o documentos de ciudadanía).
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¿Cuáles de esos artículos o documentos serían de utilidad en la obra de historia familiar?
Pida a un alumno que lea la declaración del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce Apóstoles, acerca de una forma en que podemos comenzar a recolectar registros genealógicos (en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Comiencen por reunir y guardar lo que encuentren” [3.2.2 ]). Después de leer la declaración del presidente Packer, considere la idea de preguntar a los alumnos si alguno de ellos tiene una caja de ese tipo en donde guardan documentos personales y otra información.
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¿En qué lugar recomienda el presidente Packer que se debe colocar la caja?
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¿Por qué creen que la manera que sugiere el presidente Packer puede ayudarles en la recopilación de registros?
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¿Cuál es el consejo del presidente Packer con respecto al tiempo que se debe dedicar a ese proyecto?
Muestre a los alumnos una copia del cuadro genealógico que se encuentra al final de esta lección. Explique que un cuadro genealógico es un formulario común que se utiliza para mostrar los linajes de los padres. Explique a los alumnos que en la próxima lección se les dará la oportunidad de llenar un cuadro genealógico de su familia. Anímelos a que vengan preparados con la mayor cantidad de información que puedan para poner los nombres de ellos mismos, sus padres, sus abuelos y sus bisabuelos. Se nos recomienda empezar la historia familiar por las cuatro primeras generaciones de antepasados. Señale a los alumnos que pueden descargar formularios electrónicos en el sitio FamilySearch.org. Es probable que muchos alumnos deseen llevar su computadora a clase y trabajar en el formulario digitalmente.
El sitio web de FamilySearch de la Iglesia es un recurso importante para obtener registros e información sobre historia familiar
Presente a los alumnos la página web de FamilySearch (a la cual se obtiene acceso desde la página de inicio de LDS.org). Este sitio les ayudará a ampliar la investigación que han comenzado al recopilar información y registros en casa. Si es posible (y si la clase se enseña en un centro de historia familiar de estaca, o si tiene acceso a internet en el salón), muéstreles cómo ingresar a FamilySearch.org. Demuestre cómo navegar por el sitio, señalando qué tipo de información se encuentra disponible. (Otra opción podría ser obtener el permiso de un alumno antes del comienzo de la clase para investigar su linaje durante la clase. El alumno tendría que contar con suficiente información sobre su linaje para que se puedan efectuar las búsquedas necesarias). También muestre a la clase cómo obtener una cuenta “LDS Account” con el fin de utilizar la función del árbol genealógico en el sitio FamilySearch.
Si no tuviera acceso a computadoras, explique los sitios web de la Iglesia sobre historia familiar y lo que se encuentra disponible (o puede invitar a un consultor de historia familiar de rama, barrio o estaca para que hable al respecto).
También asegúrese de explicar cómo inscribirse en el sitio web de historia familiar como miembro de la Iglesia. Para inscribirse, los alumnos necesitarán su fecha de confirmación y su número de cédula de miembro de la Iglesia, lo cual pueden conseguir con el secretario del barrio o rama (el número de cédula de miembro también se encuentra en la recomendación vigente para el templo). Además de la información de investigación, el sitio web FamilySearch proporciona una opción para que los usuarios envíen los nombres de sus antepasados para efectuar las ordenanzas del templo, así como oportunidades para agregar información a la base de datos y corregir información incorrecta en cuanto a su propia historia familiar. Los que utilizan este sitio web también podrán ver la información de contacto de otras personas que estén trabajando en las mismas líneas de historia familiar, para que puedan colaborar entre sí en sus investigaciones.
Anime a los alumnos a obtener una cuenta “LDS Account” si aún no la tienen, para que puedan ingresar al sitio web de historia familiar para miembros de la Iglesia antes de la próxima clase y comenzar a buscar información acerca de las primeras cuatro generaciones de su cuadro genealógico. (Los alumnos con más experiencia en historia familiar que ya cuenten con información completa sobre sus primeras cuatro generaciones pueden ampliar su investigación según sus propias situaciones y objetivos).
Se debe utilizar sabiduría para determinar cuánto tiempo y esfuerzo debemos invertir en la investigación de historia familiar
Pida que un alumno lea Mosíah 4:27.
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¿Cómo se aplicaría este consejo en cuanto al empeño que se pone en la historia familiar?
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¿Con qué ayuda contamos para decidir cuánto tiempo invertir en la obra de historia familiar? (Las posibles respuestas incluyen la oración, el consejo de los líderes del sacerdocio, los padres y las bendiciones patriarcales).
Pida a un alumno que lea los tres primeros párrafos del consejo del élder Dallin H. Oaks que se encuentra en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Hay muchas tareas en la obra de la redención de los muertos” (3.4.1). Para ayudar a los alumnos a aplicar esos principios en su propio empeño por la historia familiar, haga preguntas como las siguientes:
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¿Qué principios enseñó el élder Oaks que pueden ayudarnos a trabajar en nuestra historia familiar con “prudencia y orden”?
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¿Qué significado tiene para ustedes el consejo del élder Oaks de forma personal?
Considere la posibilidad de que los alumnos estudien en silencio las palabras del élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Ustedes tienen la invitación y la promesa de un apóstol” (3.4.3). Mientras lean, anímelos a leer lentamente, a determinar y a meditar las promesas que el élder Bednar hace a la juventud de la Iglesia. Pregunte a la clase:
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De todas las promesas que hace el élder Bednar a los jóvenes, ¿cuál de ellas tiene mayor significado para ustedes? ¿Por qué?
Si hay alumnos que ya han tenido alguna experiencia en la investigación de historia familiar, pregunte:
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¿Hasta qué grado ya han sentido que una o más de esas promesas se han cumplido en su vida?
Aliente a los alumnos a tomar un poco de tiempo en los próximos días para considerar en oración las circunstancias actuales de sus vidas y establecer metas realistas respecto a la cantidad de tiempo que pueden dedicar en la semana para hacer esta obra. También podría sugerirles que consideren apartar un día y hora específicos cada semana para esta obra. A menudo, es más productivo dedicar un determinado día y hora para realizar una tarea. Asegúreles que el Señor comprende nuestras condiciones mortales y nuestros deseos de hacer Su obra. Debido a que ésta es la obra del Señor, Él nos ayudará a lograr el éxito aún cuando el avance sea lento y gradual. Nuestros parientes fallecidos, a quienes buscamos para hacer la obra por ellos, agradecen todos y cada uno de nuestros esfuerzos que hacemos a su favor.