Capítulo 5
La revelación personal y la historia familiar
Introducción
El presidente James E. Faust (1920-2007) de la Primera Presidencia, enseñó: “El proceso de encontrar uno a uno a nuestros antepasados puede resultar difícil, pero también interesante y gratificante. Con frecuencia sentimos una guía espiritual al acudir a las fuentes para localizarlos. Dado que ésta es una obra espiritual, podemos esperar recibir ayuda desde el otro lado del velo. Percibimos cierta influencia de aquellos antepasados que aguardan a que los encontremos y hagamos la obra del templo por ellos” (“El prodigio que son ustedes”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 55).
En esta lección los alumnos estudiarán el papel de la fe en lo que respecta a la obra de historia familiar y cómo el ejercicio de la fe puede traer la inspiración del Espíritu Santo para que les ayude mientras buscan los registros de sus parientes fallecidos. Usted puede hacer que sus alumnos sientan una mayor determinación para ejercer la fe para recibir revelación personal en la importante tarea de buscar a sus antepasados y proporcionarles las ordenanzas de salvación. Con esta lección, los alumnos también podrían sentir la confianza de que los espíritus dignos que se encuentran en el mundo de los espíritus aprecian nuestro empeño y están ansiosos por que las ordenanzas del templo se efectúen a favor de ellos.
Algunas doctrinas, principios y verdades del Evangelio
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La búsqueda eficaz de nuestros familiares fallecidos nos exige ejercer fe en Jesucristo.
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A medida que avanzamos con fe, podemos recibir la inspiración del Espíritu Santo para que nos ayude a realizar la historia familiar.
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Los deseos justos de nuestros antepasados que se encuentran en el mundo de los espíritus podrían influir en el empeño que pongamos en la historia familiar.
Sugerencias para la enseñanza
La búsqueda eficaz de nuestros familiares fallecidos nos exige ejercer fe en Jesucristo
Escriba en la pizarra: “La fe es un principio de acción y de poder” y pregunte:
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¿Qué significa para ustedes que la fe es un principio de acción?
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¿Qué significa para ustedes que la fe es un principio de poder?
Después de que varios alumnos hayan dado sus respuestas, explique que, a medida que les dé esta lección, ellos se beneficiarán al considerar la forma en que la fe se relaciona con la historia familiar.
Divida la clase en tres grupos. Asigne a los miembros de cada grupo a estudiar uno de los siguientes bloques de Escrituras:
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Santiago 1:5–6; 1 Nefi 15:11; Doctrina y Convenios 8:1, 10; Manual para el alumno, encabezamiento “La Primera Visión es un ejemplo de pedir con fe” (5.1.2). La importancia de pedir con fe.
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Alma 32:37–41; Manual para el alumno, encabezamiento “La fe es un don de Dios” (5.1.1). La fe se nutre por medio de acciones justas.
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Mosíah 8:18; Éter 12:6, 16, 18; Doctrina y Convenios 35:8; Manual para el alumno, encabezamiento “La fe abre puertas” (5.1.3). Los milagros se efectúan de acuerdo con la fe.
Mientras los alumnos estudian esos materiales, pídales que consideren las respuestas a estas preguntas:
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¿Cuál es el principio general que se enseña? (Véanse las declaraciones anteriores en cursiva).
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¿Cómo aplicarían ustedes la obra de historia familiar al principio que se estudió?
Después de dar a los alumnos tiempo para dar informe de lo que encuentren, lea esta cita del élder Kevin W. Pearson, de los Setenta:
“El deseo, la esperanza y la convicción son formas de fe, pero la fe como principio de poder viene por medio de un modelo constante de conducta y actitudes obedientes. La rectitud personal es una elección. La fe es un don de Dios, y el que la posea puede recibir inmenso poder espiritual” (“Fe en el Señor Jesucristo”, Liahona, mayo de 2009, pág. 39).
Pregunte a los alumnos:
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¿Qué tipo de “poder espiritual” les gustaría recibir del Señor a medida que trabajen en la historia familiar?
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¿Qué dijo el élder Pearson que debemos hacer para recibir ese poder?
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¿En qué forma han sentido que el Señor les ha recompensado en el pasado por su fe? (No es necesario que las respuestas que se den estén directamente relacionadas con la historia familiar).
Asegure a los alumnos que a medida que sigan adelante con fe en el Señor y busquen Sus bendiciones y guía divina, pueden recibir el poder espiritual, del que habló el élder Pearson, en la búsqueda de sus parientes fallecidos.
A medida que avanzamos con fe, podemos recibir la inspiración del Espíritu Santo para que nos ayude a realizar la historia familiar
Escriba el siguiente pensamiento en la pizarra:
Pregunte a los alumnos:
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¿Cómo creen que el Espíritu Santo podría ayudar a alguien que participa en la obra de historia familiar?
Pida a un alumno que lea en voz alta en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “La revelación viene en diferentes formas” (5.2.3). A medida que el alumno lea este comentario, pida al resto de la clase que considere cómo el Espíritu Santo pudiera manifestarse a las personas que participan en la obra de historia familiar.
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Además de las formas que ya hemos analizado, ¿de qué otras maneras podría inspirarles el Espíritu Santo mientras realizan la obra de historia familiar? (Las posibles respuestas se dan a continuación).
El nombre de un antepasado en particular parece ocuparnos la mente.
Se podría tener la sensación de seguir una línea familiar determinada en la investigación.
Se podría sentir la impresión de buscar más información sobre un antepasado en particular.
Quizás se nos guíe a buscar información en una zona o localidad determinada.
Se podría tener una sensación de paz de que una persona ha aceptado la obra del templo que se hizo a su favor.
Se podría recordar dónde se encuentra guardada cierta información.
Es posible que se reciba guía en cuanto a quién pedirle ayuda y qué preguntas hacer.
Considere la posibilidad de dividir la clase en cuatro grupos. Asigne a cada grupo uno de los relatos del Manual para el alumno bajo los encabezamientos “La guía del Espíritu nos ayuda a hacer la historia familiar” (5.2.4), “¿No estáis en la obra del Señor?” (5.2.5), “Una agitación dentro de mi alma me dijo que había algo más que podría hacer” (5.2.6) o “El nombre casi saltó de la página” (5.2.7). Mientras los alumnos leen, anímeles a escribir las palabras o frases que indican que la persona estaba recibiendo inspiración y la guía del Espíritu. Después de un tiempo suficiente, permita que los alumnos compartan sus relatos brevemente con la clase y digan cómo el Espíritu Santo ayudó a la persona de cada relato.
Invite a los alumnos a que hablen de la forma en que el Espíritu Santo ya les ha inspirado a medida que han trabajado en la historia familiar. Comparta su testimonio de la realidad del tercer miembro de la Trinidad y que a medida que avanzan con fe, esperanza y caridad, pueden recibir Su inspiración y ayuda en hacer la obra de historia familiar.
Los deseos justos de nuestros antepasados que se encuentran en el mundo de los espíritus podrían influir en el empeño que pongamos en la historia familiar
Dibuje un círculo en la pizarra y en su interior escriba “Tierra”. Dibuje otro círculo alrededor de la parte exterior del primer círculo y escriba “Mundo de los espíritus”.
Pida a los alumnos que se dirijan al Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Podemos recibir guía del más allá” (5.3.1). Invite a un alumno a leer en voz alta las citas del élder Melvin J. Ballard (1873-1939), del Quórum de los Doce Apóstoles.
Agregue la palabra “Nosotros” en el círculo interior, y “Nuestros antepasados fallecidos” en el círculo exterior.
Señale el dibujo en la pizarra y pregunte:
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¿De qué manera puede la obra de historia familiar conectarnos a nuestros antepasados fallecidos? (Las posibles respuestas incluyen: Recibimos bendiciones a causa de nuestros esfuerzos por ayudar a otras personas en el mundo de los espíritus; dirigimos nuestros pensamientos hacia ellos y tal vez sus pensamientos se vuelvan hacia nosotros; si se convierten al Evangelio, necesitan que alguien en la tierra haga la obra vicaria por ellos; cuando efectuamos las ordenanzas por nuestros antepasados, las generaciones se unen entre sí).
Invite a un alumno a que lea la declaración del presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, que se encuentra en la introducción de este capítulo. Pida a los alumnos que expliquen lo que esa declaración significa para ellos. (Podría escribirlo en la pizarra).
Diga a los alumnos que un posible significado es que si tenemos familiares fallecidos en el mundo de los espíritus que están listos para que la obra de sus ordenanzas se efectúe en la tierra, podemos ser influenciados por el Espíritu Santo a sentirnos ansiosos por hacer su obra. O bien, que podríamos tener un sentimiento persistente de que hay algo que debemos hacer en la obra de historia familiar.
Invite a los alumnos a leer en silencio Moroni 7:35–37, y que se fijen en cómo esos pasajes podrían aplicarse a la obra de historia familiar. Después de que los alumnos expresen sus ideas al respecto, usted podría compartir uno de los relatos del Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Los deseos justos de nuestros antepasados que se encuentran en el mundo de los espíritus podrían influir en el empeño que pongamos en la historia familiar” (5.3).
Si tiene uno o más alumnos en la clase que parecen estar llenos de entusiasmo por la obra de historia familiar y trabajan constantemente en ella, considere la posibilidad de invitarles a compartir con la clase lo que estén haciendo, los logros que hayan obtenido y cómo han sentido la influencia del Espíritu Santo en ellos al hacer esta obra.
Concluya la lección expresando su testimonio sobre la importancia de demostrar fe por medio de la obediencia, el esfuerzo persistente y en cuanto a la función del Espíritu Santo al participar en la obra de historia familiar. Invite a los alumnos a tomar unos minutos para anotar cómo planean aplicar lo que han aprendido en la lección de hoy. Concluya la clase animando a los alumnos a seguir adelante con fe en su empeño por realizar la historia familiar y a actuar de acuerdo con las ideas y los sentimientos inspirados que tengan en cuanto a sus empeños en favor de sus parientes fallecidos.