Capítulo 9
El mundo de los espíritus y la redención de los muertos
Introducción
El verdadero entendimiento de la doctrina de la redención de los muertos hace de la historia familiar y la obra del templo algo más que un pasatiempo interesante. El élder Neal A. Maxwell (1926-2004), del Quórum de los Doce Apóstoles, habló de la perspectiva que los Santos de los Últimos Días pueden adquirir con respecto a la inmensidad de la obra del Señor en el mundo de los espíritus:
“A menudo los miembros de la Iglesia sufren de una falta de perspectiva, quizás comprensiblemente, en cuanto a la amplitud y la intensidad de la obra del Señor en el mundo de los espíritus. ¡El alcance es enorme! Los demógrafos calculan que unos sesenta a setenta mil millones de personas han vivido en este planeta hasta ahora. Sin menoscabar en modo alguno la importancia de la labor absolutamente vital y colaborativa de este lado del velo, necesitamos una mejor comprensión de “las cosas como realmente serán” (Jacob 4:13). De lo contrario, podemos fácilmente llegar a considerar la historia familiar como un pasatiempo pintoresco y la obra resultante del templo como algo que llegaremos a hacer más adelante” (The Promise of Discipleship, 2001, pág. 105).
Esta lección les ayudará a los alumnos a obtener aprecio por el gran amor y misericordia del Señor al proporcionar oportunidades para la salvación de todos Sus hijos, tanto aquí en la tierra como en el mundo de los espíritus. Al hacer la historia familiar y la obra del templo, estamos ayudando a cumplir con la responsabilidad de predicar el Evangelio a toda nación, tribu, lengua y pueblo (véaseD. y C. 133:37) al extender las bendiciones del Evangelio a las personas que no las recibieron durante su vida mortal.
Algunas doctrinas, principios y verdades del Evangelio
-
Por la expiación de Jesucristo, todos los hijos de Dios pueden ser salvos mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio.
-
Entre la muerte y la resurrección del cuerpo físico, el espíritu vive en el mundo de los espíritus y tiene la oportunidad de continuar progresando hacia la perfección.
-
Jesucristo inició la predicación del Evangelio a las personas en la prisión espiritual.
-
Muchas personas en el mundo de los espíritus esperan con ansia las bendiciones de las ordenanzas del Evangelio.
Sugerencias para la enseñanza
Por la expiación de Jesucristo, todos los hijos de Dios pueden ser salvos mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio
Dibuje un círculo grande en la pizarra y nómbrelo “Tierra”. Dibuje varias figuras de palitos en el interior del círculo que representen gente. Explíqueles que estas figuras representan personas de diferentes nacionalidades, filosofías, creencias religiosas, profesiones y épocas. Todos ellos son hijos de nuestro Padre Celestial.
Haga hincapié en que cada uno dejó la presencia de nuestro Padre Celestial para vivir aquí en la tierra. Pregunte a los alumnos:
-
¿Cuáles son los requisitos para que los hijos de Dios puedan volver a vivir con Él otra vez?
Considere la posibilidad de separar a los alumnos en cuatro grupos. Escriba los siguientes pasajes de las Escrituras en la pizarra:
Asigne a cada grupo que estudien uno de los cuatro bloques de Escrituras y determinen lo que éstas enseñan acerca de lo que se requiere para ser salvo. Cuando los grupos hayan terminado de estudiar, pida a un miembro de cada grupo que pase a la pizarra y escriba bajo el título correspondiente lo que hayan encontrado. Luego pregunte a la clase:
-
¿Qué notan cuando se comparan los requisitos actuales para la salvación con los requisitos que había en otras épocas y para otras personas? (Son los mismos. Básicamente, tener fe en Jesucristo y la Expiación, arrepentirse, ser bautizados, recibir el Espíritu Santo y perseverar hasta el fin).
Para confirmar aún más la necesidad de arrepentimiento y el bautismo para entrar en el reino de Dios, considere compartir con sus alumnos la siguiente cita del profeta José Smith (1805-1844):
“Si había pecado entre los hombres, el arrepentimiento era tan necesario en una época del mundo como en otra, y que el hombre no podía establecer otro cimiento que el que ya existía, que es Jesucristo. Entonces, si Abel era un hombre justo, lo era por obedecer los mandamientos; si Enoc era justo hasta el punto de poder entrar en la presencia de Dios y andar con Él, tiene que haber sido por obedecer los mandamientos; y así es con toda persona recta, ya fuera Noé… Abraham… Jacob… Moisés… o Jesucristo mismo, que no necesitaba el arrepentimiento porque no había cometido pecado… Sin duda, entonces, si convenía a Juan y a Jesucristo, el Salvador, cumplir toda justicia con el bautismo, con seguridad convendrá a toda otra persona que busque el reino de los cielos ir y hacer lo mismo(Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 98–99).
Dibuje en la pizarra un círculo ondulado fuera de la “tierra” y añada algunas figuras de palo entrecortados para representar a aquellos que se encuentran en el mundo de los espíritus. Explique a los alumnos que éstos representan a aquellos que están en el mundo de los espíritus.
Ayúdeles a comprender dónde se encuentra del mundo de los espíritus pidiéndoles que lean la cita del presidente Ezra Taft Benson (1899-1994) en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “El mundo de los espíritus está cerca de este mundo” (9.2.2).
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 138:32–34mientras que el resto de la clase sigue la lectura en silencio, y que se fijen en lo que se enseña a las personas en el mundo de los espíritus.
-
¿De qué manera se compara lo que se enseña en el mundo de los espíritus con el Evangelio que se enseña en la tierra? (Son las mismas enseñanzas y el mismo Evangelio).
-
¿A qué conclusiones llegan a partir de lo que hemos analizado hasta ahora? (Las posibles respuestas incluyen: Los requisitos para la salvación son los mismos para los vivos y para los muertos).
Invite a un alumno a leer la cita del élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, que se encuentra en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “La expiación de Jesucristo es central en el Plan de Salvación” (9.1.1).
-
¿Cómo se relacionan los requisitos enumerados en la pizarra con la Expiación? (La fe en Jesucristo incluye la fe en Su expiación. El arrepentimiento consiste en valerse de la Expiación para obtener la fuerza para arrepentirse y ser limpios del pecado. Mediante el bautismo y la ministración del Espíritu Santo podemos ser perdonados de nuestros pecados).
-
¿Qué sugerencias tienen para ayudarnos a recordar que la expiación de Jesucristo es la parte central del plan que nuestro Padre Celestial tiene para nosotros?
-
¿Cómo les ayuda a confiar en el plan de Dios el hecho de saber que los requisitos para la salvación son los mismos para cada uno de Sus hijos?
Entre la muerte y la resurrección del cuerpo físico, el espíritu vive en el mundo de los espíritus y tiene la oportunidad de continuar progresando hacia la perfección.
Pida a los alumnos que busquen Alma 40:12–13 y determinen las dos partes en las que se divide el mundo de los espíritus. (“Paraíso” y “tinieblas de afuera”, que en este contexto significa la prisión espiritual). Pida a los alumnos que lean más detenidamente Alma 40:11–14 y se fijen en las palabras y frases que describen el estado de los justos y el estado de los impíos en estas divisiones del mundo de los espíritus. Considere la idea de escribir “paraíso” y “prisión espiritual” en la pizarra y escriba debajo las palabras y frases que los alumnos den como respuestas. (Nota: Puede que tenga que borrar la pizarra antes de hacer esto).
Antes de continuar con la lección, explique a los alumnos que el Señor a veces simplifica Su mensaje. Por ejemplo, Juan 5:29 describe cómo el Salvador hizo referencia a dos resurrecciones principales: la “resurrección de vida” y la “resurrección de condenación”. Sin embargo, incluso dentro de esas dos categorías, nos enteramos de que habrá un orden en la forma en que la Resurrección se lleve a cabo, no todos los que saldrán en la resurrección de vida (a veces llamada la Primera Resurrección o la resurrección de los justos) resucitarán al mismo tiempo. Tampoco todos los de la resurrección de condenación (a veces conocida como la Segunda Resurrección o la resurrección de los inicuos) resucitarán al mismo tiempo (véase D. y C. 88:99–102). Dentro de la prisión espiritual posiblemente haya muchos diferente niveles y grados de iniquidad, los que llevaron una vida sumamente inicua en la tierra, muchos otros que vivieron con mucha rectitud y todas las demás personas que mostraron otros niveles de obediencia y desobediencia. Lo cierto es que todas ellas tienen una cosa en común: no aceptaron el Evangelio ni el bautismo mientras estuvieron en la mortalidad.
Señale también que a veces el Señor utiliza un lenguaje extremo para enfatizar lo que quiere decirnos. Por ejemplo, en Doctrina y Convenios 19:5–7, el Señor describe el tormento que le espera a los inicuos “a fin de que obre en el corazón de los hijos de los hombres” (versículo 7). Los términos que se utilizan en Alma 40:13–14 (los que podría escribir en la pizarra) también pueden obrar “en el corazón de los hijos de los hombres” para motivarlos a buscar el paraíso espiritual.
Presente Doctrina y Convenios 138, para ello comparta el comentario histórico que se encuentra en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “El presidente Joseph F. Smith recibió una visión sobre la redención de los muertos” (9.3.1). Luego pida a la mitad de los alumnos que estudien en silencio los versículos 12–14 y a la otra mitad los versículos 20–24, y que busquen las palabras adicionales que describan las condiciones de los inicuos en el mundo de los espíritus. Podría agregar las respuestas de los alumnos a sus listas en el pizarra.
-
Tome un momento para evaluar las condiciones de la prisión espiritual. ¿Cómo puede esto motivarles a querer buscar a sus parientes fallecidos y asegurarse de que las ordenanzas salvadoras se efectúen por ellos en el templo?
Conceda unos minutos para que los alumnos estudien en el Manual para el alumno los encabezamientos “El progreso hacia la exaltación lleva tiempo” (9.2.5) y “Los desafíos y las pruebas continúan” (9.2.6). Luego, pídales que analicen brevemente con un compañero lo que estas lecturas enseñan sobre algunos de los propósitos del mundo de los espíritus. Pregunte a los alumnos por qué es importante y útil saber que después de la muerte seguimos aprendiendo y progresando en el mundo de los espíritus.
Jesucristo inició la predicación del Evangelio en la prisión espiritual
Pida a los alumnos que busquen Doctrina y Convenios 138:1–4 y determinen los dos temas principales que el presidente Joseph F. Smith (1838-1918) estaba meditando cuando recibió esta revelación. Después de que los alumnos hayan señalado la Expiación y el amor manifestado por el Padre y el Hijo, señale que en esta revelación el presidente Smith vio que el Salvador no fue en persona a aquellos en la prisión espiritual, Él solo fue a aquellos que estaban en el paraíso y que habían vivido en rectitud mientras estaban en la tierra. Conceda a los alumnos unos minutos para que lean los versículos 25–28 en silencio y busquen la pregunta que el presidente Smith estaba meditando mientras observaba esta visión del mundo de los espíritus.
-
¿Cómo expresarían con sus propias palabras la pregunta que el presidente Smith contemplaba? (¿Cómo pudo el Salvador predicar el Evangelio a semejante cantidad de personas cuando estuvo en el mundo de los espíritus durante solo tres días?)
Anote las siguientes preguntas en la pizarra o prepare copias para repartir:
Conceda a los alumnos unos minutos para estudiar los versículos 29–31, 37, 57,, y buscar respuestas a las preguntas en la pizarra. Después de un tiempo suficiente, invite a los alumnos a analizar sus respuestas con otro miembro de la clase. Si le parece adecuado, después de que los alumnos hayan terminado de hablar unos con otros, haga esta pregunta:
-
¿Cómo les ayudan estos versículos a entender la forma en que la Expiación se aplica a las personas en el mundo de los espíritus?
-
¿Por qué estas verdades son importantes para ustedes? ¿Cómo podría influir en una persona el hecho de conocer estas verdades sobre el mundo de los espíritus?
Si el tiempo lo permite, podrían leer y analizar con la clase el comentario que se encuentra en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Existe un orden y una estructura perfectos en el mundo de los espíritus” (9.3.3).
Muchas personas en el mundo de los espíritus esperan con ansia las bendiciones de las ordenanzas del Evangelio
Pida a los alumnos que piensen en algo que esperaban con gran expectativa en el pasado, pero que tuvieron que esperar mucho tiempo para recibir. Invite a algunos alumnos a compartir brevemente sus experiencias con la clase. Luego invítelos a pensar en cómo su espera podría compararse con los que están esperando la oportunidad de recibir la salvación en el mundo de los espíritus. Considere la posibilidad de pedir a los alumnos que compartan algunas de sus experiencias con la investigación de sus antepasados fallecidos hasta el momento. En particular, pídales que compartan información con respecto a las fechas de nacimiento y fallecimiento, por cuánto tiempo han estado en el mundo de los espíritus. ¿Qué han descubierto sobre cómo era alguno de sus antepasados? ¿Cómo se sienten en cuanto a la idea de llevar las bendiciones del Evangelio a esta persona? (Si los alumnos no han tenido una experiencia así, prepárese para compartir una experiencia propia).
A fin de preparar a los alumnos para que aprendan sobre lo bien que el Evangelio es aceptado en el mundo de los espíritus, considere la idea de pedirle a un ex misionero que haya en la clase que tome unos minutos y hable a la clase sobre el porcentaje general de éxito de los misioneros en su misión. ¿De todas las personas contactadas en su misión, aproximadamente cuántas se bautizaron? ¿Cuáles fueron algunos de los desafíos más frecuentes que enfrentaron los misioneros en la enseñanza del Evangelio en esa misión? ¿Qué piensan que se podría hacer para lograr un mayor éxito en la predicación del Evangelio?
Invite a un alumno a leer las citas del presidente Wilford Woodruff (1807-1898) y el presidente Lorenzo Snow (1814-1901) en el Manual para el alumno bajo el encabezamiento “Muy pocos no aceptarán el Evangelio” (9.4.3).
Para concluir la lección, pregunte a la clase:
-
Al considerar cuánto tiempo algunos de sus antepasados han esperado en el mundo de los espíritus y lo que sus empeños ponen a disposición de ellos, ¿qué sentimientos o confirmaciones espirituales han sentido sobre la veracidad de la historia familiar?
Concluya con su testimonio sobre el amor de Dios y de Su Hijo al ofrecer la oportunidad para que todos Sus hijos reciban la salvación.