Introducción
Este manual está diseñado para ayudarle en la preparación de las clases; proporciona información introductoria a los capítulos, señala pasajes de las Escrituras y principios del Evangelio y sugiere maneras de ayudar a los alumnos a entender las doctrinas y aplicarlas en su vida.
Si usted no está capacitado en la historia familiar pero tiene la responsabilidad de enseñar este curso, será necesario familiarizarse con el sitio web de la Iglesia sobre historia familiar: FamilySearch.org. Le será de beneficio leer las introducciones y completar los ejercicios del tutorial disponibles en FamilySearch.org. Durante la enseñanza de este curso también será necesario familiarizarse con otros recursos disponibles, tales como el sitio web de la clase de Religión 261 de la Universidad Brigham Young: familyhistorylab.byu.edu.
Debe conocer las técnicas, las cuales invitará a sus alumnos a utilizar. Tómese el tiempo para aprender los métodos actuales para documentar y preparar datos de historia familiar.
El propósito del Manual del maestro
Este manual del maestro tiene el propósito de servir de recurso tanto para los maestros recién llamados que tienen poca experiencia en la enseñanza, como para los maestros que cuentan con años de experiencia. Seleccione las ideas de enseñanza que mejor satisfagan las necesidades de sus alumnos. Siéntase libre de adaptarlas a su estilo de enseñanza, pero también tenga la disposición a probar los métodos de enseñanza que se encuentran en el manual. Sin duda, usted tendrá sus propias ideas que pueden adaptarse fácilmente al material prescrito para la lección. Las 12 lecciones en este curso se dividen en dos categorías principales: (1) El marco doctrinal que fundamenta el porqué hacemos la obra de la redención de los muertos, y (2) Las actividades y los métodos relacionados con la investigación de la historia familiar y la obra en el templo, qué hacer y cómo hacerlo. A medida que el curso avanza, se presentan lecciones doctrinales intercaladas con lecciones sobre cómo hacer la obra de historia familiar.
Cómo está organizado este manual
La clase de Religión 261 ha sido diseñada para enseñarse en un solo semestre escolar. Este manual contiene 12 capítulos, cada uno de los cuales corresponde a un capítulo del Manual para el alumno del curso de Religión 261. Si la clase se reúne dos veces a la semana, cada lección debe durar aproximadamente 50 minutos. Si enseña una vez por semana, adapte el material del curso a sus circunstancias particulares de enseñanza. Dado que la mayoría de las clases de instituto se reúnen por más de 12 períodos de clase, puede utilizar más de un período de clase para el estudio de una lección; en particular, en las lecciones que tratan el “cómo” se obtendrán mejores resultados si se toma más de un período de clase para enseñarlas. También se espera que la mayor parte del tiempo de clase se dedique a la investigación de historia familiar en sí.
Cada lección de este manual cuenta con tres secciones:
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Introducción
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Algunas doctrinas y principios importantes que se desarrollan en la lección
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Sugerencias para la enseñanza
Introducción
La introducción pone de relieve los temas generales de la lección y le ayudará a obtener una visión inicial de la lección en general.
Algunas doctrinas y principios importantes que se desarrollan en la lección
Esta sección contiene una lista de las doctrinas, los principios y las ideas centrales que se desarrollan en cada lección. Además de las doctrinas y los principios que se mencionan en el manual, es probable que usted sepa otras verdades importantes las cuales puede enseñar si así lo siente. Este derecho lo tiene como maestro y pudiera ser necesario ejercerlo a fin de satisfacer las necesidades de sus alumnos y seguir la guía del Espíritu Santo. Sin embargo, antes de enseñar principios adicionales usted debe examinar las otras lecciones del manual. Si un principio o una doctrina no se trata en una lección en particular, puede que se presente en otra lección que recalque el tema de forma más completa.
Sugerencias para la enseñanza
En esta sección se desarrolla cada una de las doctrinas y los principios determinados con sugerencias didácticas específicas. Como maestro, debe adaptar las sugerencias de las lecciones según la organización del salón, las necesidades de los alumnos, las limitaciones de tiempo y la guía del Espíritu Santo.
Decida qué enseñar
Habrá más probabilidades de que el Espíritu Santo le guíe en la decisión de qué enseñar si primero se toma el tiempo para familiarizarse con el contenido de la lección y determina y entiende las doctrinas y los principios clave. Puesto que existen varias doctrinas y principios que se desarrollan en cada lección, decida qué nivel de importancia desea darle a cada segmento de la lección. Al procurar la guía del Espíritu Santo, Él le ayudará a determinar las necesidades de sus alumnos y cómo utilizar los materiales de este manual para satisfacer tales necesidades. Los alumnos probablemente estarán ansiosos por aprender cómo investigar y qué hacer para buscar la información necesaria lo antes posible. Si ellos entienden la doctrina de la redención de los muertos, es probable que deseen investigar la información de sus parientes fallecidos. Debido a la importancia de estos dos aspectos, las lecciones doctrinales y las prácticas (cómo hacerlo) de este manual se han entremezclado. Eso ayudará a los alumnos a profundizar su comprensión doctrinal a medida que avancen en el aprendizaje de cómo hacer la investigación.
Al enseñar esta clase, piense como si fuera una persona principiante. Muchos de sus alumnos tendrán poco o ningún conocimiento acerca de cómo proceder con la obra de historia familiar. La mayoría de los alumnos probablemente estarán ansiosos por buscar un nombre de un antepasado para llevarlo al templo. Ayúdeles a trabajar en una computadora para preparar nombres de su historia familiar lo más pronto posible. Como maestro de este curso, uno de sus objetivos debe ser ayudar a cada alumno a preparar el nombre de un familiar para enviarlo al templo y, cuando sea posible, hacer la obra del templo por esa persona.
Decida cómo enseñar
Recuerde la función del alumno al seleccionar diferentes métodos de enseñanza para una lección. Al dirigirse a los maestros de religión, el élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, declaró:
“Conviertan en su objetivo lograr que los alumnos comprendan, retengan y se valgan de la verdad divina. Tengan siempre presente ese objetivo en primer lugar en todos los aspectos de su preparación y de su enseñanza…
“Asegúrense de que haya una abundante participación porque ese uso del albedrío por parte de los alumnos permite al Espíritu Santo enseñar. También ayuda al alumno a retener el mensaje. Al analizar los alumnos las verdades, éstas se confirman en su alma y fortalecen su testimonio personal” (“El comprender la verdad y vivir de acuerdo con ella”, Una tarde con una Autoridad General, Richard G. Scott, 4 de febrero de 2005). Una meta importante para el curso sería que usted espere que los alumnos sean espiritualmente maduros y que asuman seriamente su rol como aprendices.
Al prepararse para enseñar, tenga en cuenta la diferencia entre un método centrado en el maestro y un método centrado en el alumno. Existe una gran diferencia entre el maestro que pregunta: “¿Qué haré en mi clase hoy?” y el que pregunta: “¿Qué harán mis alumnos en la clase hoy?”. O entre “¿Qué enseñaré hoy?” y “¿Cómo ayudaré a mis alumnos a descubrir lo que deben saber?”. Con el segundo método se logra un aprendizaje más profundo y duradero, y más significativo que el primero. Considere las siguientes sugerencias:
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Anime a los alumnos a leer las secciones asignadas del Manual para el alumno antes de cada lección.
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Asegúrese de que los métodos de enseñanza estén en armonía con el mensaje que se enseñe y que favorezcan la influencia del Espíritu.
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Establezca la relevancia y el propósito. Cuando los alumnos captan la relevancia que tiene lo que estudian en sus propias situaciones y circunstancias, generalmente se motivan más para aprender y aplicar las enseñanzas del Evangelio.
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Brinde a los alumnos la oportunidad de hacer y responder preguntas. El uso de buenas preguntas es una herramienta valiosa para ayudar a que los alumnos asuman la responsabilidad de su aprendizaje. Si lo desea, puede invitarles a que de vez en cuando vengan a la clase con una pregunta por escrito. Ayúdeles a ver que las preguntas que hacen en la clase pueden llegar a ser más importantes en el proceso de aprendizaje que las preguntas formuladas por el maestro.
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Cree un ambiente en donde los alumnos sientan el Espíritu del Señor y tengan el privilegio y la responsabilidad de enseñar y de aprender unos de otros (véaseD. y C. 88:78,122). Evite que el sermoneo sea el método principal de enseñanza. Por el contrario, utilice una variedad de métodos y técnicas. Permita que los alumnos descubran verdades, guiándolos a las verdades que usted y otros han encontrado. Brinde oportunidades para que se explique y se comparta lo que se esté aprendiendo y experimentando, y se dé testimonio de ello.
El élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó que los maestros eficaces ayudan a los alumnos a buscar respuestas por sí mismos: “He descubierto una característica común entre los maestros que más han influido en mi vida: me ayudaron a buscar conocimiento por la fe y se negaron a darme respuestas fáciles a las preguntas difíciles. De hecho, no me dieron respuesta alguna, sino que me indicaron el camino y me ayudaron a dar los pasos para encontrar mis propias respuestas. No siempre aprecié este método, pero la experiencia me ha permitido entender que no solemos recordar por largo tiempo la respuesta de otra persona; mas la respuesta que descubrimos u obtenemos mediante el ejercicio de la fe, por lo general la conservamos toda la vida (“Buscad conocimiento por la fe”, Una tarde con una Autoridad General, David A. Bednar, 3 de febrero de 2006).
Utilice relatos y citas inspiradores sobre la historia familiar, e invite a los miembros de la clase a compartir anécdotas de éxito de sus propias experiencias.
Comentarios sobre el Manual para el alumno
Introducción a la historia familiar: Manual para el alumno contiene comentarios valiosos de Autoridades Generales y oficiales de la Iglesia. Muchas de las ideas para la enseñanza de este manual hacen referencia a comentarios que se encuentran en el Manual para el alumno. Anime a los alumnos a utilizar ese recurso dentro y fuera de la clase.
Cada capítulo del Manual para el alumno concluye con las secciones “Preguntas para reflexionar” y “Asignaciones sugeridas”. Muchas de esas preguntas y actividades pueden ser adaptadas para usarse en la clase como ideas para la enseñanza.
Las computadoras y la investigación de la historia familiar
Usted tendrá que evaluar la necesidad que exista en cuanto a computadoras, la capacidad de sus alumnos y la disponibilidad de ese equipo en la localidad donde se encuentre. Algunos institutos tienen acceso a las bibliotecas de historia familiar de estaca y han recibido el permiso de los líderes del sacerdocio correspondientes para utilizar tales instalaciones para las clases de instituto de historia familiar. Según donde usted viva, es probable que muchos de sus alumnos tengan sus propias computadoras y puedan llevarlas a clase. Consulte con el director del instituto, los líderes locales del sacerdocio y los alumnos para determinar si los alumnos practicarán haciendo la obra de historia familiar en computadoras en sus hogares, computadoras portátiles, computadoras de la estaca o una combinación de éstas posibilidades.
Este Manual del maestro no trata los aspectos específicos de los programas ni los procedimientos informáticos para realizar la historia familiar. Las tecnologías cambian demasiado rápido para que un manual impreso se mantenga actualizado. Para el momento en que un manual de instituto se imprime, puede que algunos procedimientos ya hayan sido actualizados o eliminados. El Departamento de Historia Familiar de la Iglesia está continuamente mejorando y simplificando el proceso informático para la investigación y el envío de nombres para efectuar las ordenanzas del templo. Este manual recomienda algunos sitios web, pero estos también pueden llegar a ser obsoletos o a cambiar con el tiempo. FamilySearch.org debe ser el recurso informático principal para que los alumnos adquieran experiencia práctica.
Durante el curso, debe incorporar actividades con computadoras lo mejor que pueda según la disponibilidad de tales máquinas y las necesidades de los alumnos en su localidad. Haga los planes necesarios para que los alumnos trabajen en computadoras tan pronto como sea posible durante el curso.
Cómo adaptar el manual para personas con discapacidades
Al enseñar a alumnos con discapacidades, adapte las lecciones para satisfacer las necesidades de ellos. Por ejemplo, muchas lecciones requieren que los alumnos lean en voz alta o en silencio y escriban respuestas en un papel. Para adaptar la clase a los alumnos que no puedan leer, podría considerar leer en voz alta usted mismo, pedirle a compañeros que lean o bien utilizar materiales pregrabados para narrar las Escrituras (como un MP3, CD o cassette de audio). Cuando las lecciones requieran respuestas por escrito, usted podría instar a que éstas se den de forma oral en su lugar.