Manuales y llamamientos
2: Llegar a ser


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Llegar a ser: Cumplir los convenios y el propósito de mi vida

Comiencen con una oración.

Informar:

Empecemos por presentarnos al grupo y compartamos las experiencias que tuvimos al cumplir con los compromisos de la semana pasada. Cuando se presente, tenga a bien compartir lo siguiente:

  • Su nombre

  • Su misión

  • Cuánto hace que terminó la misión

  • Una reflexión o una pregunta que tuvo al cumplir con los compromisos de la semana pasada

¿Qué llegaré a ser?

Leer:

Si empezó Mi plan en la misión, recuerde que al ser un misionero retornado la oportunidad de crear una vida feliz y centrada en el Evangelio es ahora mayor que nunca. El presidente Dallin H. Oaks ha dicho: “A diferencia de las instituciones del mundo, que nos enseñan a saber algo, el evangelio de Jesucristo nos desafía a llegar a ser algo… No basta solo con actuar mecánicamente… Al final, lo que importa es lo que hemos llegado a ser mediante nuestras labores” (véase “El desafío de lo que debemos llegar a ser”, Liahona, noviembre de 2000, págs. 32, 34).

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Hermana Julie B. Beck

“Cuando sabemos quiénes somos y lo que debemos hacer, resulta más fácil tomar decisiones importantes acerca de los estudios, la carrera y el matrimonio. Es más fácil hacer brillar nuestra luz en el ámbito familiar, entre los amigos y en cualquier otro lugar”.

Julie B. Beck, “Ustedes son de noble linaje”, Liahona, mayo de 2006, pág. 107.

Analizar:

¿De qué manera la misión amplió su visión de lo que puede llegar a ser?

Crear una visión: ¿Qué propósito tiene Dios para mí?

Leer:

El élder Richard G. Scott enseñó: “El Señor tiene un propósito para usted como individuo” (“Learning to Succeed in Life”, devocional de la Universidad Brigham Young, 15 de septiembre de 1998, speeches.byu.edu). Como hijo de Dios que es, usted tiene el potencial de recibir “lo que [el] Padre tiene” (D. y C. 84:38). Las preguntas que debe responder incluyen: “¿Qué haré con mi potencial? ¿Cómo puedo entender y lograr el propósito que Dios tiene para mi vida?”. Primero necesita una visión, luego metas y entonces un plan.

Meditar:

Analizar:

¿Por qué los convenios son una parte esencial del propósito de su vida?

Los convenios son una parte esencial de la misión y el propósito de su vida

Leer:

El pueblo de Dios es un pueblo que hace convenios. El Padre trabaja con nosotros por medio de los convenios que hacemos con Él. Lorenzo Snow, profeta y Presidente de la Iglesia, enseñó: “Creo que cuando ustedes y yo estábamos en la vida [preterrenal], hicimos ciertos convenios con quienes estaban al mando de que en esta vida… haríamos lo que habíamos hecho en esa vida [preterrenal]: conocer la voluntad de Dios y actuar de conformidad con ella” (The Teachings of Lorenzo Snow, compiladas por Clyde Williams, 1984, págs. 118–119).

El élder LeGrand Richards enseñó: “Recibí mi bendición patriarcal cuando solo tenía ocho años. Entre otras cosas, decía: ‘No has venido a la tierra por casualidad, sino en cumplimiento de los decretos del Todopoderoso para llevar a cabo una gran obra’. Entonces procedía a detallar lo que podía hacer. Toda mi infancia oré para que si no vine aquí por casualidad, el Señor me ayudara a vivir de tal modo que no se me privara del privilegio de hacer la obra que Él me había enviado a hacer. No puedo imaginar nada más decepcionante que regresar después de esta vida y que el Señor me diga: ‘Bueno, LeGrand, esto fue a lo que te envié, pero no lo hiciste. Te saliste en un desvío y tuvimos que mandar a otra persona a hacer tu trabajo por ti’” (“A Constructive Life”, New Era, junio de 1976, pág. 8).

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Hermana Linda K. Burton

“El hacer convenios y guardarlos alegremente da validez y vida a las vitales y sagradas ordenanzas de salvación que tenemos que recibir a fin de obtener ‘todo lo que [el] Padre tiene’”.

Linda K. Burton, “El poder, gozo y amor que provienen de guardar convenios”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 113.

Meditar:

Analizar:

¿Cómo empezó a aprender acerca del propósito de su vida?

Leer:

Al meditar y orar en cuanto a su propósito en la vida, el Señor lo bendecirá con un entendimiento mayor. Él lo ha bendecido con varios recursos, incluso las Escrituras y su bendición patriarcal, para guiarlo y ayudarlo a entender el propósito que tiene su vida.

Utilice la bendición patriarcal a modo de guía

Leer:

El presidente Thomas S. Monson instruyó en cuanto a cómo recibir guía de la bendición patriarcal para la vida: “El mismo Señor que le proporcionó una Liahona a Lehi, nos brinda un don valioso y excepcional que nos da dirección en la vida, que indica los peligros que amenazan nuestra seguridad y que traza el camino, incluso un paso seguro, no hacia una tierra prometida, sino hacia nuestro hogar celestial. El don al cual me refiero es nuestra bendición patriarcal. Todo miembro digno de la Iglesia tiene a su alcance este tesoro preciado y personal” (véase “Vuestra bendición patriarcal: una Liahona de luz”, Liahona, enero de 1987, pág. 64).

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Presidente Thomas S. Monson

“La bendición patriarcal es una revelación para quien la recibe, aun una línea blanca en el medio de la carretera que lo protegerá, inspirará, ayudará y motivará a obrar en rectitud. Una bendición patriarcal contiene literalmente capítulos extraídos de su libro de posibilidades eternas. Digo eternas porque así como la vida es eterna, también lo es la bendición patriarcal”.

Thomas S. Monson, “Vuestra bendición patriarcal: Una Liahona de luz”, Liahona, enero de 1987, pág. 65

Analizar:

¿Cómo le dirigió la bendición patriarcal durante la misión?

Actividad:

Durante la semana, y a fin de lograr un mejor entendimiento de la voluntad del Señor para usted, haga una copia de su bendición patriarcal y entonces haga lo siguiente:

Paso 1: Rodee con un círculo las palabras que le describan a usted (por ejemplo: “humilde” o “sincero”). Escriba esas palabras en su diario de estudio bajo un encabezamiento con el título “Yo soy”.

Paso 2: Subraye todas las frases que describan acciones que deba hacer (por ejemplo: “estudiar las Escrituras con diligencia” o “procurar estudios superiores”). Escriba esas frases en su diario de estudio bajo un encabezamiento con el título “Lo haré”.

Paso 3: Observe las listas que escribió y pregúntese: “¿Qué me revela mi bendición patriarcal en cuanto al propósito que Dios tiene para mi vida?”.

Paso 4: Escriba una descripción de la persona que cree que su Padre Celestial desea que llegue a ser.

Revelación personal a través del Libro de Mormón

Leer:

El presidente M. Russell Ballard testificó: “El Libro de Mormón, más que cualquier otro libro que conozco, es la fuente máxima para encontrar respuestas a los problemas de la vida” (véase “Agregamos nuestro testimonio”, Liahona, diciembre de 1989, pág. 13). El élder David A. Bednar recalcó la importancia de “leer, estudiar, escudriñar y meditar las Escrituras en general, y el Libro de Mormón en particular” (“El sueño de Lehi: Asidos constantemente a la barra”, Liahona, octubre de 2011, pág. 33). Al utilizar el Libro de Mormón a diario seremos bendecidos con mayor guía, propósito, protección y consuelo. El Señor nos guiará en lo temporal y lo espiritual. El élder Richard G. Scott dijo: “Doy testimonio de que [el Libro de Mormón] puede convertirse en un ‘Urim y Tumim’ personal en su vida” (“The Power of the Book of Mormon in My Life”, Ensign, octubre de 1984, pág. 11).

Analizar:

¿De qué manera le ha brindado revelación personal el Libro de Mormón?

Comprométase:

  • Durante la misión usted invitó a otras personas a leer el Libro de Mormón y encontrar respuestas. Esta semana estudie el Libro de Mormón a diario procurando aprender acerca de la obra que el Padre Celestial le ha enviado a cumplir. Escriba sus impresiones en su diario de estudio.

  • Visite el templo o encuentre un lugar tranquilo y ore para tener una mayor comprensión de lo que usted ha sido preparado para lograr en esta vida.

  • Comparta lo que haya aprendido hoy con otro misionero retornado, otro joven adulto soltero o un familiar.

Seleccione un compañero de acción para esta semana y dediquen un par de minutos a compartir el uno con el otro los compromisos en los que han sentido que deben trabajar. Decidan cómo van a realizar el seguimiento el uno con el otro durante la semana.

Ofrezcan la última oración.