Manuales y llamamientos
6: Principios para llegar a ser autosuficiente


6

Principios para llegar a ser autosuficiente

Comiencen con una oración.

Informar:

Empecemos por presentarnos al grupo y compartamos las experiencias que tuvimos al cumplir con los compromisos de la semana pasada. Cuando se presente, tenga a bien compartir lo siguiente:

  • Su nombre

  • Su misión

  • Cuánto hace que terminó la misión

  • Una reflexión o una pregunta que tuvo al cumplir con los compromisos de la semana pasada

Compromisos para toda la vida

Leer:

A medida que asuma la responsabilidad de su bienestar temporal y espiritual a través de una vida de servicio, necesitará vivir ciertas normas como un fiel discípulo de Cristo. Algunos compromisos incluyen lo siguiente:

  • Santificar el día de reposo y participar dignamente de la Santa Cena cada semana.

  • Ayunar, orar y deleitarse en la palabra de Dios.

  • Pagar diezmos y ofrendas.

  • Ser fiel a los convenios del templo, incluso aceptar llamamientos para servir, cumplir la ley de castidad y evitar la pornografía.

  • Llegar a ser autosuficiente al trabajar y obtener toda la instrucción académica necesaria.

  • Ayudar a su familia a vivir el Evangelio.

Meditar:

Analizar:

En Alma 37:6 leemos acerca del poder que tienen las “cosas pequeñas y sencillas”. ¿Cómo ha experimentado usted el poder y la promesa de las cosas pequeñas y sencillas?

Cuatro principios para llegar a ser autosuficiente

Leer:

Llegar a ser autosuficiente, tanto temporal como espiritualmente, requiere una obediencia profunda a principios fundamentales clave. Si bien hay ciertos principios que se deben llegar a aprender, hay cuatro principios primordiales que sustentan las promesas de Dios para ayudarnos a llegar a ser autosuficientes.

“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros; buscadme diligentemente, y me hallaréis; pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá”.

1. Ejercer fe en Jesucristo

Leer:

Cuando ejercemos fe en Jesucristo, confiamos en que Él perdone nuestras deficiencias y nos posibilite llegar a ser lo que desee que seamos. El camino del discipulado es riguroso y requiere perseverancia. El presidente Henry B. Eyring enseñó que “si no tenemos arraigado en nuestro corazón el cimiento de la fe, el poder para perseverar se desmoronará” (“Montañas que ascender”, Liahona, mayo de 2012, pág. 33).

Actividad: (5 minutos)

Formen grupos de tres y analicen la pregunta siguiente: ¿Por qué es esencial tener un cimiento de fe en Jesucristo?

Leer:

El Salvador enseñó que con fe “…todo… es posible” (Marcos 9:23), pero debemos recordar que le fe es una elección. El élder L. Whitney Clayton enseñó que “…el creer, el testimonio y la fe no son principios pasivos… El creer es algo que elegimos: tenemos esperanza, obramos y nos sacrificamos por ello. No llegaremos a creer en el Salvador y Su evangelio por accidente, al igual que no oramos ni pagamos el diezmo por casualidad. Elegimos activamente creer, del mismo modo que elegimos guardar otros mandamientos” (véase “Elijamos creer”, Liahona, mayo de 2015, pág. 38).

Meditar:

¿Qué está haciendo para nutrir su fe? ¿Qué más podría hacer para “allegarse” al Señor (D. y C. 88:63)?

Leer:

Aun cuando escojamos mostrar fe, no siempre recibimos las respuestas cuándo y cómo las esperamos. El élder Neal A. Maxwell enseñó: “Por tanto, la verdadera fe en Dios incluye no solo la fe en Él, sino en Su tiempo, una de las cosas en la que más nos cuesta tener fe” (“If Thou Endure It Well”, discurso de devocional de la Universidad Brigham Young, 4 de diciembre de 1984, speeches.byu.edu).

Analizar:

¿Qué significa tener fe en el tiempo del Señor?

2. Ser obediente

Leer:

El Señor declaró: “He aquí, esta es tu obra: Guardar mis mandamientos, sí, con todo tu poder, mente y fuerza” (D. y C. 11:20). Las Escrituras contienen varios ejemplos de las bendiciones que se reciben al obedecer los mandamientos del Señor con todo nuestro “poder, mente y fuerza”. Los hijos de Helamán fueron preservados y salieron victoriosos de sus batallas porque permanecieron “firmes e impávidos” y escogieron “[obedecer] y [procurar] cumplir con exactitud toda orden” (Alma 57:20–21). De igual modo, usted puede recibir protección y guía mediante la obediencia a los mandamientos de Dios y las impresiones del Espíritu Santo.

Las Escrituras enseñan: “Hay una ley, irrevocablemente decretada en el cielo antes de la fundación de este mundo, sobre la cual todas las bendiciones se basan; y cuando recibimos una bendición de Dios, es porque se obedece aquella ley sobre la cual se basa” (D. y C. 130:20–21).

Dicho con sencillez, nadie puede recibir las bendiciones necesarias de Dios a menos que obedezca las leyes relacionadas con la bendición que se desea.

Imagen
Presidente Spencer W. Kimball

“Ningún fiel Santo de los Últimos Días que esté física o emocionalmente capacitado pasará voluntariamente a otra persona la carga de su propio bienestar ni el de su familia”.

Spencer W. Kimball, “Welfare Services: The Gospel in Action”, Ensign, noviembre de 1977, pág. 77.

Analizar:

¿Qué llevó a los hijos de Helamán a obedecer con exactitud? ¿Qué le llevaría a usted a hacer lo mismo?

Leer:

La obediencia conlleva grandes promesas, especialmente en lo que se refiere a cumplir con la misión y las metas de la vida.

Nefi escribió: “Y así vemos que los mandamientos de Dios se deben cumplir. Y si los hijos de los hombres guardan los mandamientos de Dios, él los alimenta y los fortifica, y provee los medios por los cuales pueden cumplir lo que les ha mandado; por tanto, él nos proporcionó lo necesario mientras permanecimos en el desierto” (1 Nefi 17:3).

Meditar:

3. Solucionar problemas, actuar por sí mismo

Leer:

Como hijos de nuestro Padre Celestial, tenemos el poder para elevarnos por encima de nuestras circunstancias actuales y progresar hasta alcanzar grandes alturas. Cuando aprovechamos esta capacidad para actuar, asumimos la responsabilidad de venir a Cristo y confiar en Él mientras labramos nuestra salvación temporal y espiritual (Mateo 11:28–29). El presidente Marion G. Romney enseñó: “La salvación es un asunto individual y cada quien debe labrar la suya en las cosas temporales y en las espirituales” (acta de reunión de los Servicios de Bienestar, octubre de 1976, pág. 13).

Actividad: (5 minutos)

Formen nuevos grupos de tres y analicen la pregunta siguiente: ¿Por qué el tener iniciativa para resolver nuestros problemas es uno de los principios esenciales para llegar a ser autosuficientes?

Leer:

El élder Robert D. Hales enseñó: “El Señor espera que ayudemos a resolver nuestros propios problemas… Somos seres humanos que razonamos y pensamos, tenemos la habilidad de identificar nuestras necesidades, de planear, fijar metas y resolver nuestros problemas” (“Los mejores dones”, Liahona, diciembre de 1984, págs. 39–40).

Meditar:

Analizar:

¿Qué ejemplos observó en su misión sobre la importancia de tener iniciativa para solucionar problemas?

4. Llegar a ser uno, servir a los demás

Leer:

La pobreza espiritual y temporal se supera cuando nos servimos unos a otros y llegamos a ser “uno en corazón y voluntad” (Moisés 7:18).

En Doctrina y Convenios 104:15–16 se declara: “Y es mi propósito abastecer a mis santos… Pero es preciso que se haga a mi propia manera; y he aquí, esta es la forma en que yo, el Señor, he decretado abastecer a mis santos, para que los pobres sean exaltados, de modo que los ricos sean humildes”. Eso significa que el Señor solo puede proveer para nuestras necesidades cuando el rico y el pobre lleguen a ser uno. Cada uno de nosotros debe estar dispuesto a poner su tiempo y talentos al servicio de los demás a fin de recibir todas las bendiciones temporales y espirituales del Señor.

El élder Jeffrey R. Holland enseñó que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de servir a los demás: “Ricos o pobres, debemos ‘hacer lo que podamos’ cuando los demás tienen necesidad” (“¿No somos todos mendigos?”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 41).

Amulek enseñó a los discípulos zoramitas pobres y necesitados: “Y he aquí, amados hermanos míos, os digo que no penséis que esto es todo; porque si después de haber hecho todas estas cosas, volvéis la espalda al indigente y al desnudo, y no visitáis al enfermo y afligido, y si no dais de vuestros bienes, si los tenéis, a los necesitados, os digo que si no hacéis ninguna de estas cosas, he aquí, vuestra oración es en vano y no os vale nada, y sois como los hipócritas que niegan la fe” (Alma 34:28; véanse también Mosíah 4:16; D. y C. 44:6; 88:123).

Meditar:

Actividad: (10 minutos)

Formen grupos de dos y completen la actividad siguiente: Lean en 1 Nefi 16:21–32 el relato de cómo el Señor ayudó a Nefi a conseguir comida en el desierto. ¿Qué se enseña en este pasaje acerca de los cuatro principios de la autosuficiencia?

Principio

Enseñanzas en 1 Nefi 16:21–32

Ejercer fe en Jesucristo

Ser obediente

Solucionar problemas, actuar por sí mismo

Llegar a ser uno, servir a los demás

Analizar:

¿Qué le parece más destacable del ejemplo de Nefi en 1 Nefi 16?

Imagen
Mi fundamento

Mi fundamento ayuda a los miembros de la Iglesia a aprender y poner en práctica principios de fe, instrucción académica, trabajo arduo y confianza en el Señor para que lleguen a ser autosuficientes espiritual y temporalmente. Descargue el manual en srs.lds.org.

Comprométase:

  • Considere un problema que esté intentando solucionar en su vida. ¿Cómo ayudó a las personas de su misión a solucionar sus propios problemas? Anote en su diario de estudio las preguntas que tenga en cuanto al problema, así como los recursos que Dios ha dispuesto para ayudarle. Válgase de esos recursos para responder al menos una de sus preguntas.

  • Comparta lo que haya aprendido hoy con otro misionero retornado, otro joven adulto soltero o un familiar.

  • Si participó en Mi plan durante la misión, repase lo que aprendió y escribió acerca del llegar a ser autosuficiente espiritual y temporalmente. En caso contrario, use la hoja de trabajo que hay al final del manual.

Seleccione un compañero de acción para esta semana y dediquen un par de minutos a compartir el uno con el otro los compromisos en los que han sentido que deben trabajar. Decidan cómo van a realizar el seguimiento el uno con el otro durante la semana.

Ofrezcan la última oración.

Imprimir